Este es un país, que siempre está de campaña electoral, pues cuando se celebran elecciones, el pueblo siempre se equivoca y cuando no las hay, siempre se está haciendo campaña para volver a equivocar al votante.
Ya queda menos para unas elecciones generales, pues bien, ya están todos histéricos perdidos haciendo campaña cada vez que le enchufan la alcachofa o le ponen la cámara delante.
El Casado anda diciendo que oye en los bares y tabernas que la crisis aún perdura, el Sánchez parece ser que va a las mismas tabernas y dice que la recuperación es gracias a él, el Alberto Garzón, no dice nada, pues se tapa la boca en plan mordaza y el resto, Pablo Iglesias y el Rivera, siguen dando lecciones de democracia y repartiendo carnet a quien ellos quieran.
Pero cuándo, de una puta vez, se van a dar cuenta estos fulanos, sí fulanos, pues lo único que hacen es manipular las cifras y hacernos llegar las que a ellos les interesa, que si el paro, que si la EPA, que si el PIB, que si las exportaciones, que si el petróleo, que si el Banco Central Europeo, ¡ah! y de la prima esa de riesgo ya nadie habla; cuándo se darán cuenta que sus mentiras ya nos resbalan a todos.
El gobierno manipula a su antojo los datos del CIS y dentro de poco ganará hasta más del 100% de todo el territorio español, igual que en Andalucía.
Siguen tomándonos por tontos y por simples individuos que cada equis tiempo deposita una papeleta en una urna, entonces una vez consumada la traición, si te he visto no me acuerdo. Mentiras, recortes, desahucios, EREs, corrupción, puticlub, cocaína, tarjetas opacas.
Ojo con los jubilados, que cada vez somos más y estamos soportando todas vuestras fechorías y que por nuestra edad ya no comulgamos con ruedas de molino, ni con populismo de tres al cuarto; solo queremos, no ya para nosotros, que nos los habéis quitado, si no para nuestros hijos y nuestros nietos ese estado del bienestar que tanto alardeabais.
Decirles a vuestros asesores que se están equivocando, que el pueblo español es sabio, tolerante y que llegado el momento os puede dar una patada en el culo a todos vosotros, seáis de las siglas que os dé la gana, pues nuestro aguante tiene un límite y este ya se acaba.
Y por último, decirles a los taberneros Casado y Sánchez que vengan a las tabernas del barrio y verán cómo los problemas de los parroquianos que vamos a diario son diametralmente distintos a los de sus señorías. Tomaros un vino, que paga este jubilado!
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