Aquella España de los 80 y 90 en los que una Lola Flores ataviada de oro pedía en la boda de su hija que «si me queréis ¡irse!». La España de folclore, juzgados y papel cuché barato, sigue en pleno auge, parece ser que no acaba nunca y está en pleno auge.
Si a uno se le ocurre leer un periódico, ver un programa de TV e incluso oír un debate de radio, todo son noticias propias de esa España que tanto dejó escrita el bueno de Antonio Machado. La de charanga y pandereta.
Los catalanes del procés nuevamente en la calle y sin gustarle el pan de centeno con mantequilla y mortadela. La Presidenta de la Comunidad de Madrid sin saber el motivo de todo lo que hace está rematadamente mal para este gobierno central.
La Sra. Ministra de Hacienda poniendo zanahorias para que los pobres pensionistas y viudas sigan votando PSOE. El famoso Dr. NO. No es no que, es el Sr. Pedro Sánchez sin saber por dónde tiene que tirar para que nadie se olvide que el PSOE aún es un partido constitucional y que se presentará a las próximas elecciones. Pero tampoco quiere levantar mucho ruido para que la gente no se fije mucho en el proceso y tratamiento de esta terrible pandemia.
Los personajes han cambiado, ya no son Lola Flores, Rafael de Paula, la Pantoja u Ortega Cano o Farruquito, ahora son nuestros políticos quienes ocupan la prensa rosa de la España cañí.
Pues muy bien, la Justicia es igual para todos, así que el que la haga que la pague, a ver si se hace al pie de la letra y caiga quien caiga. Al final ocurre que, los famosos queriendo vivir como políticos y políticos queriendo vivir como famosos.
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