Juan Franco Crespo: «Protección de la naturaleza: reserva de Milovice»

El correo checo nos tiene acostumbrados a unas soberbias hojitas bloque cada vez que realiza una emisión resaltando sus encantos naturales y la batalla que llevan sus administraciones públicas para preservar la naturaleza en este precioso y admirado país centroeuropeo que apenas tiene un siglo de historia como estado independiente, pero ha escrito miles de páginas en la historia del continente y uno se las encuentra en las hemerotecas de todo el mundo.

Significativamente, también los hombres de la cultura checa han realzado su belleza y su importancia en numerosos sectores. Comparativamente, en proporción a la población, pocos estados han dado tanto a la humanidad como ellos, así que, tras éste inciso, nos adentramos en la emisión postal que se puso en circulación el 8 de septiembre de 2021. Recordemos también al personal de la Ceska Trajina, el ente que está detrás de este gran proyecto conservacionista en la zona de Milovice (Bohemia Central), concretamente en el distrito de Nymburk, una cuarentena de kilómetros al nordeste de Praga.

Se trata de una hoja con cuatro efectos, dos viñetas y un marco realmente sorprendente y hermoso. Los sellos tienen un facial de 23-26-27-30 coronas checas, cada uno recogido en un fantástico sobre de primer día cancelando en el municipio donde se ubica esta fabulosa reserva natural, antaño un terreno para el entrenamiento y maniobras militares que, como en otros lugares del orbe, gracias al fin de la Guerra Fría, quedó liberado, entonces el gobierno aprovechó para crear la reserva de protección de su flora y fauna. Hoy decenas de especies han encontrado un hábitat y un refugio en lña región, veamos cuáles han sido filatelizadas.

Valor de 23 coronas dedicado a la mariposa azul en vías de extinción, aquí encontró un inusitado refugio gracias a una planta que trajeron los caballos salvajes y que se expandió por la reserva; hay especies que dan vida, sería el caso de esta hierba denominada Genciana cruciata que aparece en la ilustración del sobre de primer día y que atrae a estos frágiles insectos que son indicadores de la buena salud de la naturaleza allá en donde aparecen, es una especie de fauna asociada con un tipo de flora que, curiosamente, comparte el color azul. Aunque ignoramos si alude a la misma situación., Monika Zgustova emplea el cariñoso calificativo para la protagonista de su novela La mujer silenciosa.

El facial de 26 coronas reproduce el Bison bonasus o popularmente bisonte de las praderas, el más grande de los animales terrestres en suelo europeo. Los machos llegan a alcanzar casi una tonelada de peso, las hembras son mucho más livianas y apenas si superan los 500 kilos. En estado salvaje el bisonte fue exterminado por el hombre, Buffalo Bill fue uno de esos grandes depredadores, aunque no el único. Una buena película que recoge ese drama sobre el aniquilamiento de este bello animal fue, en su día, Bailando con Lobos. Fue reintroducida a mediados de los cincuenta y goza de una buena salud en esta gran reserva de Milovice-Mladá.

Otra especie reintroducida por el hombre aparece en el facial de 27 coronas, se trata del Bos primigenius que antaño pobló el continente pero el último ejemplar salvaje fue abatido en 1627. Hoy este vacuno tiene asegurada la supervivencia si nada lo impide, se caracteriza por unos grandes cuernos, se asemejan al marfil, pero también tiene tonos negruscos hacia las puntas; el empleado para el matasellos me retrotrae a una anécdota mientras hacía el servicio militar y durante unos ejercicios militares fue cuando se nos ocurrió cruzar una dehesa de reses bravas pensando que lograríamos atravesarla sin problemas, pretendíamos ahorrarnos unos cuantos kilómetros de marcha, según los planos, pero… ¡Dios mío: qué manera de correr y los toros bravos tras el operador del pesado equipo de radio!

Finaliza la serie un bello caballo, en el sello de 30 coronas se ofrece el Exmoor una reliquia resucitada por la Fundación Holandesa Tauro, ahora vive pacíficamente en esta reserva checa. Se trata de una especie que en su época se paseó por todo el continente europeo, hoy apenas sobrevive, en estado salvaje, en esta zona de Europa Central. El pony Exmoor es actualmente más raro que el oso panda, apenas tenemos 1500 ejemplares y todos controlados, tienen su guía y árbol genealógico en el control que realizan los veterinarios de la reserva, algo que nos incita a creer que ya no son naturales, sino inducidos porque ¿cómo sabemos quién es el padre si no estuvimos en el momento que se cubría a la yegua? Sea cómo fuere: bienvenidos estos sellos que personalmente me devuelven a mi infancia feliz cuando jugaba con ellos en el cortijo del abuelo. Más de sesenta años me separan de aquellas maravillosas vivencias.

Y para finalizar este artículo, centrémonos en todo lo que hay en el resto de esta preciosa composición realizada por Libuse y Jaromir Knotek, el grabador fue Martin Srb. Tamaño 174x120mm, se imprimió en offset multicolor y 33.000 ejemplares de tirada. Centrando la hoja, comenzaremos por la parte superior izquierda para las especies que enmarcan los cuatro sellos y las dos viñetas.

Saxicola rubetra, Saxicola rubicola, Coenonympha arcania, Colias alfacariensis, Gentianella amarella, Odonteus arhiger, Motacilla flava, Triops cancriformis, Meloe violaceus, Orchis maria, Coturnix coturnix y la Salvia pratensis. En las dos viñetas sin valor postal encontramos al Lynx torquilla, Lycaena dispar, Upupa epops y la Perdix perdix. ¡Hala!, nuestros jóvenes ya tienen preguntas para San Google que les ofrecerá, con todo lujo de detalles, estas especies que en muchos casos, eran habituales en mi Macondo natal, o sea la célebre Alhama del romance que antaño figuraba en los libros de texto de bachillerato, hoy irreconocibles ante el vaciado que han hecho nuestros políticos y prácticamente nos han dejado sin historia.

Finalmente tendríamos que explayarnos sobre los árboles y arbustos que son todo un reto para los especialistas de la naturaleza. La emisión se complementa con cuatro tarjetas máximas [algo poco habitual], el tamaño de los sellos fue de 27x44mm [Facial de 23 coronas] y 54x44mm los tres valores restantes, en el caso de las viñetas una de cada tamaño.

 

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Juan Franco Crespo

Maestro de Primaria, licenciado en Geografía

y estudios de doctorado en Historia de América.

Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas

del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.

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