Un pueblo, –todos los pueblos– y sus gentes necesitan de la cultura para su progreso material y para su bienestar. Una necesidad vital en la que los libros, desde siempre, han jugado –y esperemos sigan jugando– una labor fundamental. Debiera ser, por tanto, motivo de alegría la salida a la luz de cada uno de ellos. Sobre todo si, además, la publicación nace con la vocación de atender a lo más próximo, a lo más cercano, a lo más directamente relacionado con el lugar y con el paisaje humano en el que se inserta. Pues, eso, precisamente, es lo que ocurrirá este mismo viernes, 6 de agosto. Se presenta el libro titulado Torvizcón: memoria e historia de una villa alpujarreña.
Hubo un tiempo, afortunadamente lejano, en el que no era fácil disponer en todas las casas de un buen libro. Las interminables ocupaciones del día a día y la falta de oportunidades lastraban e impedían el acceso de los más humildes al compendio infinito de sus saberes y a la posibilidad de cultivar los anhelos y las aspiraciones humanas más profundas. Así, a muchos de ellos (y sobre todo de ellas) se les privó, desde su más tierna infancia, de los conocimientos que abrían puertas, del placer de adentrarse entre sus páginas para descubrir nuevos y desconocidos mundos y, en suma, de la posibilidad de hacerse más y más libres.
En este mismo pueblo en el que nos encontramos un conocido maestro, Antonio Rincón García, –que también llegó a ser alcalde del mismo– afirmaba, hace ya más de un siglo, que la educación era “la base de la prosperidad y la felicidad de los pueblos”. Unas ideas que, pese a la distancia ideológica con su autor, coinciden plenamente con el espíritu y la letra que muy pocos años después vendrán a abrigar los añorados maestros de la Segunda República. Unos maestros republicanos que concibieron la escuela y la educación como ese instrumento necesario y privilegiado que permitiría transformar la sociedad de su época. Unos tiempos en los que, como siempre, los más desvalidos se veían acosados por las lacras del atraso, del analfabetismo y de la miseria.
Un empeño transformador que, si volvemos la vista atrás, en este y otros aspectos, comprobaremos –y comprenderemos– porqué quedó tan prematura e injustamente truncado. Sería solo un ejemplo de las respuestas que podríamos hallar en el intento de reconstrucción de una microhistoria local; necesariamente entrelazada con otras muchas. De esas pequeñas historias que, pueblo a pueblo, comarca a comarca y país a país irán conformando el llamado conocimiento histórico general. Y es que, a pesar de lo que se suele decir, conocer la historia, lo ya sucedido, y la memoria, lo que recordamos de lo sucedido, no solo tienen que ver con el pasado; ambas facetas son ingredientes fundamentales de nuestro presente y, sobre todo, de nuestro futuro ya que nos permiten labrarnos una identidad propia.
Así, en este libro que el omnipresente coronavirus ha obligado a postergar hasta hoy, el lector interesado podrá recorrer –dentro de la amplia y evocadora geografía de La Alpujarra– el pasado de Torvizcón. Será un obligado ejercicio de rescate del olvido, una aproximación al largo devenir histórico de su tierra y una búsqueda de sus raíces más comunes. Un intento que esperamos sirva de herramienta útil para seguir reflexionando, para seguir interesándose y para seguir cuidando como se merece tan valioso legado.
Se trata de una obra colectiva que ha obligado a sus autores a coordinar, durante un tiempo prolongado, esfuerzos, desvelos y búsquedas infinitas. Un proyecto ilusionante y compartido que, como es obvio decir, surge de una lenta y laboriosa tarea investigadora. Un trabajo en el que se han consultado y contrastado cuantas informaciones ha sido posible localizar y en el que se han rastreado las impresiones y los recuerdos personales que, de algún modo, pudieron dejar sus auténticos protagonistas. Un libro, en suma, que nos habla de lo que debió ser la vida y las costumbres de las generaciones que, en todo tiempo, poblaron Torvizcón. Una vida dura que se fue tejiendo entrelazada entre sus campos y sus vegas. Espacios en los que sus habitantes sembraron y recogieron el trigo que les rescataba del hambre y en los que cavaron las verdes cepas nacidas entre sus suaves lomas; esas que, después, vendimiaron para obtener el vino que no siempre logrará aliviar sus penas. Un pueblo y su pléyade de cortijos, una rambla y sus caminos, unas acequias y su río; todo un entorno singular y único que acabará moldeando el carácter honesto, trabajador y sencillo de los mayoyos.
Gracias al impulso y patrocinio del Ayuntamiento de Torvizcón y contando con la inestimable colaboración del Área de Cultura y Memoria Histórica y Democrática de la Diputación Provincial de Granada, dentro del conjunto de actos que se están llevando a cabo en esta Semana Cultural de 2021, hoy llega a sus auténticos destinatarios, a todos vecinos y vecinas del pueblo, Torvizcón: memoria e historia de una villa alpujarreña. Una presentación pública a la que, por supuesto, están invitados todos los amantes de la cultura de nuestra provincia. Una visita y una digna presencia que siempre será motivo de alegría y de estímulo para este acogedor rincón de la provincia de Granada.
Sin dejar de reconocer que toda lectura del pasado tiene sus riesgos –especialmente en lo relativo a los momentos más convulsos y traumáticos–, nosotros hemos pretendido sustentarla en los datos más irrefutables contenidos en los documentos y en los viejos legajos de los archivos que aún se conservan y a los cuales se nos ha permitido su acceso. Sin desdeñar el estudio del algunas veces escurridizo –y otras ocultado deliberadamente– pasado. Fuera del texto quedarán, necesariamente, los elementos desconocidos y los múltiples interrogantes que el paso del tiempo impidió descifrar. Por ello, esperamos que estas bases que hoy ponemos a vuestra entera disposición sean un punto de partida idóneo para nuevas y sucesivas investigaciones.
Invitándoles a la presentación del libro, sus autores: Juan Hidalgo Cámara, Blas Ramos Rodríguez y el abajo firmante, esperamos que puedan encontrar entre sus páginas motivos suficientes para adentrarse en los mundos sumergidos de la historia de Torvizcón, en el fuerte sedimento de los hechos acaecidos en el mismo –algunos de ellos dramáticos– y que, a fin de cuentas, componen el conjunto de la identidad colectiva de este pueblo; que, a buen seguro, servirá de lazo de unión con todo lo vivido, sufrido y gozado por quienes pisaron y regaron con su sudor este no siempre agradecido suelo. Ojalá que hayamos estado acertados, tanto en la elección de los temas como en el formato final del relato.
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Maestro del CEIP Reina Fabiola (Motril).
Autor de los libros ‘Cogollos y la Obra Pía del marqués de Villena.
Desde la Conquista castellana hasta el final del Antiguo Régimen‘
y ‘Entre la Sierra y el Llano. Cogollos a lo largo del siglo XX‘