El martes, 14 de enero, el Centro Artístico acogía la inauguración de la exposición de pinturas de María José Parra.
El vocal de la Junta Directiva daba la bienvenida a amigos y familiares de la pintura a un acto que estuvo presentado por su gran amiga la también pintora y poeta, Marijose Muñoz, quien, como es habitual le dedicó una de sus prosas poéticas. Previamente, a la artista le pedimos que nos respondiera a unas preguntas y estas fueron sus respuestas:
– ¿Por qué la has titulado así?
– A esta exposición le he puesto la “liberación del alma” porque es la primera vez que expongo en solitario y para mí es muy importante compartir con el espectador todos los sentimientos que me provoca la belleza en el campo pictórico. De ahí que para el Cartel y la invitación a mi exposición he elegido una de mis obras a pastel que creé para representar la liberación de una mujer apresada por muchas causas (tiene muchas interpretaciones).
– ¿Cuántas obras la componen y con qué técnica técnica han sido realizadas?
– Para esta primera exposición individual he elegido sobre 25 obras de diferentes formatos: desde 120 x 79 cm la mayor hasta 36 x 28 la más pequeña. Las técnicas empleadas son dos: óleo sobre lienzo o tabla y pastel sobre papel Canson.
– ¿Qué nos puede decir acerca de la temática?
– La temática es muy variada desde bodegones, paisajes rurales o campestres, marinas, pueblos pintorescos, generalmente de Granada y la provincia. Pero mi pasión es el retrato, en este campo siento que conecto especialmente con los espectadores, ya que consigo (dicen) captar el alma del retratado.
– ¿ En qué período han sido realizadas?
– El periodo de realización de las obras que he elegido para esta exposición está difuso, ya que algunas son realmente actuales y otras las pinté hará unos diez años, cuando retomé de nuevo mi faceta pictórica.
– ¿Por qué pinto, María José Parra?
– Pinto para abrir mi sentimiento al mundo, mis obras emanan de lo más profundo de mí. Pintar el mundo del color de mis ojos. “Una pintura es un poema sin palabras” decía Horacio. Mi mirada recibe de la belleza pintada el mismo placer que de la belleza real y es exactamente lo que quiero transmitir.
María José Parra Martínez
«En mis comienzos pictóricos con carácter público, me dedique al retrato por encargo en algunos pueblos del cinturón de Granada. La técnica utilizada para el retrato era el pastel sobre papel Canson y carboncillo sobre papel Canson. Posteriormente amplié la temática a bodegones, paisajes rurales o campestres, marinas, pueblos pintorescos, generalmente de Granada y la provincia. En esta nueva faceta incorporé la técnica del óleo sobre lienzo y tabla. Expresando mi creatividad en diferentes formatos. Gran parte de mi obra anterior está vendida y por razones laborales y personales, me ausenté del mundo del arte una temporada, pero desde hace aproximadamente 10 años retomé mis pinceles con más ganas que nunca.
Curriculum
Graduada en Turismo. Autodidacta en el campo pictórico, siendo aficionada desde muy temprana edad a todo lo relacionado con la pintura y el dibujo. En los últimos años ha perfeccionado su formación pictórico asistiendo a clases en diferentes talleres de Granada y provincia. Socia del Centro Artístico de Granada, dónde acude regularmente a exposiciones de pintura. Miembro de la Feria del Arte del Centro Artístico, exponiendo sus obras en lugares públicos con el apoyo del Ayuntamiento de Granada. Invitada a la Feria del Arte por la Asociación ‘Granada Pinta Bien’, para exponer mis obras en lugares públicos y vestir Granada de Arte, con el apoyo del Ayuntamiento de Granada.
Exposiciones colectivas
Caja rural de Granada (Sede central)
Casa de la Cultura de Alhendín
Ayuntamiento de Albolote
Casa de la cultura de Maracena
Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Maracena
Centro Artístico de Granada
Casa Zafra de Granada
LIBERACIÓN DEL ALMA
Por Marijose Muñoz
En el pentagrama de tu sonrisa regalando “luz en el Albaycín”, al compás de cada pincelada dejas huella perpetua creando estas atmósferas, lejanías, sueños y pasiones… tus cielos cargados de historias y romanticismo, el tiempo marcado a fuego igual que marcan los “frutos de otoño” y sus olores.
