Desgarradora, brutal y alentadora a la vez, en boca de un personaje femenino, estamos ante una novela que si bien es cruda en el lenguaje como en la historia, a la vez es un canto a la comunicación y a la esperanza
La editorial Alrevés ha editado el XXIV Premio de novela “Ciudad de Badajoz”: Alegría. Su autor, Miguel Ángel Carmona del Barco, comparte todo un prodigio en la organización de la trama como en la configuración de los personajes. Desgarradora, brutal y alentadora a la vez, en boca de un personaje femenino, estamos ante una novela que si bien es cruda en el lenguaje como en la historia, a la vez es un canto a la comunicación y a la esperanza.
A pesar de tener dieciséis años, Alegría ya sabe lo que es la dependencia emocional y la violencia de género. Si bien su grupo de compañía se da a las peligrosas tentaciones propias de la adolescencia, Alegría se resiste a caer en el lado oscuro del mundo. Es una chica inquieta que quiere vivir y no doblegarse ante los mismos errores que cometieron sus padres. En cambio, el joven Mario lo tiene claro: aspira a ser su mujer y formar una familia con ella. Y a antagonista al que Alegría le da una y mil oportunidades para que se convierta en una persona responsable de sí misma y de los dos hijos que tiene con ella.
Pese a estar inmersa en un mundo sórdido, Alegría encuentra el aliento de varias personas: su profesor don Miguel, la expareja de su padre (Tina), y en el momento de mayor angustia incluso la de su madre. Por las páginas de la novela cruza un personaje enigmático, Reme, que se convertirá en la única capaz de abrirle los ojos a Alegría y posicionarse definitivamente frente a la violencia física y psíquica que está padeciendo.
La voluntad por progresar en la vida y superar las hostilidades de su medio frente al túnel cerrado en el que vive Mario representan las dos fuerzas irreconciliables que pugnarán continuamente por hallar la imposible comprensión y concordia. Una, noble, dócil y sumisa; el otro, celoso, violento y canalla que ha sido educado justo en lo que se ha convertido. Mientras él es un auténtico irresponsable que hace uso de su fuerza como luego se nos muestra débil y arrepentido, Alegría busca en el trabajo y en los estudios un refugio y un medio para prosperar.
La novela consta de dos partes y abarca un tramo cronológico de ocho años. Pese a las elipsis temporales y al número de personajes que tienen hueco en la obra, Miguel Ángel Carmona del Barco muestra una sobriedad estilística en dos aspectos esenciales: al mostrarnos a personajes hostiles sobre todo cuando se manifiestan en estilo directo y en la capacidad del autor para mostrarnos en la figura de la narradora-protagonista su capacidad para discernir y debatirse sin ambages en su angustia interior. Ambos encauzan al lector inevitablemente a sentimientos como la rabia y el odio, la frustración como la esperanza en un final, que al quedar abierto, nos hace preguntarnos hasta qué punto la odisea emocional y familiar de Alegría ha terminado.
En su conjunto, la novela supone la conjunción de múltiples dramas personales; prácticamente todos los personajes viven el suyo propio con la diferencia de que la protagonista, no sin esfuerzo, da el paso adelante en una realidad cada vez más asfixiante.
Más información y contacto:
https://www.facebook.com/miguel.carmonadelbarco
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Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato
