La pátina triste que al mundo envuelve, triste sino en él se cierne. Sociedad, hombre y su destino se estremecen en el planeta azul que tachona con su luz esa bóveda celeste que un Poderoso debió crear para en él colocar, a su semejanza, a criaturas con marchamo de felicidad y libertad como principios de vida y base para su existencia de donde dependía su multiplicación y conquista del ancho espacio que a su servicio puso Aquel.
Fue el hombre el que venido al mal en su corazón plantó la desmedida ambición y desplazó la Libertad y Felicidad que se nos regaló. Llenando ese espacio dejado, con la lujuria, la maldad y desmedida pasión por el poder.
Al hombre aquí pusieron y solo para gozar de los donados principios: Libertad y felicidad, que él torpe, rompe. Y abraza aquellos que solo reportan el mal.
Con el Génesis se nos creó y con el Apocalipsis ¡Nos exterminaremos! Tratando de quitar la vez a las Fuerzas del Bien y adelantarnos al protocolo previsto. Y antes extinguirnos como malditos, qué fuimos aquí instalados para cumplir una misión y ¡Fracasamos!
Digamos, si no ¿Por qué soplan ahora en el Mundo “esos aires” que corren con problemas que castigan a la Humanidad?
Como todos los graves desastres naturales y los que son provocados por el hombre, en recientes años pasados, con un mundo sembrado de guerras, todo manipulado por el terrorismo y la muerte. Grandes migraciones de refugiados cansados y hambrientos, enormes volcanes, cambio climático, y pandemias y así atenazado está el hombre por un cambio global que hemos buscado.
La pérdida de valores y principios, de este momento en el que estamos, sufriendo las consecuencias del gran error cometido al haber cambiado lo que se nos dio, que no merecido ni ganado.
¡Desastre fuimos!, cambiamos por hambre y muerte la Dádiva de Vida. ¡Jugamos, descartamos y perdimos!
Las paredes de mi habitáculo atenazan mi libertad de acción. La mirada por la ventana de mi habitación apenas compensa esa perdida y sufriendo paso mi tiempo encerrado, por normativa legal impuesta, culpa de ese maldito que ha venido a terminar de agravar la sanidad mundial y la libertad.
La televisión que ya miro con apatía ya que televisión tengo todo el día a excepción de ratos de lectura o escribiendo.
Ahora, me dice una voz en off con fondo en pantalla del televisor, de lo que parece ser cruel batalla de hombres contra hombres, por la falta de conciencia y excesiva maldad de un monstruo, que alterada su mente quiere conquistar y expandir, con sangrienta invasión tierras robadas.
Pisando suelo de otros a los que arrolla y destroza con su bota de guerra y sus tanques pesados, a esos humanos que, sin tener, no pueden hacer nada contra fuerza tan bruta, por un loco mandada.
Recluido, entristecido con ánimo hundido, apenas consigo que mi malestar corporal así ha de aguantar los días estipulados y marcados para estas ocasiones del mal. Contraído a mi parecer. Porque aún no he sondeado lo que en verdad me ocurre, no sé si real, o por sugestión inventado y asumido.
Consecuencias quizá de las tensiones que llenan el ambiente, con ese olor a pólvora y dinamita lanzada, por inteligentes máquinas por el hombre inventadas, a asesinar congéneres, que al igual que yo, igual que todos. Son dueños de sus vidas contra las que quieren atentar, los asesinos mandados por indigno rufián de sentimientos anulados . . . ¡SÍ! Sr. Putin. Desalmado y muy armado para con cainismo fatal destrozar lo construido por Aquel.
Despierto en mi apartamento, despierto en mi encierro, mismo escenario misma obra a representar.
Ordeno a mi “Alexa” ponga la radio. Rumor de guerra se sigue escuchando. Recuento de estadísticas virales siguen leyendo. Por fin parece, van bajando. Tras la acostumbrada ducha diaria y el café que entona la mañana, me dispongo a seguir con mi ilusión de cada día.
Activo el PC al tiempo que por mi ventana oteo lo que pasa fuera, cómo el día nuevo amanece. Y se extiende por doquier cual alfombra de nuestras faenas diarias.
Sonó el portero de mi puerta de entrada, el enfermero puntual me trae la prueba PCR que me voy a practicar para alejar la incertidumbre. Tras la necesaria manipulación del Kit y dispuesto éste, me hace la prueba, hundiendo profundo el palote dichoso de tan angustioso momento. El reactor con sus gotas de líquido se activa…sale una primera rayita transversal…Algo abatido y expectante, sale de mis labios un cortísimo ruego… ¡Por Dios! Me digo… No separo mi vista de aquel portador de mis fluidos nasales y con temblor espero con anhelo no salga la segunda rayita. -Qué no sale…- ¡Tranquilo! Me dice el enfermero. -Son diez minutos.
Años me parecen, parpadeando estaba y a la salida de éste, había solo una rayita en el cacharro… ¡¡NEGATIVO!! Me dije. Y aflojé todo mi cuerpo y descargué aquello que me ahogaba.
Ya, hasta me parecía que el virus era menos maligno. Que los tambores de guerra acabarían pronto. Que la Humanidad era casi feliz y hasta el sol debió de salir de detrás de las nubes, porque mi habitación se inundó de luz del astro rey, uno más de esos miles que tachonan el cielo mostrándonos la grandeza del Universo.
¡Felicidad y Libertad siempre! De la que se nos donó.
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Autor del libro ‘El amanecer con humo’
Comentarios
2 respuestas a «Gregorio Martín García: « COVID – Putin. Jugamos, Descartamos y Perdimos»»
Gregorio como no podia ser de otra manera siempre en tus escritos tocando temas de una de una relevancia tan importante como a su vez decisiva para él futuro de este planeta, Covid me quiero convencer a mi mismo qué ha sido una plaga como las de Egipto aunque en mí profundo me digo, alguien se está lucrando de esta situación de ahí mí duda.Putin no sé ha escrito calificativo para descubrir a este ser tan inhumano no se puede acabar con la vida de seres humanos inocentes ver imágenes en televisión tan crueles me hacen mirar hacia otro lado no por indiferencia sino por que puedo hacer para acabar con ello, por desgracia estamos acabando con este planeta sin olvidar el cambio climático con tantos intereses creados esperemos mentes iluminadas qué acaben con la situacion.
Como siempre, Paco, tú y tus sesudos razonamientos. Gracias por ellos ya que los mismos aprovechas para alabar leyendo lo yo he escrito.
Paco, Putin tiene un problema nadie le quiere ni respeta y cuando se muera no lo van a querer ni en el Infierno. Yo no dejo de preguntarme habrá infierno para males tan grandes?