A quienes no dan la talla.
Palmaditas en el hombro
por el falso triunfo,
contiendas de cantina barata
en el órgano de nuestro pueblo,
bufidos y coces bien recogidas
en la instantánea del día:
línea continua de un síndrome
sin solución, pócima o brebaje.
Brotes y rebrotes de lo primitivo
animan la fiesta del matadero,
con vino en porrón y sociópatas varios
en un corcel sin pegasos alados.
Es la feria del CANALLA,
de lo grotesco o la inmundicia,
de la tajada al marrano,
del triste BOCADO , el sarcasmo,
el lenguaje incendiario,
del estribillo diario
del que ya no es humano:
INMORAL U OPORTUNISTA DEL DESCARO.
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Profesor de ESO