Richard Wiseman, psicólogo e investigador de la universidad de Hertfordshire del Reino Unido nos da una serie de claves aplicables para nuestra vida, ya que difunde los descubrimientos científicos que desvelen los misterios del comportamiento humano: no solo los pensamientos y sentimientos repercuten en nuestra manera de actuar, sino que la manera de actuar modifica los pensamientos y los sentimientos. O sea, en la vida cotidiana cuando nos sentimos felices sonreímos, pero lo opuesto también es cierto: cuando te obligas a sonreír, eso te anima, te hace sentir más feliz. Eso sí con la condición de mantener la sonrisa entre 10 a 15 segundos. La manera en que manejamos el cuerpo incide en nuestra propia conducta. O sea, si llevas un lápiz en la boca, lo que haces es que estás obligando al cuerpo a sonreír y al final lo que va a pasar es que la mente se lo va a creer. Esto es, al final estarás más feliz.
Esto también es aplicable a determinadas actitudes corporales, pongamos el ejemplo de caminar con desgana con los hombros caídos y la cabeza mirando hacia abajo es difícil mantener una cara alegre en esta posición, si nos permitimos sentir la tristeza o el pesar ésta comenzará a inundarnos. Ahora con la espalda bien recta y el pecho sacado con la barbilla alta, si nos damos algo de tiempo nos iremos sintiendo poderosos, dueños de nuestra vida, con autoridad, porque ciertas actitudes corporales contribuyen a generar cierto estado emocional. Este nuestro estado emocional se refleja claramente en la postura corporal que adoptamos, pero a la inversa también funciona. Esto es, es posible generar estados emocionales adoptando determinadas posturas corporales.
Por otro lado, este autor expone que la creencia popular que dice que va a ser mejor que los miembros de la pareja sean algo distintos y esto hará que se complementen mejor; parece que en sus estudios se demuestra todo lo contrario, los extrovertidos se llevan mejor con los extrovertidos y los introvertidos con los introvertidos. La única excepción es la dominación ya que dos personas dominantes siempre estarán chocando y acabarán peleando todo el rato. Para todo lo demás, al parecer, la similitud va a ser mejor que la diferencia para predecir que una relación será duradera.
Según otro análisis suyo, en el amor la mujer valora el coraje y la capacidad de tomar riesgos, más que el altruismo y la generosidad. Los estudios sobre el romance y la brecha que hay entre lo que los hombres creen que les gusta a las mujeres y lo que les gusta a ellas realmente muestran que buscan un tipo valiente, por otro lado, valoran más la intención y no el precio del regalo, o sea, no por más caro…mejor.
En otro de sus estudios realizado con parejas de larga duración y con aquellas otras que se habían separado o divorciado, buscando diferencias entre ambas se vio que portarse mal con alguien, insultarle, deja una huella y se necesitan cinco buenos gestos para contrarrestar o compensar el mal de cada una de nuestras críticas o insultos. Entre los que se quedaban juntos y eran parejas de larga duración había este equilibrio de cinco a uno.
Aquí te dejo una entrevista que Eduardo Punset le hizo para su programa Redes.