En los muros de tus Alhambras y engalanando nuestra dama roja… cómo una hilandera, vistes Sierra Nevada de novia con trazos de versos en tus blancos níveos. Melancolía flotando en púrpuras pigmentadas, pero tú te remansas por los jardines brillantes de mis ojos, donde anida dulcemente una corona de margaritas sin preguntas, pues nuestra amistad nació con la primera mirada.
Tu mirada generosa de sonrisa crepitante, poblada de mieses y carey, sembradora de nubes tiernas, eso eres para mí, querida María José.
Cuando contemplamos tu obra, sentimos que todo está conectado; el ritmo atmosférico de los sentidos comienza a latir con más fuerza. Las tonalidades se tornan pasión y naturalidad, la longitud del lienzo no importa pues la gracia se derrama en la extensión de tu pincel.
Perenniza tu paso en inviernos sombríos, y pinta entre el “crepúsculo rojo” o azul con destellos de magia, otorga a cada estancia la esencia de taberna, de una llama de luna a través del cristal, que zozobra sobre “la magia de mi Granada”.
Imagino tus lienzos sobre un césped esparcidos, naturaleza viva, herencias de color arco iris como cidras de cabellos de ángel que caen en cascada ante nuestros ojos. Me envuelvo en tu pintura como en boira secreta que me acerca a tu mundo desgarrado de ayeres, a veces corneada por el toro de la vida, alejada de paletas y óleos, calendarios lentos y vacíos en ti, relojes de arena que te desterraban de tu pasión por pintar. Pero la paleta está cargada de olvido y se recupera rápido cómo el almendro con los primeros rayos de la primavera. Y subes a tu azotea y sientes que es un ungüento de cítaras en tus oídos dulces, delicias vivas, ahuyentas las viejas violetas de la noche en ese albur de tu sueño cuajado de pigmentos vivos…
Estas obras que observamos aquí no son más que reliquias de tu alma, tu esencia estelar, bruna y cobriza como los destellos de tus ojos sobre tu pelo. Yo te he visto llorar, he tenido esa suerte, con la respiración entrecortada, en esos instantes perplejos en que el arroyo antiguo de tu mirada se emociona contemplando la belleza. Por eso, cuando escucho tu nombre tierno en mi palabra, al pedirme que presentase tu obra, un temblor de linterna acicala mi acento, se apodera de mí el dulce recuerdo de crear algo bello, sentadas, riendo, delante de un mundo que a veces no entiendo.
Delante de tu “Autorretrato” siento la opulencia en cada pincelada que no deja a nadie indiferente, plétora de ocres sobre Granada, con una valentía que se asemeja a la de los “leones al atardecer”. Cuando buscas con tu paleta en el desierto una gota de agua o en la selva sombría un rayo de sol, cuando construyes encajes pétreos que el viento no pueda mover y sientes que alguien se estremece con tu obra, eso es ARTE.
Te preguntarás ¿con qué sencillez yela el invierno los frutos? Y provista de silencios seguirás creando magia y devolviendo la vida a los membrillos. Pues el ave que se ve apresada siempre canta desde la tristeza más profunda de su corazón. No hay más que acercarse, tímidamente a tu pupila para saborear el salado de unas lágrimas intempestivas, deseosas que convertirse en huracán desmedido y brotar por tus ojos para extender tus alas de crepúsculo. No te niegues pues, a cruzar el umbral de lo real, porque esta realidad que vives hoy en nuestro Centro Artístico, será hilo conductor de tu felicidad más intima. Hoy, querida amiga, quiero agasajarte con esta prosa viva, con el poso de la fantasía que dejan tus lienzos y el misterio diáfano que traes a nuestras vidas. Gracias querida amiga.
Marijose Muñoz