Avivar la vida es la labor que realizamos mucho de los mayores que ingresamos como estudiantes en las Aulas universitarias, absorbidos por un mundo lleno de reclamos, con un propósito de evitar que el viejo entre en nuestro cuerpo, que se apodere de nuestra mente y espíritu. El otro día me contaban un chascarrillo un poco peculiar, pero con un mensaje subyacente, comparaban la vida con un rollo de papel de higiénico, cuanto más se aproxima al final más rápido gira. La realidad es que los años en esta segunda etapa de la vida parecen que tienen alas. Ahora, en esta metamorfosis, vemos las cosas de otra forma, la mirada se vuelve más sosegada, el sentido del humor más fino para abandonarse en una risa espontanea con familiares y amigos.

Aquí, os traigo unas palabras en este artículo colmadas de ilusión, con el deseo de convertirme en las manos y los ojos de mis compañeros que formamos el grupo de fotografía.

El curso de la Universidad ha finalizado antes que la primavera nos abandone y nos deja sus huellas artísticas, en una exposición virtual de fotografía realizada por los alumnos del Segundo Ciclo del Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada y montada por la profesora Lucía Martínez Cabrera. Puede visitarse de forma virtual hasta el 21 de junio 2021. https://peopleartfactory.com/g/k8cYo1MuIOcIe9tAwZJT 

La seducción que ejerce Granada, tanto para los nativos como para los foráneos, se debe a algo más, que no descubrimos en otras ciudades. Quizás sea su autenticidad lograda a través de las civilizaciones que dejaron su originalidad encarnada en sus monumentos, calles y barrios, la nostalgia de un pasado reciente floreciente, en sus héroes viviente y míticos de todos los tiempos: La reina Isabel la Católica, el Gran Capitán Fernando Fdez. de Córdoba, Abu Haq Es Saheli, Mariana Pineda, Eugenia de Montijo, Federico García Lorca, Washington Irving, Enrique Morente… forman parte de una larga lista de hombres y mujeres, actores que habitaron y llevaron con su fuerza a Granada al mundo.

El detalle, conseguir plasmar en el objetivo de la cámara o del móvil, un detalle. Me preguntaba ¿La belleza de Granada es posible comprimirla en un objeto, en una forma, en una insinuación? Reconozco que hay que tener imaginación, para que lo colectivo y lo individual se reconcilien en una imagen, fundir la fuerza de una ciudad de ayer o de hoy o ambas a la vez. Como novel en la fotografía me suponía una catarsis, debía liberar mi mente y dejarme llevar. Al final, la experiencia de la pintura que se alimenta de horas y horas para la elaboración de la obra no simpatizaba con la inmediatez de la foto, pero hay algo significativo en las dos que las hermanan, la luz.

La luz ese tapiz mágico que todo lo cambia, la ciudad sus calles y monumentos se visten y se desvisten según la hora del día, pero algo especial tiene el amanecer que abre el alba con una luz destellante como un diamante, pero quizás en mi vida en estos momentos sopla el viento de poniente de ese ocaso al que nos aproximamos y busco la luz del hechizo radiante de los atardeceres en los cielos ondulantes de Granada, de rojos, amarillos, naranjas y azules.

Cuando el sol se posaba sobre los arboles del bosque de la Alhambra, caminaba por el sendero, mis oídos se envolvían con el triar alborotado de los pájaros que retornaban a sus refugios en las copas de los árboles, mis ojos virginales se deslizaban por las cascadas de agua que siempre fueron claras, los arcos árabes de las puertas y almenas filtran la luz tamizada en un oro sedoso. Todo un espectáculo de música y belleza en una interminable despedida del día.

El grupo de estudiantes mayores con su herramienta del móvil y cámara fotográfica, se abstraigan, caminaban en sus propias soledades por el recinto amurallado de la Alhambra, del Palacio de Carlos V, de la plaza de los Aljibes….

Lo cierto que cada persona, que cada fotógrafo, encontró el mundo que le encanta, el lugar que le enamora y la exposición de imágenes se abrió a una selección variada de detalles que revelan su mensaje implícito.

Me resultaría osado comentar cada fotografía de mis compañeros, pero si invitaros a dar un paseo visual por ella. Como avance a esa pizca de curiosidad que todos poseemos, daros una pequeña pincelada de algunas: Una puerta anónima de madera del Albayzín con sus cartas en la reja, ventanas entre dos mundos interior y exterior, el caballo del Ayuntamiento de Granada que representa “El instante preciso”, la piedra que trepa en el tiempo y la ventana tatuada de invierno del Palacio de Carlos V, el agua que corre y vibra en las fuentes y cascadas, en la grandeza de la Alhambra….

La exposición de fotografía consciente de su belleza y de su efímera vida, nace y muere como una flor. A partir del 21 de este mes desparecerá.

Granada en detalle: Mª Carmen Álvarez de Cienfuegos. Rafael Baena Cortés. Mª José Caballero Grande. Juan Pablo Calvo Hernando. Manuel Codina Valero. José Mª Consuegra Navarro. Jesús García Aguña. Margarita García-Alonso Bermejo. Rosalía García Jiménez. Mª Dolores González Quirantes. Eduardo Guillén González-Novo. Mariano Hernández Sánchez. Antonio López García. Cristóbal López Hidalgo. Luis Miguel Molina Castro. Rafael Reche Silva. Mª Angustias Rodríguez Espigares. Ana Brígida Sánchez Rodríguez. José Mª Tintoré Romero. Carmen Valenzuela Entrala. José Vives Montero.

Leer más artículos de
Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la JD de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos
de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.

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