José Luis Abraham López: «La soledad del depredador»

En esta novela fantástica, el lector disfrutará de continuas situaciones tan ocurrentemente pintorescas como delirantemente jocosas.

La Editorial Edelvives ofrece la trilogía Woodwalkers, de Katja Brandis, traducida por María Alonso Seisdedos. El primer volumen de la misma, La transformación de Carag, con ilustraciones de Claudia Carls.

Cuando el joven Carag hace su primera incursión en la ciudad, sorprendido por las maravillas del mundo de los humanos, decide vivir allí. Aun en contra de sus padres, consigue metamorfearse en ser humano y ser atendido por una familia de acogida. Pero con trece años, la adaptación a su nueva vida no le va a resultar nada fácil, empezando porque algunos de sus compañeros del instituto de Jackson Hole no le quitan el ojo de encima.

Ahora, el puma Carag es Jay, un joven con “el pelo corto de color arena y los ojos verdosos dorados”. A pesar de las atenciones sobre todo de su madre adoptiva, Anna, y de la compañía de sus nuevos tres hermanos, Jay padece la soledad del depredador. Echa de menos a su familia biológica. Pero por su suerte para él, Jay se da cuenta de que no es el único metamórfico cuando conoce a Lissa, un águila de cabeza blanca que adopta la apariencia de una bióloga, fundadora y director de un colegio para metamórficos. No tardará en hacer su aparición un personaje que causa tanto respeto como miedo, el señor Milling, un puma tan bondadoso como el protagonista.

El ingreso en este nuevo colegio le permitirá a Jay adquirir los conocimientos y destrezas suficientes para controlar su vida como metamórfico. Jay conoce a sus nuevos compañeros, el rígido reglamento del centro, y a su colega de habitación, el bisonte Brandon.

La visita de su familia de acogida al colegio crea situaciones disparatadas y divertidas teniendo que justificar improvisadamente algunas apariciones de animales en el recinto. No tardará Jay en ganarse el respeto de sus compañeros, rivalizando con los líderes del grupo y, sobre todo, con la presencia inquietante de Milling, quien ha depositado muchas esperanzas en Jay, como aliado contra los humanos a cambio de localizar a sus padres.

Portada de Las aventuras de un puma metamórfico, en Editorial Edelvives

A lo largo de las doscientas sesenta y dos páginas, distintas especies demostrarán su capacidad de mimetismo a las circunstancias, el carácter competitivo como el compañerismo. Arañas, lobos, ardillas, osas, ciervos, serpientes de cascabel, tejones, cuervos, osos, zarigüeyas, mofetas, cabras, búhos, ratones… crearán una comunidad simpática en continuas situaciones tan ocurrentemente pintorescas como delirantemente jocosas.

Pero a Jay el señor Molling no le inspira tanta confianza como para poner en sus manos el curso de su destino, así que el rechazo a su propuesta le creará inseguridad por las represalias que este pudiera tomar, lo único que ahora le preocupa a Jay es el de disfrutar del aprobado del primer curso y ante todo de sus buenos amigos.

El joven protagonista vivirá trepidantes aventuras en las que se enfrentará a serias amenazas que pondrán en riesgo su continuidad en el colegio como su propia integridad física.

Narrada en primera persona, gracias a percepciones que como felino tiene Jay del mundo de los humanos, el lector entra en el efecto del extrañamiento, entre observaciones perspicaces e ingeniosas sobre la manera de vivir y de relacionarse entre ellos. La transformación de Carag no será únicamente como felino a humano y viceversa, sino también como ser vivo que tiene que adaptarse a los peligros de la comunidad y a los planes malévolos de algunos humanos.

En su segunda entrega de la trilogía Woodwalkers, la escritora Katja Brandis encabeza la historia con el título Amistades peligrosas. Carag lleva dos años viviendo como un puma metamórfico en el Colegio Clearwater, y como el joven chico Jay para su familia de acogida. Aunque el protagonista se había prometido no volver a la ciudad en Nochevieja, la insistencia de sus compañeros de estudios hace que finalmente disfrute de la algarabía de fin de año.

