Un lunes más traemos docentes, cuyas prácticas sirvan de inspiración a todos/as. Nuestra protagonista de hoy es Esperanza Meseguer Navarro. Mucho se podría decir sobre ella, si bien recogemos de manera resumida lo más destacado de su trayectoria. Esperanza ha sido distinguida en estos días con el Premio Educa Abanca a la Mejor docente de España 2021, en la categoría de Educación Infantil.
Diplomada en Óptica y Optometría y Maestra especialista de infantil y primaria, es embajadora de Aula del Futuro, también cuenta con un Máster especialista en neuroeducación, Montessori y educación emocional.
De la misma forma, es especialista en robótica desenchufada y talentos múltiples, socia fundadora de las asociaciones “La Estela de Ayo” y “AuM”, asociaciones sin ánimo de lucro en las que colabora activamente con labores sociales, parte integrante del Laboratorio ciudadano de San Javier, octava mejor docente de España 2019 y nominada 2020, Murciana del año 2020, investigadora, congresista, articulista, escritora de cuentos y libros, creadora de los programas “Creciendo de corazón” y “Creciendo con el arcoíris”…
Se considera una apasionada de la educación y cada día educa en su aula la inteligencia con el corazón. Para ella “Crecer es creer que aprender es una forma de amar el mundo”.
Para más información:
- Web de “Creciendo de corazón”: http://www.creciendodecorazon.com
- Web de “Creciendo con el arco iris”: http://www.creciendoconelarcoiris.com
- Perfil de Instagram:@creciendodecora
- Perfil de Twitter:@creciendodecorazon
- Perfil de Facebook: https://www.facebook.com/creciendodecorazon/
Destacaremos una experiencia titulada “Los secretos que se esconden en tu corazón”.
«LOS SECRETOS QUE SE ESCONDEN EN TU CORAZÓN»
Esta experiencia fue llevada a la práctica durante el curso de pandemia 2020/2021 con un grupo de niños de 4 años. El proyecto surge del interés y el miedo que suscita la sangre cuando los niños y niñas se hacen alguna herida en el cole. La sangre resulta muy llamativa para todos los niños y niñas que acuden a observarla de cerca cuando le sale a algún niño al hacerse una herida.
Ésta siempre viene asociada al miedo y al dolor por lo que decidimos investigar un poco más sobre ella y sobre nuestro corazón que es el símbolo de nuestra clase pero que realmente no conocíamos su verdadera forma o el porqué de su color.
«La Estela de Ayo» es un a Asociación sin ánimo de lucro a la que nos encontramos muy vinculados ya que se creó tras la muerte de Ayo, un papá piloto de la base del Ejército del Aire donde trabajan la mayoría de familias de nuestros alumnos/as. Ayo realizaba campañas de recogida de recursos para los niños y niñas de Yibuti donde volaba con frecuencia para realizar una misión. En uno de sus viajes el avión se estrelló. Hoy seguimos su estela realizando la labor que él comenzó y ahora son otros compañeros del piloto los que transportan la mercancía que en lugares como en nuestro cole recogemos. La Estela de Ayo, nos facilita con frecuencia material gráfico de la escuela de Yibuti, de los niños/as, de sus casas, cuando llega la mercancía…a través de sus ojos, podemos ver lo que sucede en Yibuti y cómo reciben lo que recolectamos en clase.
La necesidad en esta ocasión viene por la entrada al país de unos treinta niños que cruzaron la frontera de Etiopía con heridas sangrantes y que por la falta de material de curas, se infectan y degeneran enfermedades importantes. Por esta razón, nos vemos con la necesidad de saber cómo cicatrizan las heridas y recoger material que pueda ayudarles a curar y cicatrizar esas heridas
Estas son las razones que dan sentido a nuestro proyecto que sale del corazón y que además fue finalista de los premios espiral. El proyecto da inicio con una actividad de aprendizaje en la que un papá enfermero nos trae al cole un corazón de vaca y nos explica todas las partes de las que está compuesto, las válvulas, ventrículas, aurículas, venas arterias,… y cómo funciona el corazón. De esta modo tan gráfico y significativo comprendimos cómo era capaz de distribuir toda la sangre hasta todos los rincones de nuestro organismo y del porqué del latido de nuestro corazón. Nos sorprendió mucho que ¡ni durmiendo el corazón se paraba!
Aprendimos cómo es de gran nuestro corazón y que el animal del que fuera ese corazón debía ser muy grande ya que era mucho más grande que nuestro puño. También conocimos los diferentes grupos sanguíneos. Los niños aprendieron con sus familias su grupo sanguíneo y en clase coloreamos un medallón con el grupo sanguíneo de cada uno.
De forma competencial y través de la metodología multimodal para el desarrollo de los talentos múltiples con bases neurocientíficas, fuimos trabajando nuestros contenidos y conectando con nuestro corazón y con nuestra misión que era la de conseguir material de cura para los niños de Yibuti. Jugamos, disfrutamos, aprendimos y contribuimos con nuestras acciones a mejorar la vida de algunos niños que lo necesitaban gracias a la «Estela de Ayo».
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‘Mejor docente de España, 2020. Educa Abanca’
Categoría: ESO-Bachillerato.