De las tres funciones que tiene asignada la Inspección Educativa en Andalucía: supervisión y control, evaluación y asesoramiento, esta última es la que menos relevancia tiene en su práctica profesional. Y, sobre todo, la de asesoramiento pedagógico.
Está falta de asesoramiento pedagógico, se debe por un lado a que en sus planes anuales, ponen el énfasis en actuaciones de tipo burocrático y por otro y tal vez más importante aún, a que en el perfil de acceso a la función inspectora, los méritos por experiencia en la innovación docente son escasamente relevantes.
En consecuencia, la pregunta que nos podríamos hacer sería la siguiente : ¿Cómo va a asesorar pedagógicamente un inspector o inspectora, de algo que no formó parte importante de su práctica docente?
Y no es que el Decreto que regula la organización y funcionamiento de la Inspección Educativa, no recoja esta función. Al definir sus funciones, se recoge textualmente :
“Colaborar en la mejora de la práctica docente y del funcionamiento de los centros, así como en los procesos de reforma educativa y de renovación pedagógica”.
Sin embargo, el carácter marcadamente administrativista y burocrático de la mayoría de sus actuaciones, el gran número de intervenciones incidentales en los centros y la ya referida falta de experiencia innovadora, hacen que la función de asesoramiento pedagógica sea muy escasa o discontinua, en el mejor de los casos.
A lo largo de mis casi treinta años en la Inspección, he intentado compartir con todos los centros con los que he trabajado, mis experiencias pedagógicas. Fui muy afortunado, porque siendo un joven maestro conocí el M.C.E.P. ( Movimiento Cooperativo de Escuela Popular ).
Este encuentro posibilitó que junto a muchos compañeros y compañeras, desarrolláramos mediante el trabajo cooperativo nuestras prácticas docentes. A partir de ahí, nos planteamos que la Educación tenía que partir de los intereses del alumnado y que fueran ellos mismos, los que construyeran sus aprendizajes desde la creatividad, la investigación, la cooperación y resolvieran los conflictos en asambleas.
Tal como hemos dicho antes, el asesoramiento pedagógico entra dentro de las funciones de la Inspección educativa. Pero, cómo llevarla a cabo …
Facilitando con nuestras actuaciones en los centros, un ambiente de confianza, apoyo y seguridad legal, que les ayude a perder los miedos y superar barreras, que en muchas ocasiones son mentales.
Motivando, animando a los docentes para que sientan la necesidad, de que las innovaciones en sus aulas son necesarias, posibles y fuente de satisfacción en su trabajo.
Proponiendo metodologías, técnicas y experiencias, como resultado de nuestra experiencia docente.
Participando directamente en el seguimiento de proyectos, creación de grupos de trabajo, realización de encuentros y Jornadas.
Durante mi trabajo en cada zona de inspección, siempre he desarrollado esos encuentros, grupos de trabajo y jornadas de intercambio de experiencias innovadoras.
En las Jornadas participaban y asistían todos los sectores de la comunidad educativa, profesorado, alumnado, familias y Ayuntamientos. Todas las experiencias eran posteriormente difundidas, no solo entre los centros participantes, sino que se hacían públicos a través de las redes.
Difundiendo las experiencias, los materiales, las actividades entre los centros de la zona educativa, generando un trabajo colaborativo.
Implicando a las familias, partes imprescindibles, para que las innovaciones sean aceptadas por toda la comunidad y de ese modo los resultados serán mucho más profundos y estables.
Para que las familias participen, se sientan cómodas y útiles, tiene que haber más que buenas intenciones y palabras. Es por eso que siempre he intentado animarlas e implicarlas con su participación, animando a la creación de Escuelas de familias, para que dieran conferencias en los centros, de temas en las que eran especialistas, colaborando con proyectos de actividades, participando en efemérides y también por mi parte, convocando conferencias y charlas-debate conjuntas con el profesorado y las familias.
Con estas aportaciones, el trabajo de la Inspección puede ser mucho más útil. Mi experiencia me dice, que cuando los docentes ven al frente de estas propuestas a su inspector o inspectora, las innovaciones se producen de una manera más rápida y se consolidan con mayor facilidad.
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licenciado en Historia, ha sido maestro e Inspector de Educación.
Escribe artículos, realiza vídeos y es autor de libros sobre temas de Educación,
entre los que destacaría “La Investigación del Medio en la Escuela”.
Comentarios
3 respuestas a «Paco Olvera: «Por una inspección educativa que asesore pedagógicamente»»
No me ha pasado inadvertido, Dn. Francisco, su bien traído y valiente artículo (en lo que a su labor, como tal, usted ha llevado a cabo) sobre el papel de los Inspectores en el campo de sus competencias y obligaciones. Y ello por dos razones: la primera, efectivamente, por el papel meramente burocrático y policial que ha venido ejerciendo ese Cuerpo desde que tengo uso de razón como docente. La segunda, por su insistencia , Sr. Olvera, en la necesidad de llevar a cabo esa «Renovación Pedagógica» que tanto propugna. Insistencia que vería lógica y necesaria, si en lo que a metodologías y recursos digitales se refiere. Porque ¿qué Renovación se puede esperar de esas Técnicas Freinet que usted tanteo pondera en ensayos, crónicas y vídeos, si el tal Celestine Freinet, ejerció su docencia y métodos didácticos hace casi cien años?