Los profesores les proponen un reto. A modo de práctica de expedición tienen que realizan tres arriesgadas tareas: entablar una conversación con al menos tres humanos durante el espectáculo que celebra la época del Salvaje Oeste, comprar en una farmacia teniendo que ir un miembro del grupo como el animal que es, y comprobar si Henry Wilkins es realmente un metamórfico.

Posteriormente, extremando las precauciones, Carag acude a su primera fiesta de humanos: el cumpleaños de Debbie, novia de su hermanastro.

Pero la verdadera acción comienza precisamente esa misma noche cuando su madre adoptiva, Anna, le comunica que su hermanastra Melody, ha desaparecido. Desde el primer momento, las sospechas se centran en el inquietante y malvado Andrew Milling, puma como Carag cuya única motivación es hacer daño a los humanos.

Después de una fatigosa búsqueda por el bosque nevada, cuando tienen ocasión de encontrarse los dos depredadores mantienen una encarnizada lucha que si bien no sirve para capturar a Milling, sí que permite recuperar con vida a la pequeña Melody.

Por el bien de los instruidos metamórficos, nadie cree la versión que esta da sobre su rescate. En cambio, Carag comparte su valioso secreto de su auténtica naturaleza y de sus habilidades y de sus salvadoras transformaciones.

Seguidamente, a Carag le aguarda otra feliz sorpresa: han localizado a su hermana biológica Mia. En el encuentro entre ambos esta le informa de que su padre sigue dolido por haber decidido vivir entre humanos. Con esta felicidad inesperada y vuelta a la “normalidad”, Carag puede celebrar con desbordante alegría, en compañía de sus compañeros, su decimocuarto cumpleaños.

En El secreto de Holly (tercera y última parte), una visita inesperada inquieta al Colegio: un tutor de la ardilla Holly quiere matricularla en otro centro debido a su bajo rendimiento académico. Mientras, una nueva actividad práctica obligar a Carag a visitar la ciudad, esa vez tiene que llegar hasta un banco para ingresar dinero.

En su apariencia como humano, Jay disfruta de actividades como es el esquí, y del amor que siente sobre todo por Anna y Melody, miembros de su familia adoptiva, al tiempo que como ágil depredador y resolutivo en los conflictos mira por el bienestar de sus hermanos de camada.

A lo largo del libro, los animales están caracterizados humanamente, de modo que en aquellos es fácil reconocer como cualidades tan antagónicas como el ingenio y la solidaridad, la irritabilidad y la cobardía, el liderazgo y el oportunismo, la angustia y la rivalidad, etc., adoptando en los diálogos un vivo lenguaje juvenil en situaciones chispeantes e ingeniosos giros lingüísticos que cruzan las simpáticas historias.

Una serie de robos en bancos y casas pone a la joven Holly en el centro de todas las sospechas; suspicacias que gracias de nuevo a la perspicacia de Carag y a la colaboración conjunta de sus amigos darán un giro hacia un exprofesor. Este hecho pondrá de nuevo frente a frente, en un sufrido combate, a dos duros contrincantes: al puma Carag con el oso grizzli con el añadido de que este puede aprovechar las notables ventajas que le aporta su triple naturaleza: la de humano, la de oso gris y la de avispa.

A pesar de la lucha desigual, Carag sale airoso y su victoria le conduce al personaje que desde el comienzo de la trilogía se muestra como la más seria intimidación: el señor Andrew Milling.

Después de cumplir con su sentido del deber, a Carag le queda por consumar un último deseo, más personal e imprevisible: reencontrarse con su familia biológica felina con la incertidumbre de no saber cómo reaccionará su padre, reacio desde siempre a que su hijo conviva con los humanos.

Una historia entrañable en su conjunto que os permitirá llenar horas de lectura muy animadas y divertidas.

https://www.facebook.com/KatjaBrandis1

Foto principal tomada de https://www.altmuehlfranken-online.de/katja-brandis-bei-der-abschlussfeier-des-sommerferien-leseclubs-in-der-buecherei-zu-gast

 

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José Luis Abraham López

Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato

 

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