El Consejero de Educación, experto en baloncesto y canasta de tres puntos, que en tema educativo y otros relativos a Educación, está errando el tiro.
En estos días de confusión, mentiras y mentideros, todo el mundo educativo, profesores, sindicatos, padres y alumnos andan preocupados con las decisiones que quiere tomar la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, cuyo Consejero el Sr. Imbroda quiere quitar los estudios primarios y secundarios para que los alumnos acudan a los CEIPSO (Colegios de Educación Infantil y Primaria autorizados para impartir la Secundaria Obligatoria)
El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, dejó en la cuerda floja al ya exdelegado de Educación, Antonio Jesús Castillo, al achacarle “falta de comunicación” o a una comunicación “incorrecta” los “problemas” que han surgido en torno a la reorganización de los centros rurales en la provincia de Granada. Ahora, con el cese sobre la mesa, Imbroda ha apuntado que confía en calmar el “sinsentido” generado en Granada por la reordenación o supresión de centros educativos rurales (CPR) y los colegios con calificación de ‘Semi-D’, es decir, aquellos que ofrecen también los cursos del primer ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria.
El Delegado no hacía nada más que cumplir sus órdenes, pero siempre es más fácil echar a un subalterno que asumir responsabilidades y dimitir. No obstante, no se pierde gran cosa con esta dimisión. Este Delegado, junto con la de Málaga, eran y son absolutamente prescindibles. Nos quejamos del desbarajuste del Gobierno Central, pero el autonómico es un caos de mucho cuidado y más aún con este Consejero experto en baloncesto y canasta de tres puntos, pero en este tema educativo y otros relativos a Educación está errando el tiro. La educación en este país, ha sido siempre moneda de cambio y dependiendo del partido que gobierna, cambia el sistema educativo anterior, que si la EGB, que si la LODE, que si LOGSE, que si la LOMCE y así no hay quién se entere bien cómo va el país y cómo va la educación. Suerte tenemos de poseer esos impagables Maestros en las distintas escuelas y centros rurales, esos hombres y mujeres que con total vocación y devoción hacen que los niños puedan aprender y saber los conocimientos necesarios para su posterior desarrollo.
Se distingue en el latín magister, asociado al adverbio magis, sobre la raíz indoeuropea meg, que se refleja como más o mayor. De esta manera, el magister era quien se encontraba por encima de los demás y que destacaba por sus conocimientos en alguna materia. Tiene una valoración histórica en el italiano en el ámbito de la música clásica.
Pues bien, nadie ha tenido en cuenta esos pueblos aislados en la geografía granadina para nosotros de los montes orientales, del poniente o de la Alpujarra, en dónde las carreteras e infraestructuras son aún del siglo XX. En dónde en muchas ocasiones con pocos medios materiales, consiguen milagros. Vayan pues estas líneas de agradecimiento y homenaje para todos aquellos Maestros y Maestras que tanto hacen e hicieron por tantos granadinos. En mi caso, mi querida Doña Nati, en aquella escuela de Salobreña. En donde entre pucheros me daba enseñanza de escribir, dictado, cuentas y todo lo necesario para poder acceder después a estudios secundarios.
Esa dedicación y cariño por qué no decirlo, hacia sus alumnos como si todos fuéramos hijos de ella. Los tiempos están cambiando y las escuelas también, pero afortunadamente todavía quedan Maestros y Maestras a los que, poder decirles de vez en cuando “mis queridos maestros de pueblo”.
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