Prefacio
Dentro de las actividades de igualdad en el IES Padre Suárez, hemos propuesto otorgar todos los años un reconocimiento a la granadina del año. Pretendemos que el proceso sea participativo.
Todos los agentes educativos (profesorado, alumnado, personal de servicio, antiguos profesores y antiguos alumnos) podrán presentar candidaturas estableciéndose un sistema de votación accesible para todos. El resultado será público el día 8 de marzo coincidiendo con el día de la Mujer trabajadora. El día 26 de mayo, día de Mariana Pineda, la persona cuya candidatura hubiera sido presentada y elegida, pretendemos que asista a la entrega del reconocimiento para explicar públicamente las razones de dicha elección y acompañarla en el reconocimiento público. En el año 2021 hemos decidido elegir a Dña. María Ruiz Palomino, “Granadina del Año”, por ser la primera Directora del Suárez en sus 176 años de vida. Permítannos que lo contemos en dos estampas.
Estampa 1
El escenario reconstruye el entramado urbano de tal día como hoy, 26 de mayo. Corre el año de Nuestro Señor de 1831.
Según el periodista Gabriel Pozo Felguera [modificaremos el tiempo del verbo para acentuar la intensidad dramática]…”Fernando VII se ha dedicado a perseguir cualquier atisbo de libertad, democracia y progreso. Y está llenando los cementerios de ahorcados y ejecutados mediante garrote”. El pretexto, prosigue el periodista, es nimio…
… por reclamar un derecho,
… por escribir y pensar libremente,
… por ordenar el bordado de una bandera cualquiera,
…“como en el caso de Marianita”.
Una multitud acompaña a la rea desde el “convento de las Arrecogías” y se arremolina junto al campo del Triunfo, la explanada frente a la Parroquia de San Ildefonso, para ser más precisos, frente al antiguo convento de la Merced, para presenciar la muerte mediante garrote vil, de la primera mujer ajusticiada en Granada. Esta muerte, de hoy, conmueve a los presentes por la dignidad demostrada en el patíbulo.
Días después, el cuerpo de la joven Mariana será inhumado en el cementerio de Armengol, (donde muchos años después estuvo la Prisión Provincial de Granada), junto al actual Hospital de Traumatología.
Los restos de Mariana fueron desenterrados muy pronto y durante años procesionó, tal día como hoy, por las calles de Granada.
Y ahí empezó la leyenda popular.
Una mujer joven que encarnaba los valores románticos de belleza, fidelidad a sus ideas y a sus afectos, caló en el pueblo, entre los granadinos primero y los españoles, después, siempre escasos de mitos.
Esta historia fue novelada, contada y cantada en callejuelas y plazas, en ciudades y aldeas…pero ha llegado hasta nosotros gracias a dos personajes vinculados al IES Padre Suárez.
El primero, García Lorca, que recogió esas historias cantadas de la calle y escribió su primera obra de teatro. Federico pudo estrenar la obra de Mariana Pineda. Romance en tres estampas en 1927 en Barcelona y en Madrid. Fue llevada a las tablas por la compañía de Margarita Xirgú, con escenografía de Dalí.
“Si el poeta triunfa en las dos primeras…estampas, por su valor anecdótico, el autor dramático llega en el acto tercero, en los momentos que preceden a la muerte de Mariana Pineda… al fundirse en el pecho de la Inmolada sus dos sacrosantos amores: el amor por el hombre que hizo latir su corazón y el amor a la libertad”.
Según recoge la crítica del estreno en Madrid del ABC, de 30 de octubre de 1927.
El segundo relator, Martín Recuerda, el que fuera profesor de esta Casa primero y luego profesor universitario en La Sorbona y en universidades norteamericanas, escribió Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipciaca, en 1970. La censura prohibió su representación en ese momento y no se pudo estrenar hasta 1977, una vez instaurado en España el régimen democrático.
En esta ocasión fue dirigida por Adolfo Marsillach, con Escenografía de Montse Amenos e Isidro Prunes, e interpretada por Concha Velasco, María Luisa Ponte, Pilar Bardem, Natalia Duarte, Mercedes Lezcano y Francisco Marsó, entre otros.
Entre una y otra Mariana, cincuenta años de diferencia y un millón de muertos como le gustaba recordar a D. José.
¿Pará que ha servido que García Lorca y Martín Recuerda se convirtieran en relatores de la muerte de Marianita?
Para que llegue a nosotros ya que: “Si no hay relato, no hay historias. No hay HISTORIA con mayúsculas”.
