La incertidumbre y el pánico, las responsabilidades y las renuncias de una mujer que poco a poco va tomándole el pulso a la cotidianeidad.
Traducida por Irene Aragón, la editorial asturiana Hoja de Plata apuesta por la edición de La mujer borrador, cuya autora es la francesa Amandine Dhée. En la cubierta del libro, el título principal viene complementado con un subtítulo que despeja el horizonte interpretativo al lector: “pequeño manual de dudas para futuras mamás feministas”. Y es que si hay un rasgo definidor de esta breve obra es ese, las dudas.
La mujer borrador adopta en ocasiones la forma de un diario sobre las transformaciones de una mujer dominada por sentimientos antagónicos. Ya recién embarazada su vida ha cambiado. La mitad del libro se desarrolla en el estado de la prematernidad, muy alejado del ideal materno de vivir los meses anteriores al alumbramiento con total regocijo.
Irónica y mordaz, la narradora diseña un autorretrato que poco o nada tiene que ver con el imaginario social de la maternidad. La incertidumbre y el pánico, las responsabilidades y las renuncias de una mujer que poco a poco va tomándole el pulso a una cotidianeidad (agendas, compromisos y trabajo fundamentalmente) que ya no es la de antes, cambia la perspectiva y actitud vitales: “Por una vez, siento que estoy en el lado de la vida, sin pasado que me persiga ni futuro que me preocupe. Su alegría me contagia. […] Ver el mundo con los ojos de un bebe me vuelve ligera. Es un antídoto radical contra el cinismo. Termino siendo yo misma, contenta de reencontrarme” (página 54).
En una continua dialéctica consigo misma, la sintaxis en muchas ocasiones es telegráfica, a modo de anotaciones que recogen un sentimiento angustioso o reflexivo que la autora quiere registrar y, en este sentido, el cuerpo constituye un medio conocimiento en su experiencia tanto física como psicológica, en un continuo aprendizaje también de la socialización.
No deja pasar la oportunidad la autoridad para poner sobre el tapete textual el imaginario de los niños y niñas, “órdenes disfrazadas de juguetes” (página 79) que hace mención a los estereotipos como respuesta a convenciones sociales.
Son muchas las dimensiones de la feminidad que propone la escritora francesa Amandine Dhée a través de una protagonista que ella misma se define como mujer-lagarto, feminista, escritora… y ahora madre.
Un libro muy recomendable, no solo para mujeres sino también para todos los hombres, para entender y empatizar con los estados de ánimo que experimenta una mujer ante la aventura de la maternidad.
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Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato