De todos los libros que he leído en 2019, he escogido cinco de los que más me han gustado.
Espero que esta pequeña lista os resulte de interés.
Cuentos negros (Ambrose Bierce)
Selección de relatos de terror y suspense, impregnados de un humor negro al que resulta imposible resistirse. ‘Cuentos negros’ está repleto de personajes grandiosos, excesivos, desarrollados con una escritura salpicada de ironía y mala baba. Bierce gustará a los seguidores de Poe o Lovecraft; sin embargo, lo que lo diferencia de ellos es la naturalidad con la que describe sucesos que aterrorizarían a cualquiera, como si fuera, simplemente, un tipo con una cámara que graba lo que ve mientras se ríe o bosteza ante la más terrible de las angustias. Extraordinario libro.
Irène (Pierre Lemaitre)
Irène narra la historia de un comandante de policía algo particular que sigue la pista de un astuto asesino. Se trata de uno de los mejores libros que he leído en mi vida, y lo es por muchas razones: la calidad de la escritura, el ritmo narrativo, el retrato de los personajes, la solidez de la trama, la originalidad de la historia y las posibilidades que ofrece… Irène es a la literatura lo que Seven al cine, una auténtica obra maestra.
Una recomendación es que leáis este libro antes que Alex, otro magnífico libro del autor, en el que también aparece el comandante Verhoeven, y que se entiende mucho mejor una vez que se ha leído Irène.
Ciudad de ladrones (David Benioff)
Una novela de aventuras, muy bien escrita, que cuenta la historia de dos muchachos que, para salvar la vida, han de cumplir una curiosa aunque difícil misión: conseguir una docena de huevos en una ciudad, Leningrado, devastada por el asedio nazi. Un libro que atrapa desde las primeras páginas; una obra tierna, profunda, que arranca sonrisas gracias a sus dos maravillosos personajes principales a la vez que retrata con precisión la crueldad de la guerra. Magnífica.
Los sauces (Algernon Blackwood)
La obra más conocida de Blackwood es un relato (no llega a cien páginas) de terror. Solo dos personajes y un lugar, un río rodeado de sauces, son suficientes para crear una historia sobre miedos interiores que angustia con mayor fuerza a cada página. Blackwood demuestra que es un maestro en la composición de atmósferas inquietantes y se vale de los elementos naturales (el viento, el agua, la tierra, los árboles) para que el lector se sienta tan atrapado en la historia como los dos protagonistas. Desasosegante, densa en su justa medida, musical, técnicamente perfecta. Un relato imprescindible. Como curiosidad, era una de las obras favoritas de Lovecraft.
El perro de los Baskerville (Arthur Conan Doyle)
Casi tan redonda como la primera obra de Holmes, ‘Estudio en escarlata’ (y en algunos aspectos, superior a esta), ‘El perro de los Baskerville’ resulta original por varios motivos: el primero es que Watson tiene en esta ocasión más protagonismo que el propio Holmes. El segundo es el uso del paisaje: pantanoso, lúgubre, perfecto para el desarrollo de la historia y de algunos personajes. Por otro lado, gran parte de la acción transcurre «al aire libre», lo que proporciona sensaciones más intensas al lector. La trama se sigue con bastante interés, el final no decepciona y la escritura, como es habitual en Conan Doyle, es exquisita. Un gran libro.
F I N
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