Ramón Burgos.: «Confianza de la ciudadanía»

Lo escribía dos años atrás: creo no exagerar al decir que, al menos algunos, estamos perdiendo –si no es que ya la hemos perdido– la mayor parte de nuestra confianza en las decisiones y acciones con las que, día a día, nos sorprenden nuestros líderes: unas veces por oscurantismo y otras por partidismo.

Y no sólo ya por las noticias o los comunicados interesados de unos o de otros, sino por la falta de claridad y consenso en lo que nos afecta en nuestro día a día.

¿Ejemplos?… Muchos… Los premios interesados a empresas subvencionadas; las ventajas comerciales tintadas de color; el apoyo a organizaciones que más que construir destruyen sueños y realidades; las promesas interesadas que nunca se llevarán a buen fin…

Por ello, y al igual que entonces, hoy quiero sostener que no admite revocación alguna la necesidad perentoria de acometer, con soluciones inmediatas y eficaces, los grandes problemas de nuestra sociedad: el paro, la emigración, la corrupción, la deshumanización, la discriminación, la violencia de cualquier género, la desigualdad legal y jurídica…; en concreto, todo aquello que atenta contra la dignidad humana. Comenzando por lo cercano y por lo que afecta a los “derechos humanos locales” –que aún siendo los mismos que los “generales”, al poder sentirlos de manera más cercana, sus soluciones, posiblemente, están más a nuestro alcance–.

Dejadme que diga que es imprescindible una inmediata regeneración de lo local que, aunque no llegue a parecerse a lo consensuado en las ágoras griegas, sí colme los intereses de los que entregamos nuestra vida al desarrollo comunitario, pues como afirmaba Luis Santamaría, “Una cosa es convencer y otra cosa es engañar. Convencer es algo lícito y legítimo (…) la clave fundamental es la libertad”.

No es cuestión de esperar unos años para votar por una u otra opción política, sino exigir ahora a nuestros representantes que cumplan los objetivos imprescindibles para este tiempo.

Dejar pasar las oportunidades generales por primar intereses particulares se acerca a lo que podríamos considerar como “crímenes de lesa majestad”.

A nuestra sociedad hay que medicarla con cuentagotas, sin demasiados estruendos, aunque recordándole que, además de las plegarias a las particulares devociones, las manos del cirujano son imprescindibles para que la operación sea un éxito.

 

Leer más artículos

de

Ramón Burgos
Periodista

Ramón Burgos Ledesma

Ver todos los artículos de

IDEAL En Clase

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4