No tenemos enfermeras, nos faltan médicos para agilizar las listas de espera, tenemos subasta de medicamentos tercermundistas, tenemos un AVE de juguete aquí en Granada. El paro sigue en Granada, pues bien, a pesar de todas estas deficiencias y muchas más, nuestro Consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Sr. Elías Bendodo decidió cambiar el logo de la Junta.
La Junta de Andalucía estrenó nuevo logo a partir del 28 de febrero (día de Andalucía) de 2020. El diseño aprobado es la A de Andalucía como seña de identidad del Ejecutivo del cambio (PP-Cs-Vox).
Ante el revuelo que se formó, pudimos leer en la prensa que el Sr. Bendodo aseguraba que la Junta no gastará “de más” en el nuevo logo.
Cambiar la apariencia externa para que todo siga igual por dentro. Hace muchos años se sustituyó el logo anterior, Hércules entre columnas con los leones. Ése era muchísimo más original y tenía más sentido y significado.
Para esto sí hay dinero y no para ayudas ni para violencia de género, empleo o políticas sociales.
¿Alguien se ha parado a pensar la de millones de euros que ha costado y seguirá costando la imbecilidad de Bendodo de cambiar el logotipo de la Junta de Andalucía? Cartelería de miles de centros públicos, fachadas, interiores, documentos, archivadores, carpetas, folios, millones y millones de euros tirados a la basura en vez de invertirlo en sanidad, educación o servicios sociales.
Va a costar un dineral, y ¿cuál es su objetivo? Sólo que «no se les identifique con lo anterior», lo cual resulta una cara estupidez. Tirar por la borda una imagen de marca con tanto valor no se le ocurre a nadie. Desde luego a ninguna empresa. La Junta de Andalucía no es de ningún partido (ni por supuesto lo era del PSOE), es del pueblo andaluz o, mejor dicho, de todos los andaluces.
Si hay un escudo ¿para qué un logo. Es absurdo gastarse un dineral en un ridículo logo. Y para qué hablar de las justificaciones simbólicas. O sea, que un triángulo es Hércules. Ya, ¿y por qué no un paraboloide hiperbólico? A nivel nacional se usa el escudo de España. No hay logo ni hace falta. Pero con el logo, los politiquillos pueden dar rienda suelta a su soberbia y cambiarlo cuando les plazca para borrar la huella de sus antecesores. De pena, demencial, ridículo.
Sras. y Sres. esto es el cambio, ruido y no nueces, anécdota y no categoría o sea ná de ná. También han cambiado la cabecera de los informativos de Canal Sur, el contenido no, cutre, cateto y con menos ritmo que un avión de corcho. El logo de ahora, digan lo que digan es la toca de la madre Teresa de Calcuta.
Vamos a resolver los grandes problemas primero, como el paro de Andalucía, y después si nos sobra dinero nos dedicamos a estas chuminás.
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