La Comisión Permanente de la institución acuerda por unanimidad proponer 12 medidas a la administración educativa, entre ellas, realizar exhaustivas evaluaciones iniciales en septiembre para detectar las lagunas del alumnado y planes de refuerzo individuales.
José Antonio Funes, presidente del Consejo Escolar de Andalucía: “Debemos garantizar al inicio de curso que todo el alumnado tenga los medios para seguir adecuadamente el proceso educativo de forma presencial o a distancia, con préstamo de dispositivos y conexión a Internet si fuera necesario”.
La Comisión Permanente del Consejo Escolar de Andalucía ha acordado por unanimidad trasladar al Consejo Escolar del Estado y a la Consejería de Educación 12 propuestas para el arranque del curso 2021. Según José Antonio Funes, presidente del Consejo Escolar de Andalucía: “La situación sufrida ha obligado a la administración, docentes, familias y de manera singular al alumnado a un significativo esfuerzo frente una situación con la que nunca nos habíamos encontrado y que exige la máxima colaboración entre todas las Administraciones”.
La Comisión Permanente del Consejo Escolar ha trabajado con tres escenarios posibles para septiembre: vuelta a una cierta normalidad si se encuentra respuesta sanitaria a la pandemia, un regreso condicionado por rigurosas medidas de prevención y, como tercera opción y la menos deseable, la vuelta en algún momento del curso a un confinamiento severo. “Ante esto, queremos ofrecer desde el Consejo Escolar de Andalucía un conjunto de propuestas que puedan ayudar a responder ante cualquier alternativa que se adopte”, apostilla Funes.
Las propuestas acordadas son las que siguen:
1.- Realización al comienzo del período lectivo de una exhaustiva evaluación inicial para todo el alumnado, que detecte las lagunas que pudieran haberse producido durante el último trimestre del presente curso, incluyendo la competencia digital. Y, en función de los resultados obtenidos, realizar planes de refuerzo individualizados, de repaso o profundización, según cada caso. Este plan de refuerzo debería llevarse a cabo especialmente durante el primer trimestre del curso 2020-2021, con los oportunos apoyos y desdobles, contando con la plantilla suficiente, y concediendo a los equipos educativos y centros docentes la mayor autonomía posible.
2.- Reforzar los mecanismos de coordinación entre los equipos de los propios centros o de otros, para garantizar al alumnado una adecuada transición en el cambio de ciclo, etapa o de centro educativo.
3.– Revisar y aplicar con flexibilidad el Currículo, teniendo en cuenta la diversidad de centros y el análisis de sus equipos docentes, para, garantizando los aprendizajes básicos imprescindibles en todas las áreas, fortalecer las materias instrumentales y abordar otros contenidos de forma transversal, adaptándolo a los distintos escenarios que nos podemos encontrar y simplificando la burocracia.
4.- Organizar los grupos atendiendo a las prescripciones de las autoridades sanitarias y dotar a los centros de todos los medios necesarios para garantizar el trabajo en un entorno seguro, contando con los necesarios protocolos de actuación.
5.- Realización de un plan específico para el alumnado NEE Y NEAE, que ha sufrido de forma más significativa esta situación de crisis sanitaria, con objeto de arbitrar las oportunas medidas en medios y personal y minimizar sus dificultades en el proceso de aprendizaje, asumiendo que es necesario mantener el apoyo educativo también en la educación digital a distancia
6.- Generalizar y reforzar la utilización de las plataformas educativas que ya están en funcionamiento o implementación de otras, como un instrumento de trabajo cotidiano para profesorado y alumnado. Para ello será necesario mejorar las dotaciones tecnológicas de los centros para cubrir de forma suficiente las exigencias de la educación digital, presencial y a distancia, y apostar por la incorporación más decidida de las TIC.
7.- Asegurar desde el inicio de curso que todo el alumnado dispone de los medios que le permitan seguir adecuadamente el proceso educativo de forma presencial o a distancia. Dotarles a quienes lo necesiten, en forma de préstamo, de tablets o portátiles y del acceso a la red.
8.- Reforzar la Orientación y la acción tutorial en los centros, capaz de detectar situaciones personales complejas y ofrecer alternativas al alumnado y su familia.
9.- La experiencia de este curso nos exige también a abordar los procesos de enseñanza-aprendizaje considerando tanto la educación presencial como la digital a distancia. Se deben potenciar procesos de autoaprendizaje, de aprendizaje tutelado, el trabajo por proyectos o por ámbitos competenciales, interdisciplinares,… Todo ello obligará a repensar la evaluación, que deberá abarcar todo el proceso y que, partiendo de los datos obtenidos en la evaluación inicial, debe ser una evaluación formativa.
10.- Establecer las medidas oportunas, teniendo en cuenta la diversidad de centros, para mantener el distanciamiento físico, a través, entre otras recomendaciones que pudieran adoptarse, de escalonar las entradas y salidas, reducción de ratios, horarios docentes flexibles, organización de los recreos, turnos de asistencia presencial o habilitando espacios en zonas de influencia para que pudieran servir como aulas provisionales.
11.- Dotar de herramientas formativas y de otra índole al profesorado, contando con los CEPs, a las familias, a través de las FAMPAS y Escuelas de familias, y al alumnado para enfrentarse a las situaciones que abre esta nueva realidad educativa: Competencias digitales, gestión emocional, organización del trabajo autónomo, conciliación…
12.- En esta situación extraordinaria, instamos a las Administraciones competentes a la suficiente dotación presupuestaria para implementar las medidas que se adopten.