Katharine Viner es la directora de uno de los periódicos on-line más prestigiosos de Estados Unidos, llamado The Guardian News & Media, hace unos años escribió un artículo titulado: “Cómo la tecnología ha adaptado la verdad”, en él Viner describe el curioso fenómeno que se está produciendo en el mundo digital: la aparición y el uso de los algoritmos.
La palabra algoritmo proviene del latín “alborarismus” y éste a su vez del árabe hisabu Igubar, que significa “cálculo mediante cifras arábigas”. Se trata simplemente de un conjunto ordenado y finito de operaciones simples a través del cual podemos hallar la solución a un problema. Se desarrollaron mucho en matemáticas con el llamado Cálculo numérico para obtener soluciones aproximadas de ecuaciones que no se podían resolver de forma exacta.
Hace unos años nos parecía curioso cómo al entrar en una web cualquiera, nos aparecían anuncios de productos que habíamos visto en Amazon tan solo unas pocas horas antes, o de viajes a una ciudad sobre la que habíamos investigado recientemente en Google, o que habíamos mencionado en un correo personal. Hoy en día ya no nos sorprende a nadie. Ahora lo que nos estamos encontrando es que esa estrategia, que se usaba para la venta de productos por Internet, empieza a emplearse también para las noticias que más nos gustan. La mayoría de ciudadanos consumimos noticias, cada vez más a través de plataformas de Internet y darle al cliente lo que desea es una forma de fidelizarlo. Esa es la estrategia por la que muchos han optado para obtener tráfico en la red.
Viner explica que los algoritmos que alimentan las fuentes de noticias de buscadores como los de Facebook o Google están diseñados para presentar al público lo que cada uno quiere ver. Eso hace que lo que encontramos cada día al entrar en nuestros perfiles personales o en las búsquedas que hacemos ha sido intencionadamente filtrado para reforzar nuestras propias ideas, gustos o creencias.
Se trata de un esfuerzo por amoldar los contenidos al gusto de los usuarios, pero el efecto que produce es que nos presenta una realidad configurada y decorada a nuestro antojo, que tendemos a aceptar con una sonrisa complaciente con poco sentido crítico. Ese esfuerzo de las grandes compañías de Internet por atraer visitantes les está llevando a invertir mucho en lograr presentar a cada uno lo que son sus preferencias. En otros casos es todavía más preocupante ya que lo que esconden es una intención de tergiversar los hechos a favor de una determinada postura social, ideológica o política.
Estos días estamos siendo testigos de unas revelaciones inéditas sobre el maltrato sicológico al que ha sido sometida la hija de una de nuestras grandes de España y podemos comprobar cómo las noticias, twiter y todas las tendencias de opinión van cambiando de un día para otros según convenga a las cadenas de televisión o los anunciantes.
Pocas personas son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los prejuicios de su entorno social. La mayoría incluso son incapaces de formarse tales opiniones. Albert Einstein.
Eso significa que cada vez será menos probable que encontremos información que nos desafíe o que amplíe nuestra visión y, por tanto, cada vez será más difícil que encontremos razones que refuten la información falsa que personas de nuestro entorno ideológico hayan podido compartir.
No podemos culpar por completo al marketing o a los medios de comunicación. Hay que pensar también en razones más profundas y están dentro de nosotros, si nos rodeamos de un ambiente en el que todo se selecciona según nuestras preferencias personales, si sólo nos llega lo que nos gusta, de las personas que nos atraen, sobre los temas que nos interesan y con el enfoque que más nos seduce, entonces estamos condenados a nunca cambiar de opinión ni de visión de las cosas y eso no es una buena noticia..
Esto puede ocurrir cuando no reflexionamos sobre las fuentes de noticias que leemos, cuando apartamos la mirada con desprecio de aquellos puntos de vista que nos desagradan o nos desafían. A veces huimos de todo esto sin detenernos a pensar en cómo se pueden interpretar las cosas desde otra perspectiva como si todo lo que no coincidiera con nuestras ideas pudiese catalogarse como mentira, falacia o simplemente repugnante.
Necesitamos conocer puntos de vista diferentes ya que siempre nos aportan algo para conocer mejor la realidad. Para hacerlo con fruto, es importante tener capacidad crítica y la disposición de acercarnos a esas opiniones diversas, no con desconfianza, sino con un espíritu abierto con el estudio cuidadoso de la verdad sobre los hechos, las personas o las situaciones. También es fundamental no ir con prejuicios al encuentro de otras opiniones. La ternura al acoger a los otros, convencidos de que la verdad nunca se presenta con el blanco o el negro, sino que son la infinita gama de grises la que nos lleva al completo acercamiento a los demás
No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahoguen tu propia voz interior. Steve Jobs
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Psicóloga especializada en Mindfulness y
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