Expertos psiquiatras, como Luis Rojas Marcos, advierten de los posibles trastornos mentales que aparecerán o se agravarán tras el confinamiento. El estrés postraumático, añadido a la ansiedad, depresión, fobias, etc. afectará a más personas.
Las razones son obvias; la soledad se ha cebado tras este encierro colectivo. Nos hemos sentido “presos” y aunque estemos saliendo de a poco (recuerden que volveremos a sufrir nuevos confinamientos en próximas segundas olas), lo hacemos marcados. Nos encontramos con una población afectada económicamente, social y laboralmente. Son las personas en desempleo las que ahora se enfrentan a un mercado laboral muy deteriorado y confuso y, sabemos cuáles son las nefastas consecuencias que produce el desempleo en todas las áreas de la persona. ¿Qué se puede hacer?
Nuestra especie se ha destacado por su capacidad de adaptación y resistencia, somos capaces de racionalizar el sufrimiento y salir reforzados de éste. Son estos “superpoderes” los que ahora tendremos que utilizar para imaginar, crear y vivir una nueva realidad económica que nos salve y visto lo visto, ésta pasará por el mercado digital. Este virus, que ha venido para quedarse entre nosotros, tiene entre otros un propósito: alejarnos socialmente para acercamos virtualmente. El teletrabajo se instaurará como forma de trabajo natural, las compras online ya están aumentando y seguirán en alza. Las redes sociales ya dominaban las relaciones sociales y seguirán haciéndolo, la educación pasa por ser en parte, digital. Ante este panorama, lo mejor es adaptarse a esta “otra realidad” para sobrevivir y una forma puede ser, idear, imaginar, visualizar estrategias de empleo en estos mercados virtuales.
El trabajo es un pilar fundamental de la persona, ante esta situación debemos ver las luces y no las sombras, ver la oportunidad e ir tras ella; no olvidemos que los conductores de nuestro coche, es decir de nuestra vida, somos nosotros; somos los que llevamos el volante, no las circunstancias: podemos ir y llegar donde queramos.
“Hay algo más importante que la lógica: es la imaginación”. Alfred Hitchcock
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Psicóloga especializada en Mindfulness y
Terapia de Aceptación y Compromiso