Tenemos otro personaje en el mundo del sello que nos adentra en el de la radio, aunque la emisora estatal noruega fue una de las primeras en abandonar la onda corta y, cancelar también, su breve boletín de noticias [cinco minutos] en la lengua de Cervantes que eran de vital importancia para los pescadores españoles en el Atlántico Norte y para los diexistas [radioescuchas] la única oportunidad de cazar un país exótico en la radio internacional a pesar de la relativa cercanía.
Durante algunos años organizaciones políticas del sudeste asiático mantuvieron en el aire las emisiones nacidas en este país nórdico y daba oportunidad de verificarlo y obtener la ansiada QSL aunque no era fácil descifrar el contenido de esas emisiones en lenguas extrañas para un oyente español. Llevamos más de tres décadas con el espectro nórdico prácticamente mudo. Las noticias de aquella región son cada vez más opacas y prácticamente territorios ignotos para los medios de comunicación, aunque los Premios Nobel (Suecia y Noruega) o la Educación (Finlandia) los trae a los medios españoles.
Hoy Alf Prøysen [23 de julio de 1914 – 23 de noviembre de 1970, nació en Rudshøgda (Ringsaker) donde se activó un matasellos especial en julio 2014] escritor y músico, acabó convirtiéndose en uno de los personajes culturales más importantes de Noruega en la segunda mitad del siglo XX [falleció con 56 años], dejó contribuciones en varios campos de la cultura, la radio y la televisión, la literatura y la música, las facetas que más lo popularizaron y es recordado por las personas que disfrutaron de su talento gracias a las ondas hertzianas.
No fue un prolífico autor -prácticamente es ignorado por los diccionarios literarios españoles donde no encontré ninguna referencia en la biblioteca que frecuento- su única novela Trost i Taklampa, fue un éxito en la Noruega de mediados del siglo XX. En 1950 explosionó su visión sobre el mundo rural y la terrible urbanización que afectó negativamente al agro que, prácticamente, abandonó en masa la naturaleza para instalarse, a veces en peores condiciones, en los anillos industriales de las ciudades. Su novela triunfó, literariamente hablando, y ese éxito se acrecentó con la obra de teatro homónima.
Prøysen estaba extrayendo lo mejor de su vida y retratando su historia en la que era experto: el clásico hijo de un campesino sin tierra o lo que es lo mismo un labrador que no se avergonzó de sus orígenes sino al contrario, los reivindicó y los noveló, divulgándolos concienzudamente, el literato que más los dignificó. Esas vivencias se encuentran en sus relatos o historias cortas, en sus canciones o en las descripciones que dibujaban, con demasiado realismo y sátira, las duras condiciones de las relaciones humanas en la cotidianidad nórdica que se nos presenta como el paradigma del bienestar y no deja de ser un escudo que tapa un carácter a veces huraño o indiferencia ante el visitante, ya sea simple paseante o trabajador en busca de nuevos horizontes.
Posiblemente su personaje más popular fue la Señora Pepperpot [Teskjekjerringa o La dama de la cucharilla]. Se trata de la clásica abuela que nunca sabe cuando se acabará convirtiendo en una cucharilla y en el sello la vemos casi del tamaño de una rata a la que parece estar riñendo.
En el otro ejemplar encontramos el motivo radial por excelencia: un transistor de su época [lamentablemente no sabemos el modelo ni el fabricante], con su dial de cristal, sus botones y su asa en el lado superior. En mi niñez solía acompañar a los campesinos [los que podían pagarlo claro está] en su duro y diario quehacer agrícola; en el lado izquierdo encontramos la foto del escritor en una clásica pose entre pícaro y risueño. Prøysen fue el más joven de un hogar de cuatro hermanos, siempre estuvo muy unido a su madre Julie. En 1948 se casó con Else Storhang y tuvieron dos descendientes Elin Julie y Alf Cetil; murió de cáncer el 23 de noviembre de 1970.
De acuerdo con las pesquisas en la red, la nicaragüense Katia Cardenal la que, en cierta medida, lo hizo asequible al público hispano cuando grabó, a finales de los noventa, sendos discos en Oslo (“Navegas por las costas” fue disco de oro en Noruega en 1999) y el otro que se tituló EN REVESLANDIA donde incluyó las traducciones al español del trovador noruego que acabaron encumbrando a la solista nicaragüense ante la sociedad nórdica donde es consumada intérprete y realiza conciertos que no dejan indiferentes a los asistentes.
Los sellos aparecieron el 13 de junio de 2014. Hicieron posible estas dos estampillas Borghild Rud (Ilustración), Magnus Rakeng (Diseño) y Hakon Messel (Fotografía de la NRK o Radio Nacional de Noruega). Es un facial
cifrado de porte nacional equivalente a 10 coronas que en ambos casos se emiten en bobinas de 100 ejemplares y una tirada de 6.330.000 efectos que nos hace pensar en un valor para la serie básica y masivo uso en el interior del país, impresión en offset por la holandesa Joh. Enschedé Secutiry Print.
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Maestro de Primaria, licenciado en Geografía
y estudios de doctorado en Historia de América.
Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas
del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.