Aromas del Laurel (02): Antonio Gala y los Sonetos de La Zubia

A veces un éxito literario puede dar fama al lugar en el que se ha escrito o inspirado, sea el sitio real o inventado. Famosos son los casos del Viaje a la Alcarria de Cela, o del Ainielle de la Lluvia Amarilla de Julio Llamazares.

En el mundo de la poesía también sucede algo parecido, recordemos Campos de Castilla, de Machado; pero también los “Sonetos de La Zubia”, de Antonio Gala. Desde hace años estos poemas se han considerado una de las mejores obras de este prolífico escritor. Fueron escritos como fruto de su relación con el joven escultor granadino, Rafael Marín Girón, nacido en La Zubia, con el que compartió su vida durante más de una década en los años 60 del siglo XX; aunque los poemas no verían la luz hasta bastantes años después. De Rafael escribirá Gala: “Como hombre, Rafael Marín era abierto pródigo. Su pecho fue una de las más grandes extensiones que me ha sido dado habitar. Tuve con él una conversación que interrumpió la muerte. Más tarde o más temprano coincidiremos otra vez en algún sitio. Y baste.

Rafael Marín Girón había nacido en La Zubia en 1940; y ya en los años 50 empezó el bachillerato robándole tiempo a lo que era su afición, el barro con el que modela figuras para belenes. Asiste a la Escuela de Bellas Artes y comienza estudios de Bellas Artes y Ciencias Políticas, pero trabaja en un taller de artesanía. Viaja por Europa y Japón estudiando técnicas populares. En 1970 regresa y hace varios encargos para Patrimonio Artístico Nacional. Trabajó con los máximos exponentes granadino y nacional de la época: Francisco López Burgos y Juan de Ávalos. En 1974 y 1976 hace sus primeras exposiciones en Málaga y Madrid. A partir de entonces se concentra en retratos y escultura de pequeño tamaño. Su obra está muy dispersa porque nunca llevó un fichero de las obras que vendía o regalaba. Decía que “el arte es para dispensarlo generosamente”.

Rafael Marín Girón (1940-1978) en su estudio

Cuando se publicaron en el diario ABC los 27 poemas de La Zubia en noviembre de 1987, el diario afirmaba que “en el verano de 1986, en La Zubia, pueblecito cercano a Granada, escribió estos sonetos de amor que se publican ahora por primera vez en su integridad en edición especialmente revisada por su autor para ABC literario”. Los editores olvidaron reseñar que varios años antes en 1981 ya se había publicado otra obra denominada “11 sonetos de La Zubia”. Todavía los poemas conocerán otra edición, en 1999, junto al resto de obra poética del autor.

Diario ABC de 7 de noviembre de 1987

A partir de entonces, casi todas las antologías poéticas del literato han incluido alguno de estos sonetos. En total, forman un corpus de 38 poemas, aunque se dice que el número original era el de cien. Según su propio autor: “En una tabernilla olvidé los autógrafos de los cien Sonetos de La Zubia, un libro recién acabado de poemas de amor. Cuando volvimos, no estaban. Los habían barrido, o qué sé yo. Nos reíamos. ¿Qué importa? Estábamos nosotros. Y el amor. Y el Albayzín. Estaba con nosotros la vida: de nuestra parte estaba”. Lo que hoy tenemos es una reconstrucción memorística por parte del autor de estos treinta y ocho poemas. Antes de editarlos el propio autor los recitaba en diversos encuentros y recitales.