¿Y qué sentido tienen hoy estas obras de teatro? Para que hoy, 26 de Mayo de 2021, 190 años después de su ajusticiamiento RECLAMEMOS…
REIVINDICAR a Mariana Pineda como símbolo de la libertad. Tomamos prestadas, con su permiso, las palabras de Ángeles Mora, Premio Nacional de Poesía, “ella siempre se sintió libre, tanto para enamorarse, como para pensar, como para decidir”.
ASUMAMOS el lugar de la muerte de Mariana, hoy Plaza de la Libertad, como estampa/ espacio patrimonial de estudio para nuestro alumnado. Que el entorno del Padre Suárez se convierta en una enorme Pizarra interactiva, dónde aprender historia de España.
HOY, paradójicamente, la Plaza de la libertad se cancela todos los atardeceres con las rejas que cerraban la Prisión Provincial de Granada, el lugar dónde ella fue inhumada por primera vez.
SIGAMOS RECLAMANDO. RECLAMEMOS el inmenso patrimonio humano de grandes figuras que han pasado por el IES Padre Suárez. Continuemos reivindicando a los conocidos Federico García Lorca, Ayala, etc.; pero rindamos homenaje a todos aquellos y aquellas que han contado relatos para que conozcamos la Historia.
Y con ello, postulamos el homenaje al profesor y dramaturgo D. José Martín Recuerda que hizo amar el teatro a varias generaciones de “granadinos y españoles”.
En el Suárez, todo el mundo lo sabe…mejor no hay nada [en clara alusión al Himno del Padre Suárez de nuestros queridos Jacinto y Nemesio].
CAE EL TELÓN DE LA PRIMERA ESTAMPA
Segunda estampa
Se descubre el telón y aparece un Salón de Actos decimonónico, disfrazado por las circunstancias excepcionales que estamos viviendo de pandemia. Los vetustos bancos de madera han sido sustituidos por pupitres de formica; sin que por ello, el salón y los asistentes pierdan un ápice de solemnidad. Y ocupando un lugar de honor, nuestra protagonista.
Ella, vinculada a Valderrubio, como el poeta. Y ella, como el poeta, emociona porque sabe de su compromiso ético y estético con la educación.
Se han cumplido 176 años de la fundación de este Centro Educativo (sólo 15 años después del asesinato de Mariana).
Frente a la imagen de los profesores con toga y bonete de las primeras generaciones que se expone en los pasillos de los Museos de Ciencias Naturales, resulta casi enternecedora la presencia cada vez más numerosa de profesoras en las fotos que flanquean la entrada a la “Sala de profesores y profesoras”. Después de 176 años, sólo una referencia femenina, la lápida conmemorativa que recuerda a la catedrática de Matemáticas, Dña. Mª Carmen García Arribas, recientemente fallecida, y eso nos parece insuficiente para un Claustro empeñado, como lo está, en transformar la sociedad.
Andamos faltos de heroínas reales, de carne y hueso; pero no porque no las haya habido, sino porque los referentes femeninos han sido sistemáticamente invisibilizados y silenciados.
Y es por eso [en este momento, el discurso adquiere una carga de emotividad dramática], que hemos propuesto a Dª Mª Ruiz Palomino como “Granadina del Año”, sin desdeñar sus méritos pero en nombre y en memoria de todas las profesoras que la precedieron y en nombre de todas nuestras alumnas y alumnos para que puedan vivir en un mundo de iguales.
Nosotros, tímidamente, nos convertimos en relatores para que la Historia NO OLVIDE, que Dña. María Ruiz ha sido la primera Directora del Instituto Histórico Padre Suárez, de la ciudad de Granada y que su dirección:
COINCIDIÓ con la celebración del centésimo septuagésimo quinto (175 aniversario como centro educativo).
COINCIDIÓ con una pandemia que paralizó todo, menos los servicios esenciales, y que todos los agentes educativos hicieron un gran esfuerzo; pero que en ella recayó la responsabilidad de encabezar el Histórico.
COINCIDIÓ con un enjambre sísmico que hizo tambalear los cimientos del edificio.
COINCIDIÓ en este vértice mágico marcado por el lugar en el que fue ajusticiada Mariana Pineda, con otras mujeres que han llegado a la gestión reservada a los hombres por primera vez en la historia.
Coincidiendo en el tiempo con la primera Rectora de la UGR, en 500 años de historia, Dña. Pilar Aranda Ramírez, y con la primera mujer que ocupa el cargo de Subdelegada de Gobierno en Granada, Dña. M. Inmaculada López Calahorro; a lo mejor, estos avances, significan que las cosas están cambiando.
Carmen Gómez Letrán
Hermógenes Ruiz Ruiz