Años atrás, en un curso de verano de la Complutense me erigí en paladín de la necesidad del mantenimiento y desarrollo ordenado de la “radio local”, realizada por profesionales independientes, integrados en el territorio y conscientes de las realidades y obligaciones que todo ello conllevaba.
Días atrás, en Orce –que, por si alguien aún lo pone en duda, también existe; como es el caso, en nuestra provincia con tan especial orografía, de bastantes de los 174 municipios con sus correspondientes pedanías–, he tenido la oportunidad de comprobar que aquella tesis de carácter investigador sigue teniendo validez, aunque no sea real en su implantación.
Ante la imposibilidad de comprar físicamente un diario, la oportunidad de informarme quedó “reducida” a escuchar la radio, ver –y escuchar– la televisión o sumergirme en internet, lo que, para un “juntaletras puro, enamorado del papel prensa”, entenderéis que podría ser un pequeño drama.
Por formación y desarrollo profesional no fue mi caso, pero permitid que os confiese el desencanto que me atrapó ante la ausencia de lo específico en los informativos –y en el resto de espacios– difundidos por las ondas.
No creáis que soy un iluso y que no entiendo la necesidad de calcular las cuentas de resultados de los distintos medios de comunicación, aunque, por experiencia, mantenga que ocuparse de lo cercano es muy rentable, pese a que, según mantienen algunos otros, por mor de la publicidad o de los intereses partidarios, tenga que reducirse en tiempo y en esfuerzos; razón que, ciertamente, es escasamente válida si hablamos de recursos públicos.
Lo mantenía, por ejemplo, ante el anterior equipo directivo de la Radio Televisión de Andalucía –y si me diesen la oportunidad, lo sustentaría ante el nuevo–: “Por ello, una vez más os invito, desde vuestras responsabilidades, a desarrollar, equitativamente con el resto de Andalucía, la presencia de la RTVA en el Oriente de la Comunidad. Me consta que ese es vuestro interés, y que estáis poniendo el mayor empeño en ello, pero las oportunidades no se pueden desaprovechar, especialmente en tiempos de mudanza”.
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de
Ramón Burgos
Periodista