Si los tontos volaran estaría el día siempre nublado y, sobre todo, con la declaración de ciertos políticos, que reducen Andalucía al paro, el fracaso escolar y los ERE. Cansado estoy de esta casta de políticos de medio pelo, que solo ven Andalucía, temas para solventar sus carencias personales, políticas y existenciales. Harto estoy de toda esa plebe que siempre recurre al andaluz para mofa y escarnio.
Soy andaluz, hablo andaluz, pienso en andaluz, sueño en andaluz y afortunadamente vivo en Andalucía. Y es que el andaluz no es sólo un acento, un estilo de vida, un pensamiento especial. Es nuestra forma de ser.
Tenemos sangre judía, musulmana, fenicia y griega; hay quienes nos siguen viendo como estereotipos y tópicos paletos, y nos identifican muchas veces con esa España profunda de cortijos de señoritos, marqueses y duquesas.
En Andalucía somos mucho más que subsidios, subvenciones, ayudas y enchufes para los amigos y familiares. Ya está bien de ser el chiste en los bares, que en nuestra tierra hay quienes trabajan más de doce horas al día, se sufre cuando nos acecha la lacra del paro, que por desgracia conocemos más que nadie, y se lucha el pan de cada día.
Somos un pueblo trabajador, culto y preparado que, para envidia de muchos, sabemos vivir la vida. No renunciamos a estar en la calle, a echarnos la siesta o a ir a todas las fiestas que se nos pongan por delante, pero aun así somos responsables y constantes en nuestro trabajo, capaces de arrimar el hombro de sol a sol y luego tomarnos una copa con los amigos.
“He de decir que siempre he llevado a gala el ser andaluz y a pesar de haber viajado mucho, siempre sabían que era de Salobreña, Granada y Andalucía.” |
Conmigo se puede contar siempre para echar una mano o para una buena charla entre amigos, pero no tanto para animar una juerga, ya que entre las cualidades que no tengo, destacan que no sé contar chistes, ni bailar sevillanas. Sobre mi acento, he de decir que siempre he llevado a gala el ser andaluz y a pesar de haber viajado mucho, siempre sabían que era de Salobreña, Granada y Andalucía.
Son admirados nuestros escritores: Góngora, Antonio Machado, Bécquer, Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Alberti, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda. Se conocen bien a nuestros grandes pensadores… Séneca, Maimónides, Averroes, María Zambrano. Todos los museos se maravillan con nuestros pintores… Velázquez, Picasso, Murillo, Julio Romero de Torres. Quieren que siga con la retahíla. Músicos como Falla, Turina, Camarón, Paco de Lucía y muchísimos más.
Por todo ello, escuchar las sandeces que el debate político nacional arroja recurrentemente sobre mi tierra y mi gente, como es el caso del imbécil de turno; más cuidado tendrían que tener ellos con tanta indolencia y desgana que tienen a nivel nacional con Andalucía. Bastante tenemos con soportar aquí a un partido que se perpetua 37 años en el poder y cada día va de mal en peor. Que devuelvan unos y otros todo el dinero que se han llevado de esta tierra y nos dejen a Andalucía vivir en paz.
Soy andalú, no lo niego y hablo con desparpajo y con gracia, porque me parió mi madre en esta pequeña patria, que se hace grande, grande, para el que quiera habitarla; porque después de muchos siglos y tantos esfuerzos no ha servido para nada…»tópaná».
¡¡Soy Andalú y a mucha honra!!
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