Por fin se rompe el estereotipo que tanto tiempo nos ha hecho daño, hay más vagos en Cataluña y Madrid que en Andalucía. Un estudio demuestra que los andaluces faltan menos a su trabajo que catalanes, vascos, madrileños y gallegos.
Yo que, he trabajado durante casi 35 años en una empresa radicada en Barcelona, tenía un jefe que siempre me tocaba las cosquillas, por no decir otra cosa, con el tema de los andaluces fiesteros y de pocas ganas de trabajar; cuando sabido es cada una de las 17 autonomías tienen igual número de fiestas tanto local, provincial como autonómico, pero claro, por un perro que maté, mataperros me pusieron.
Rompiendo estereotipos. El cliché adjudicado a los andaluces por sectores conservadores tratándolos de vagos, subsidiados, amantes de la fiesta y la siesta y de poseer poco “amor” al trabajo se rompe de un tajo tras los datos serios y rigurosos extraídos del informe elaborado por Randstad con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta consultoría demuestra con datos reales que Andalucía, lejos de ser una región de vagos, posee la tercera tasa de absentismo más baja de España, por detrás de Baleares y La Rioja, con un 4,8% de horas de trabajo perdidas.
Sorprendentemente para algunos, los catalanes, vascos, madrileños y gallegos faltan más a su trabajo que los andaluces. Es más, la tasa de absentismo laboral es más alta en la mayoría de regiones que en Andalucía. Este estudio e informe hecho público ahora indica que Andalucía está muy por debajo de la media nacional de quienes faltan al trabajo. Baleares la menos absentista. Ya está bien de Feria de Abril, Corpus Cristi, botijo y siesta. Todos los estereotipos que hemos tenido que ir soportando año tras año y por nuestro carácter de desidia e indolencia lo dejábamos pasar. Pero no, ya está bien, estos datos demuestran el error y el ventajismo con el que jugaban tantas otras Comunidades.
Para mayor abundamiento en romper el estereotipo falso de “andaluz vago” concretiza el informe que la tasa de ausencias laborales no justificadas es mucho inferior en Andalucía que en la mayor parte de las comunidades que gozan de mejor reputación como laboriosas, serias y muy productivas, en este caso Madrid o Cataluña. Con estos datos serios y rigurosos extraídos de fuentes solventes se desmontan leyendas y clichés atávicos que han acompañado en numerosas ocasiones a las críticas de sectores de la derecha política. Se rompe el argumentario de la derecha.
Cae así uno de los elementos más soeces del argumentario electoral de conservadores desde el PP (recuerden el obsceno “pitas, pitas” de Esperanza Aguirre) al nacionalismo catalán de ex dirigentes como Durán i Lleida. Otros dirigentes del PP ofendieron a los parados andaluces tildándoles de “subsidiados” con pocas ganas de trabajar. Pues va ser que no. Si hay que buscar vagos, habrá que hacerlo en otras comunidades autónomas españolas.
Con estos datos se derriba una de las grandes mentiras que pesa sobre la imagen de los andaluces como que somos indolentes. En otras ocasiones se ha enfatizado una supuesta inclinación a la fiesta, a los bares y a la siesta.
Aquí se trabaja duro y además tenemos la habilidad y el saber de disfrutar de la calidad de vida.
Ver artículos anteriores de