Mis queridos alumnos ‘Malos tiempos para la lírica’, estribillo y canción de Golpes Bajos (grupo musical ochentero, recuerdos de mi juventud). Título que en parte describiría la situación social vivida en la actualidad. Sí, queridos alumnos, son malos tiempos para la lírica, malos tiempos para los abrazos y las caricias, malos tiempos para enamorar, coquetear e ir desgranando todo el elenco de emociones que tras una mascarilla y una distancia protocolaria de dos metros nos impone la situación sanitaria y social que vivimos actualmente. Sentados en vuestros pupitres puedo percibir la alegría que vuestra adolescencia desprende. De vuestro rostro solo conozco los ojos, que reflejan esa vitalidad sesgada pero no ahogada.
Adaptados a los nuevos tiempos estoicamente, atendéis pacientemente mis lecciones, tomáis apuntes, participáis y os entusiasmáis cuando decidimos poner una ‘peli in English’, como vosotros me decís. Preciado baluarte de nuestra sociedad, no desistáis de vuestros sueños. No hay mal que cien años dure, y este que nos acecha también tendrá su fin.
Mi dedicación a la enseñanza se remonta a unos cinco lustros en los que ha habido muchas decepciones, frustraciones, alegrías y satisfacciones, pero hoy solo quiero rendir un sentido homenaje a mis alumnos, que tras sus pupitres, mascarilla en rostro y bolígrafo en mano, soportan
diariamente la ardua tarea de asistir a clase en estas penosas condiciones debido a la pandemia, en las que una actividad en equipo se convierte en una utopía, un beso robado en toda una hazaña y unas manos entrelazadas en un solemne agravio. Pero no olvidéis que «la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia».
MARÍA JESÚS RIPOLL QUINTANA
PROFESORA EN EL IES MARIANA PINEDA (GRANADA)
(Nota: Este texto se ha incluido en la sección de Cartas al Director del diario IDEAL correspondiente al 31 de marzo de 2021)