«Jauría humana» es el calificativo empleado por la Policía para definir a quienes golpearon a Samuel, hasta ocasionarle la muerte. Varios chicos con edades comprendidas entre los 20 y 25 años de edad han sido detenidos, como presuntos autores de dicha agresión. Hoy, días después del citado episodio, la investigación continúa, con el firme propósito del esclarecimiento de los hechos
Es el turno de declaraciones de testigos y visionado de imágenes, si bien nadie podrá devolverle la vida. Rechazo, repulsa, incomprensión, injusticia o LGTBifobia son algunos de los términos más empleados en las numerosas manifestaciones que han marcado el mes del Orgullo en España.
¿Por qué? Una y otra vez nos hacemos la misma pregunta, sin poder hallar una respuesta comprensible o acorde con lo que debiera representar el entendimiento humano.
Según los testigos, Samuel fue golpeado como consecuencia de una actitud homófoba por parte de seres sin escrúpulos, con un instinto criminal que les llevó al asesinato de un inocente.
Ante delitos de odio como el cometido contra esta víctima, debiéramos poner el foco en las agresiones que llevan a trágicos desenlaces como el que nos ocupa.
Hace falta una educación en valores que parta de las propias familias y siga en las escuelas, si bien el primer paso debe darse desde las instituciones, evitando confrontaciones partidistas que en numerosas ocasiones siembran la semilla de la confrontación, siendo cómplices con sus declaraciones o búsqueda de votos a cualquier precio de la situación existente en nuestra sociedad.
Hoy más que nunca, sea cual sea nuestra orientación sexual, raza, ideales políticos, estatus socioeconómico o religión, deberíamos dar un paso al frente para que nunca más se produzcan atentados contra los derechos humanos o conductas reprobables como la que se ha cobrado la vida de Samuel.
RAFAEL BAILÓN RUIZ
(NOTA: Este texto se ha publicado en la sección de Cartas al Director de IDEAL, correspondiente al viernes, 9 de julio, pág. 23)
