Hace unos días el director de IES Antigua Sexi fue convocado junto con los otros dos directores de los centros de secundaria a una reunión en la Delegación de Educación en Granada para comunicarle que tres de los cuatro centros de secundaria de Almuñécar ofertarían para el próximo curso primer curso de bachillerato, y que esto obedecía a un cambio en la política educativa de la Conserjería de Educación que consistía, por resumir, en que ningún centro de secundaria ofertara únicamente la educación secundaria obligatoria, y para ello se indicaron algunos ejemplos de la provincia.
Desconocemos cuál es la motivación por la que la delegación, que durante años ha negado esa posibilidad, ahora haya cambiado su planteamiento. Y lo desconocemos fundamentalmente porque no lo entendemos. No entendemos en qué se mejora la oferta educativa de Almuñécar, que los tres centros de secundaria oferten bachillerato el próximo curso. No es rentable económicamente, no va a mejorar la ratio en las aulas, no va a suponer una mejora en la calidad de la enseñanza, va contra la estabilidad del profesorado y lo que es peor hace que surjan sospechas sobre la seguridad y la confianza que demuestran algunos equipos directivos, conocedores de los hechos futuros, antes de que ocurran. ¿Qué poderoso augur les ha asegurado la buena nueva? Y hete aquí que todo lo mencionado, siendo gravemente lesivo, no es lo peor.
Lo pésimo de esta situación es cómo la delegación plantea realizar ese cambio repentino. No se empieza desde primero de la ESO como sería preceptivo, igualando a los tres centros, sino que directamente se comienza la casa por el tejado, otorgando dos grupos de 1º de bachillerato por igual. Algo natural para un profano pero que en un par de cursos generará una manifiesta desigualdad y un conflicto de intereses porque no se parte de la misma posición de salida.
Esta es la verdadera razón por la que existe un lógico malestar en dos terceras partes de la comunidad educativa sexitana, a la que se supone que estas novedades pretenden mejorar. Pedimos respeto, diálogo y no medidas impuestas de forma caprichosa. ¿Por qué lo que no se ha podido llevar a cabo durante diez años, ahora sí es conveniente? ¿Por qué no se plantea un período de adaptación en el que todos los centros partan de una posición semejante y no se privilegie a uno frente a los otros? ¿Por qué se prefiere la imposición al acuerdo? Ahora que llegan nuevos vientos a la Delegación de Educación esperamos que decisiones tan erróneas como esta sean corregidas por el bien de nuestra comunidad educativa.
ANTONIO CANTUDO CANTARERO
PROFESOR DEL IES ANTIGUA SEXI. ALMUÑÉCAR