El Seat 131 Supermirafiori TC1600 nos llevó hasta La Zubia, pues en esta población reside su propietario, Fidel Fernández Rodríguez. Tras recorrer varias localizaciones recalamos en las proximidades del barranco de Corvales, muy cerca de su domicilio, donde tras hacer la foto principal con una espléndida panorámica de la Vega de Granada y las tradicionales del interior y exterior del vehículos, le pedimos a este «fanático de los Seat», nos contara detalles de su coche matriculado en Jaén en 1981. Este zubiense que 2002 trabaja para la Inagra, dedicada a la limpieza de la capital y que durante 14 años ejerció de taxista de su pueblo nos cuenta que su interés por los vehículos clásicos «es de toda la vida». «Cuando mi padre llevaba alguno de sus coches al desguace me daba mucha pena y le pedía que los guardara y el me respondía que dónde». Después nos centramos en el vehículo de esta semana que llamó nuestra atención en la pasada KDD de Armilla por su buen estado de conservación, pues salvo por algún pequeño roce parece como recién salido de fábrica, con un aspecto impresionante.
«Este coche viene de Villacarrillo (Jaén). Había pertenecido a un funcionario que lo cogía todas las semanas para darse una vueltecilla y llevarlo al lavadero para que se lo lavaran a mano. Los kilómetros que tiene se los hizo en las vacaciones de verano. Al fallecer y no tener hijos pasó a un familiar, taxista de profesión, que al no tener tiempo para disfrutarlo decidió venderlo. Me dijo que le daba pena venderlo pues estaba en muy buenas condiciones. Yo lo vi, me gustó y decidí comprarlo. Fue en septiembre de 2016», nos cuenta. También que por entonces tenía unos 54.000 km y que solo tuvo que darle pulimento «para sacarle un poco de luz a la pintura. tiene sus bollos y arañazos pero está súper bien cuidado». Su debilidad por la marca Seat, y en concreto por este modelo, se debe a que siendo pequeño se casó una prima hermana que compró este coche que también recordaba de cuando lo regalaban en el conocido concurso televisivo ‘1, 2, 3’ .
«Era un coche muy avanzado para aquellos años, pues ya traía elevalunas, cierre centralizado, algunos modelos incluso dirección asistida y aire acondicionado. Me hacía mucha ilusión tener uno y cuando tuve independencia económica pensé en comprarme algún vehículo clásico. Me decidí por este modelo pues me traía muy buenos recuerdos. Su color original era burdeos y por él pagué 3.600 euros. Luego yo le he puesto y punto. Le cambié ruedas y otras piezas que se deterioran con el paso de los años, (correíllos, bujías, …) Ahora está para ir a cualquier sitio con él», explica antes de añadir que todo es original, a excepción de los cinturones traseros, para los que ya venía previsto de unos anclajes y dado que su mujer quiere que sus dos hijas viajen con seguridad. Respecto al consumo señala que dicen que «estos coches eran gastosos, pero como es un hobby, no lo tengo en cuenta».
También nos comenta que tiene otro coche del 2005 pero que el Seat 131 Supermirafiori «le gana en comodidad a la hora de conducirlo» y cómo «no tiene nada que envidiar a un coche moderno, incluso diría que en reprise y nervio le gana a los coches de hoy». Fidel no pertenece a ningún Club, pero tiene un grupo de amigos con los que suele quedar los fines de semana para ir a algún punto de Granada con sus vehículos o acudir a alguna concentración, e incluso hace hace tres años organizó con algunos de ellos una en La Zubia. En Granada indica que tiene controlados a otros 10 o 12 personas que poseen este modelo o superior. Otra curiosidad que comparte está relacionada con la ITV pues desde que está en su poder la ha pasado en un par de ocasiones y los técnicos le han dicho que «ojalá todos los coches estuvieran como el éste».
Un coche pensado para durar
Para completar la información Fidel nos aporta algunos datos técnicos como que es un 1600 cc con 95 cv y carburador de doble cuerpo. La publicidad de la época lo destacaba como el modelo que venía a sustituir al exitoso Seat 124 y al 1430 y lo presentaba como «duro, económico y seguro» y su eslogan más conocido fue «un coche pensado para durar». Fue la estrella en la 55ª edición del Salón de Turín, celebrado en noviembre de 1974. También del Salón Internacional de Barcelona de 1977. Se comenzó a comercializar dos meses antes de lo previsto, el 25 de julio de 1975 y el tan solo 20 días los concesionarios de la firma española recibieron 4.000 pedidos. Fue el coche del año. Tuvo que competir con el Simca 1200 Special TI y el Renault 12 TS. Modelo de notable éxito se llegaron a producir 412.948 unidades comercializadas como Seat, aparte de las producidas para Fiat y TOFAŞ en Turquia. Se comercializaron en tres series con leves modificaciones respecto al modelo original. Una primera serie (1975 – 1978) conocida como la Gama ’75 estaba disponible en los siguientes acabados: L/E/CLX/L 5Puertas/E 5 Puertas. La segunda serie (1978 – 1981) conocida como la (Gama ’78) disponible en Mirafiori L/ Supermirafiori/ CLX 2000 / 5P L / 5p CL y la tercera serie (1981 – 1984) o Gama ’82, disponible como Mirafiori CL / Supermirafiori / Diplomatic / Panorama / Panorama Super. Este coche aparece en la película ‘Caray con el divorcio’ (1981) en la que Fernando Esteso conduce un recién estrenado Seat 131 Supermirafiori 1600.
Próxima entrega: Pepe García y su Rolls Royce Silver Spirit II de 1989
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