La noticia me ha dejado helado, pues cuando llegas a los 65 años, como yo, y echas la vista atrás, muchas de las cosas que vives son recuerdos. Y muchos son los que me vienen a la mente de mis años cursados en el Aula Permanente de Formación Abierta para mayores, o sea, la Universidad para los viejos.
Se ha creado una polémica por la eliminación de los programas para mayores para la Universidad de Granada y no podía ser menos, pues nadie, sí como lo leen, nadie puede imaginarse el buen hacer y la terapia tan extraordinaria que ha supuesto para muchos de mi generación el poder asistir durante tres años a estos Curso tan buenos y aprovechables.
No sé qué piensa el Gobierno andaluz y, especialmente, a su máximo representante en la provincia y presidente del PP granadino, Pablo García, que dé la cara y se interese por este caso con objeto de darle la vuelta a la situación. Años hace que cada curso se soportaban los recortes presupuestarios, el cambio de ubicación de las clases, que si Facultad de Medicina en Avda. Madrid, que si Escuela de Enfermería, nuevamente a la facultad y así como tratando de ubicar a los jodidos mayores. Pues bien a pesar de los pesares, estos programas se han venido desarrollando sin inconveniente alguno, dando una formación permanente fundamental para un envejecimiento activo y la posibilidad de aprendizaje a las y los mayores que acuden a las sedes de Granada capital, Guadix, Baza y Motril, así como a los centros que la UGR tiene en Ceuta y Melilla.
No exagero si digo que mis mejores años de aprendizaje y relajación personal como alumno activo y participativo fueron en el aula de mayores. Asignaturas como filosofía, psicología, historia de Granada, dieta y salud, etc. fueron claro ejemplo del bien hacer del profesorado. Por favor, todo lo que sea invertir en educación es futuro y si ese futuro es en nuestros mayores mejor aún, pues ya estamos presentes en él.
(NOTA: Este texto de Antonio Luis Gallardo se ha publicado como Carta al Director en la edición impresa de IDEAL correspondiente al lunes, 24 de agosto de 2020)
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