«Renovarse o morir» dice el sabio refranero, pero ¿qué nos puede aportar un señor que utilizaba para sus ediciones escolares una imprenta de gelatina, cuando nuestros alumnos disponen hoy de tales sofisticadas tecnologías que ni nosotros, los docentes, sabemos manejar apenas ?
¿Me puede explicar qué significa exactamente «Renovar la Pedagogía?
Gracias por su excelente trabajo como investigador y difusor de la «Mejora Educativa» Necesitamos de sus conocimientos y experiencia.
Querido Isidro :
Te agradezco tus felicitaciones por mi trabajo, pero al mismo tiempo quedo sorprendido al considerar que lo que defiendo está obsoleto.
Creo que partes de un error de base. No son ni la imprenta ni la «gelatina», lo que le sigue dando Querido Isidro :
Te agradezco tus felicitaciones por mi trabajo, pero al mismo tiempo quedo sorprendido al considerar que lo que defiendo está obsoleto.
Creo que partes de un error de base. No son ni la imprenta ni la «gelatina», lo que le sigue dando vigencia a la pedagogía Freinet.
Lo que a día de hoy le sigue dando validez y utilidad a las propuestas freinetianas, son sus principios pedagógicos, como la Neuroeducación ha venido a corroborar.
Para Freinet los niños y niñas eran sujetos a los que habia que considerar y respetar, a los que había que educar ética y moralmente, a los que había que darles la palabra y la participación democrática. Quería que se expresaran con libertad y creatividad. De ahí técnicas como el texto libre. También defendía unas matemáticas insertas en la vida. Para él eran fundamentales los procesos de investigación. La correspondencia escolar posibilitaba compartir trabajos y ampliar horizontes.
Desde que te conozco, sé que has compartido esos principios educativas, de ahi mi extrañeza al leerte en tu comentario que son antiguos. Que lleven funcionando mucho tiempo, no les resta un ápice de su bondad pedagogica.
Pero me sorprende aún más, cuando tú ahora, con esa maravillosa y original pedagogía andariega, lo que trasladas, según yo lo veo, son esos mismos principios que he citado anteriormente.
No, no es tu burrita «Mo», por muy antiguo medio de transporte que sea, la que hace grande tu pedagogía. A tu pedagogía la hace grande su espíritu fundamentado en unos principios pedagógicos.
Te contesto aquí, aunque no creo que sea por sus evidentes limitaciines, el lugar para un debate tsn interesante.
Recibe un cariñoso abrazo. vigencia a la pedagogía Freinet.
Lo que a día de hoy le sigue dando validez y utilidad a las propuestas freinetianas, son sus principios pedagógicos, como la Neuroeducación ha venido a corroborar.
Para Freinet los niños y niñas eran sujetos a los que habia que considerar y respetar, a los que había que educar ética y moralmente, a los que había que darles la palabra y la participación democrática. Quería que se expresaran con libertad y creatividad. De ahí técnicas como el texto libre. También defendía unas matemáticas insertas en la vida. Para él eran fundamentales los procesos de investigación. La correspondencia escolar posibilitaba compartir trabajos y ampliar horizontes.
Desde que te conozco, sé que has compartido esos principios educativas, de ahi mi extrañeza al leerte en tu comentario que son antiguos. Que lleven funcionando mucho tiempo, no les resta un ápice de su bondad pedagogica.
Pero me sorprende aún más, cuando tú ahora, con esa maravillosa y original pedagogía andariega, lo que trasladas, según yo lo veo, son esos mismos principios que he citado anteriormente.
No, no es tu burrita «Mo», por muy antiguo medio de transporte que sea, la que hace grande tu pedagogía. A tu pedagogía la hace grande su espíritu fundamentado en unos principios pedagógicos.
Te contesto aquí, aunque no creo que sea por sus evidentes limitaciines, el lugar para un debate tsn interesante.
Recibe un cariñoso abrazo.
Querido Isidro :
Te agradezco tus felicitaciones por mi trabajo, pero al mismo tiempo quedo sorprendido al considerar que lo que defiendo está obsoleto.
Creo que partes de un error de base. No son ni la imprenta ni la «gelatina», lo que le sigue dando vigencia a la pedagogía Freinet.
Lo que a día de hoy le sigue dando validez y utilidad a las propuestas freinetianas, son sus principios pedagógicos, como la Neuroeducación ha venido a corroborar.
Para Freinet los niños y niñas eran sujetos a los que había que considerar y respetar, a los que había que educar ética y moralmente, a los que había que darles la palabra y la participación democrática. Quería que se expresaran con libertad y creatividad. De ahí técnicas como el texto libre. También defendía unas matemáticas insertas en la vida. Para él eran fundamentales los procesos de investigación. La correspondencia escolar posibilitaba compartir trabajos y ampliar horizontes.
Desde que te conozco, sé que has compartido esos principios educativas, de ahí mi extrañeza al leerte en tu comentario que son antiguos. Que lleven funcionando mucho tiempo, no les resta un ápice de su bondad pedagógica.
Pero me sorprende aún más, cuando tú ahora, con esa maravillosa y original pedagogía andariega, lo que trasladas, según yo lo veo, son esos mismos principios que he citado anteriormente.
No, no es tu burrita «Mo», por muy antiguo medio de transporte que sea, la que hace grande tu pedagogía. A tu pedagogía la hace grande su espíritu fundamentado en unos principios pedagógicos.
Te contesto aquí, aunque no creo que sea por sus evidentes limitaciones, el lugar para un debate tan interesante.
Recibe un cariñoso abrazo.