Rafael Ropero, coronel del ejército del aire en la reserva, entre coches clásicos, motos de trial y vinos

 

Al lojeño Rafael Ropero Bolívar, el adjetivo polifacético le queda corto. La actividad profesional que ha desarrollado y sus variadas aficiones, así nos lo dan entender.

Coronel en la reserva del Ejército del Aire que en la actualidad reside en Ogíjares ha trabajado en radares de vigilancia aérea, satélites de observación, Estado Mayor, ONU, OTAN, y como Agregado Aéreo y de Defensa en las embajadas de Líbano, Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen. También ha sido abogado y cursado el doctorado en Derecho Internacional. Asimismo, los coches clásicos y el vino se han convertido en sus dos grandes pasiones.

En su colección cuenta con una docena de coches clásicos y otra de motos (entre trial y clásicas), que harían la felicidad de cualquier amante del mundo del motor, entre ellos, un Nash de 1925. Amor por los coches clásicos que le ha llevado a la vicepresidencia del Club de Automóviles Veteranos de Granada. «Desde pequeño me he sentido atraído por los coches clásicos, de hecho los únicos juguetes que tenía eran coches y se me iban los ojos detrás de cualquier vehículo por el sentido de la libertad que transmitía», indica. Sus inicios en el mundo del vino arrancan en la década de los 80 cuando realiza estudios de enología y cata en la Escuela de Ingenieros Técnicos Agrónomos de Madrid.

En 1985 obtuvo el premio nacional en el concurso de cata de vinos convocado por la revista ‘Sobremesa’ y la empresa Vinoselección. Su interés por el mundo del vino le llevaron a convertirse en colaborador de las revistas ‘Teleculinaria’ y ‘Gourmet’ llegando a desempeñar el cargo de subdirector de la revista portuguesa de gastronomía y vinos ‘Cardápio’. En el país vecino ha publicado el libro ‘O vinho sem segredos’ y fundó la empresa ‘Sabores Ibéricos’, dedicada a la distribución de vinos españoles y portugueses. Igualmente impulsó el ‘Encuentro de vinos de Extremadura y Alentejo’ que en noviembre pasado alcanzaba su XVI edición. Sus conocimientos lingüísticos le han servido para impartir conferencias y cursos de cata sobre el vino en distintos países e idiomas. La última cata de vinos la realizó, para Oxfam Intermon, en Jerez de la Frontera, el 21 de noviembre.

También a publicar el libro ‘Las grandes mentiras del vino’ (Letrame Grupo Ed.) en el que desmiente creencias y mitos relacionados con la historia, elaboración, composición y consumo del vino. Consta de 36 capítulos en cada uno de los cuales enuncia una mentira que él aclara con lenguaje sencillo pues como Eisntein opina que «uno solo sabe realmente de algo, si consigue explicárselo a su abuela». Catas que sigue realizando en su página de Facebook donde hace unos días publicaba los resultados de cata del champagne Comte y del vino Finca La Estacada Roble, junto con sus deseos para 2020, los mismos que en 2013, cuando andaba por Riad: «Que el nuevo año haga un poco más felices a los tristes, ricos a los pobres, afortunados a los desgraciados, y viceversa; así compartiremos entre todos las cosas buenas y malas de la vida y llegaremos a entendernos mejor».

Rafael Ropero, junto a su esposa, y el Nash Phaeton de 1925 en la última Ruta Reale ::A. ARENAS

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