Érase una vez una Red Social llamada Facebook, que funciona aparentemente muy fácil. Tú te creas un perfil real, verdadero o falso; aquí nadie pide el DNI y te dedicas a poner fotos, estampas, escritos o lo que te venga en gana. Tú solicitas o aceptas amistad de otras personas, hasta el punto de crear un amplio abanico de gente que cree comunicarse través de esta red creada.
Solo existen algunas premisas que aunque no escritas, sí son extremadamente sensibles y es dar la opinión personal de cada uno, por ese simple motivo ya estás expuesto a críticas, opiniones e incluso ofensas de esos que se suelen llamar amigos virtuales.
Pero se olvidan de algo muy importante, todos somos libres de pertenecer a los distintos Grupos creados y entonces sí que te expones a todo tipo de opiniones a favor o en contra; pero al igual que tu casa, existe una cosa llamada muro personal en el que tú publicas lo que te sale del arco del triunfo y nadie está obligado a leerte y mucho menos criticarte.
Tan difícil es de entender esto. Somos seres diferentes, afortunadamente, y en muchos temas puedes coincidir con otra persona, pero en otros no y eso no hace que no se pueda seguir siendo amigos. Pero siempre y cuando haya un respeto y tolerancia por las ideas y opiniones de todos.
Pues bien, lo único que hará que mande a freír espárragos esta red social es el olvido de estas reglas elementales y siempre tienes que pensar, opinar y escribir lo que al otro le agrada. Si se te ocurre poner algo de política, ya te tachan de izquierdas, derechas y medio pensionista. Si es de religión, eres un meapilas o un enemigo de la iglesia, si defiendes tu pueblo, saltan los resortes de los que están a favor del poder municipal o los que están en contra y así con cualquier tema, aunque sea las flores silvestres del campo.
Hay que dar explicaciones por qué comes, por qué bebes, por qué amas y por qué te cagas en las muelas de tu tía. Ya está bien señores y señoras, que somos mayores de edad. Ahora entendéis el motivo que siempre que descanso del Facebook, por arte de birlibirloque me desaparecen 1.500 amigos, porque el sistema detecta que no somos compatibles.
Cansado, harto de tanto explicar el simple funcionamiento de este invento diabólico y afortunadamente he conseguido evitar los insultos, amenazas y temas de otros tiempos. Quien quiera leer o ver lo que pongo, es muy libre, pero para ello tiene que entrar en mi casa, mi muro y ahí soy educado, pero no gilipollas.
Si veis que participo en algún Grupo de Debate, Opinión o de Mariposas de colores, podéis decir lo que os venga en gana.
Pero de verdad, no os canséis y bloquearme, pues no voy a cambiar de opinión ni de forma de ser, ya soy muy mayor y tengo muchos tiros pegados, para que una opinión exagerada y a destiempo, me hagan evitar mi senda de destrucción masiva.
En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen. Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica; y de ello surge la simpatía, la tolerancia y la bondad.
Si queréis leer cosas buenas y con total libertad de pensamiento. Entrar en “Ideal en Clase” y nadie os molestará. Besos y abrazos para todos, sí todos los que quedáis.
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