Portada de la primera edición de los Sonetos de La Zubia en 1981

Tal vez la fecha que daban los editores de ABC, 1986, se trate de una errata por 1968, porque sabemos que parte de estos poemas fueron escritos por Gala en su estancia en universidades americanas en el año 1966-67, y parece los terminó al año siguiente. También omitieron estos críticos que se trataban de poemas decididamente homoeróticos, directos, no metafóricos que utilizan la dictadura del soneto, como forma poética más apropiada para los sentimientos que entonces albergaba el escritor. Según el propio autor “aquellos poemas tenían una causa extraordinariamente concreta y si no se repitiese esa causa ya no podría volver a escribir esos poemas. Serían y sonarían a falsos”. La primera edición, la de los 11 sonetos,  venia ilustrada con un grabado en la portada de un grupo de jóvenes apolíneos desnudos en una bacanal, del dibujante inglés Aubrey Bearsley, conocido por sus dibujos hedonistas y sensuales. Toda una declaración de intenciones. Otra cita del propio Gala lo aclara de nuevo “Los sonetos de La Zubia están escritos a pie de obra, con el corazón. Ahí el poeta se ve sometido a un tiempo a la rígida y fiera disciplina del amor y a la rígida y suave disciplina del soneto”.

Parte del programa de Poesía en el Laurel 2005

Su importancia para nuestro pueblo, no depende sólo de la categoría de los sonetos y del autor, porque si el protagonista de los mismos es el amor, la geografía tiene un aspecto muy importante en este poemario. Geografía que se centra en La Zubia, pero también en Granada, en la ciudad, el Albaycín, la Alhambra, el Generalife, etc. A raíz del éxito de dichos poemas, asociados al nombre del municipio, la organización del certamen “Poesía en el Laurel”, decidió invitar al autor en su segunda edición en 2005, para la clausura del mismo. En una rueda de prensa previa el autor explicó que “se llaman de La Zubia porque los empecé allí”; y seguía recalcando su carácter amoroso: “Cuando alguien me dice que hace el amor con mis sonetos, se me pone la carne de gallina, me emociona y se lo agradezco”, pero añadía “aunque mis sonetos hablan más de la ruptura”.

Noche de Gala en La Zubia, según el diario IDEAL de aquellas fechas

En 2010 le sería concedida la medalla de oro del municipio que entrega anualmente con motivo del día de Andalucía. Antes se había inaugurado un cuadro cerámico en una pared de la ermita de San Pedro, con uno de los poemas con la presencia de su autor. El mismo Gala mostró la errata insertada en el cuarto verso, donde se pintó “describe”, por el “escribe” que debería aparecer. Ese día el escritor expresaba sus emociones mezcla de alegría y tristeza porque “cuando llegué a La Zubia por primera vez hace 45 años encontré el amor, un amor que ya ha muerto, y en parte también he muerto yo, esa persona que era”. Finalizaría su discurso con estas bellas palabras “Aquí dejo mi corazón, en La Zubia, cuidádmelo”.

Antonio Gala en la inauguración de un cuadro cerámico con uno de sus sonetos

Dejo para el final una reproducción de uno de los sonetos de La Zubia, el dedicado especialmente a sus dos protagonistas, su autor Antonio Gala, y Rafael Marín, cuyo amor o desamor inspiraron estos emocionados poemas.

Soneto XXVII

Cerámica inaugurada por Antonio Gala en La Zubia en 2010

El agua por tu vega derramada

Árabe de Granada tú, y romano

yo de Córdoba, no nos engañemos:

aunque el amor acerque los extremos

siempre algo habrá recóndito y lejano.

En este misterio mano a mano

En que hace tiempo ya que nos perdemos,

Distintos y obligados seguiremos:

Así el otoño se va tras el verano.

Al verde altivo de Sierra Moreno

No agravia el filo de Sierra Nevada,

Ni mi silencio entre tus muros suena.

en mi campiña, oculta, se serena

como el amor en Córdoba y Granada.

AROMAS DEL LAUREL:

Un recorrido por la historia de La Zubia.

Alberto Martín Quirantes

Miembro del CEI Al-Zawiya

VER CAPÍTULOS ANTERIORES:

01 La Inquisición en La Zubia
02 Antonio Gala y los Sonetos de La Zubia

 

Redacción

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Comentarios

Una respuesta a «Aromas del Laurel (02): Antonio Gala y los Sonetos de La Zubia»

  1. Genís Campillo

    En el soneto que se transcribe, con el primer verso… “Árabe de Granada tú, y romano”… el primer verso del segundo terceto… “El agua por tu vega derramada”… ha quedado desplazado arriba de todo del soneto, como si fuera el primero.

    Gracias.

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