Últimamente y quizás a raíz de las últimos acontecimientos, recibo notificaciones de gente del PSOE diciendo que se me ve el plumero y que no me gusta el actual Presidente del Gobierno, tienen razón; de otro lado recibo quejas que siempre le tiro a rajatabla al PP y también tienen razón; algunos han osado preguntarme qué Partido voto y qué opciones quiero.
Cuando ocurrió el incidente con el Facebook y me borraron 1.500 supuestos amigos, al principio me preocupé, por el exagerado número, pero ahora, me alegro, pues realmente no serían amigos, cuando a día de hoy no les echo de menos para nada.
Observo, que algunos amigos están preocupados por esto de las redes sociales y de la respuesta que obtienen de los supuestos amigos. Decirles tanto a unos como otros que la vida sigue, a pesar de los pesares. Y darles un consejo, si lo quieren y les sirve para algo; no digan que se van y luego no lo hacen, pues a mí me vienen estupendamente las ausencias y despidos que hago de vez en cuando.
Nunca he preguntado a nadie para ser amigo, qué opción votaba o qué equipo de fútbol seguía, incluso ni siquiera me he interesado por sus gustos culinarios. Simplemente quería su amistad y los he aceptado tal como son y tal como soy.
Yo, por mi continua exposición a escribir diariamente, ya he dicho más de la cuenta; que no tengo adscripción ni carnet de partido alguno, pero he repetido hasta la saciedad que la independencia, no quiere decir indiferencia. También he dicho que mi partido siempre es el perdedor, pero eso no quiere decir que tenga que aguantar soflamas y gritos filosóficos hablando de democracia y resultados.
Ya veo, que cuando escribo algo del PSOE, hay un número determinado de personas que no les gusta y cuando escribo del PP, ocurre lo mismo. Tanto a unos como otros, decirles que me importan un comino sus opiniones, pues reflejan una falta de autocrítica y de poca tolerancia que no les quiero tener como amigos, aunque sea virtuales.
Quiero y admiro a mi familia, a los amigos que están siempre, independientemente de ideologías y partidismos y, sobre todo, aquella gente que es consecuente con sus ideas, el resto, me importa un bledo. Está claro, pues verás como siempre tengo que volver a explicar lo inexplicable.
Así, que voy a tomarme un vinito y brindar por mi familia y mis amigos, el resto que hagan lo que les venga en gana y les siente bien.
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