A veces me han preguntado sobre mi pasión por los viajes, debo señalar que la literatura fue el germen que, junto a la radio y la filatelia, me transportaba a lugares que nunca llegué a pensar que visitaría y, sin embargo, esos sueños de infancia en mi terruño [yo la denomino mi infancia feliz] se expandió cuando a los 16 años hice mi primera salida a la capital, siguió otra a Almuñecar-Salobreña y de nuevo a Granada. En esta ocasión, tres días antes de cumplir la mayoría de edad, para examinarme de las primeras oposiciones que me llevarían a la zona en la que vivo actualmente y en donde se asentó, prácticamente, toda la familia que se vio sometida a esa aventura de la diáspora o el exilio económico ¿algún día alguien hará una tesis sobre los miles de jameños que se vieron impelidos a buscar nuevos horizontes? Hay muchas historias y muchas anécdotas porque, recordemos, cada uno explica la feria tal y cómo le fue.
Después de todo, desde entonces, ha pasado medio siglo y fuimos añadiendo viajes, experiencias y, sobre todo, vida que engrandecía nuestra propia historia. Si tuviera que aconsejar a alguien cómo viajar con escaso presupuesto, el camino sería la filatelia a pesar del desacelerón que le dieron los servicios postales que prácticamente arrinconaron al sello [que no el importe del franqueo de una carta que se multiplicó de manera exponencial desde que entramos en el “Club de la UE”]. Voy a traer una referencia, pequeña, a un nuevo y bello castillo de las tierras checas: MILOTICE en Kyjov (región de Hodonin).
Se trata de un castillo barroco hermosamente preservado en donde encontramos también unos preciosos jardines magníficamente cuidados. El castillo se construyó sobre lo que había sido una torre o depósito de agua fortificada. La edificación original sería rediseñada y se le añadieron nuevas plantas, en este caso el proyecto recayó en Antonín Serényi; lamentablemente no se conoce el nombre o el taller de quienes levantaron las plantas inferiores. En la segunda planta, al rediseñar el edificio se incluyó una superficie en formato oval para la corte honorífica de Frantisek Benedikt Klicnik de Brno.
Podemos decir que el edificio, en su conjunto, sigue conservando su estilo desde el XVIII. Los jardines fueron diseñados siguiendo el estilo francés en terrazas y adornado con naranjos silvestres que acaban creando una integración perfecta con la construcción, sobre todo si la admiramos frontalmente. Hay dos fuentes en la parte frontal, una se construyó por el último propietario Ladislav Seilern y la otra, de estilo renacentista, formaba parte del castillo de Svatiborice en donde estuvo instalada desde 1587, se sabe que su constructor o diseñador fue Bohus Morkovsky de Zastrizly y llegó a su actual emplazamiento en el siglo XX.
El jardín ocupa cerca de cinco hectáreas y en primavera-verano crea una fantástica e idílica atmósfera, algo que en sí mismo juega para engrandecer el magnífico castillo filatelizado por el correo checo. El sello fue diseñado por Pavel Sivko, tiene un facial de 23 coronas; el grabador, del sello y sobre sería Jaroslav Tvrdon. Tamaño 40×23 mm, formato horizontal, se imprimió en minipliegos de ocho efectos en offset multicolor y una tirada de 120.000 ejemplares. Para el diseño del sobre el grabador escogió una de las esculturas situadas en el arco o puente de la entrada principal del edificio y para el matasellos una de sus fuentes. El efecto sería puesto en circulación el 9 de febrero de 2021.
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Maestro de Primaria, licenciado en Geografía
y estudios de doctorado en Historia de América.
Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas
del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.