Juan Franco Crespo: «Estambul, paseo por el Bósforo – Turquía»

Foto 1. Amanecer en el Bósforo en un posavasos de la emisora estatal turca

 

Ese paseo, agradable y tranquilizador, es de todo menos aburrido. El último acabado de realizar fue prácticamente en tour privado. La barca vino a recogernos al embarcadero del Puente del Bósforo [al lado del Palacio de Beylerbeyi o de la Emperatriz Granadina] y realizamos el ascenso hasta la famosa torre de la Fortaleza de Rumeli.

Se trata de una fortificación mandada levantar por Mehmet II en 1452, es visitable, pero nunca se me ocurrió hacerlo por aquello del tiempo que lleva recorrerla en profundidad, las subidas y bajadas son de gran desnivel, aunque parezca alejada de Estambul, en realidad apenas está a nueve kilómetros del centro. El castillo de Europa [sería su traducción] surgió simplemente para controlar la parte más estrecha del Bósforo y, en la otra orilla está la de Anadolu Hisari que es casi un siglo anterior. Entre ambos puntos controlaban todo lo que se movía por ese Estrecho y, por supuesto, las aduanas funcionaban bien ya en el XV; los impuestos no son ningún invento de nuestros días y la protección a los mercaderes y sus bienes había que costearla, evidentemente, pagando siempre el mismo, el destinatario final de las mercancías, o sea: el consumidor.

Diploma de la emisora turca que diariamente transmite en español

En ambos casos las fortalezas tienen grandes desniveles, hecho que dificulta los paseos y, para que nadie pasara sin pagar, se colocaba la cadena que retenía a los barcos hasta que se solucionaba el pago del impuesto del momento. Como curiosidad los guías insisten en un detalle nada baladí: Rusmeli se levantó en apenas tres meses con un millar de albañiles y otros tantos operarios en los hornos que preparaban los ladrillos y ahí está, desafiando al tiempo. Contrasta con muchas de las obras públicas en la zona donde vivo que, en muchas ocasiones, apenas aguantan la foto del día de la inauguración, por no decir que las losetas se parten ante el paso de los vehículos o, simplemente, las dejan sueltas y el día que llueve te pones perdido si las pisas y hacen “trampolín”.

El Bósforo es un canal de navegación internacional que soporta un incesante paso de barcos de toda clase y condición. Generalmente las barquitas pequeñas dan la vuelta al llegar al Puente Fatih y, sin desembarcar, van bajando hasta llegar a Üsküdar donde pondrán rumbo al Puente Gálata [en otras ocasiones lo hacen hacia Karakoy, Kabatas o Besiktas]. Pero si uno tomó el ferry que hace el trayecto diario, todavía se encontrará a mitad de caminote ese agradable y tranquilo paseo sobre las aguas del Estrecho del Bósforo..

Vista desde el lado asiático, la colina de los enamorados, al fondo la Estambul europea

En mi reciente visita, tras dar media vuelta pasamos por Anadolu Hilari, Kïçüksü Kasri, Kandilli, Kuleli Askeri Lisesis, Çengelköy-Kuleli, Puente del Bósforo-Palacio Beylerbeyi, Üsküdar y un poquito después, cerca ya de la zona de la Torre de Leandro, se enfila hacia el célebre Cuerno de Oro para desembarcar en el famoso Puente Gálata que, en esta ocasión, era también el lugar donde teníamos contratada la comida en uno de sus restaurantes de pescadores. La mayoría de los puentes urbanos se utilizan como zonas comerciales.

 Posavasos de la emisora estatal turca con amanecer en el Bósforo y la fortaleza de Rumeli, límite donde las barquitas de recreo dan la vuelta para regresar al puente Gálata

Hay infinidad de construcciones que te atrapan y muchos creerán evocar el famoso Lago de Como y sus villas. O sea: suntuosas mansiones donde la clase bien se lo pasa en grande. En Kuleli sobresale la imponente, y fotografiada, Academia Militar que tan magistralmente reflejó Irfan Orga en su famosa novela autobiográfica “Retrato de una familia turca”. Fue erigida en 1840, desde los barcos no hay problema para las fotos, pero en tierra ya se sabe “no son fotografiables las instalaciones militares”, algo que no deja de sorprender en el mundo en que vivimos y las máquinas capaces de hacer cosas inimaginables. Casi enfrente, en la orilla europea, se divisa la Iglesia Armenia y, poco después, la residencia de verano del Cónsul Español, zona que puede dar para una tranquila a la zona denominada Büyyükdere, siquiera por el morbo de ver cómo viven –al menos externamente- algunos de nuestros diplomáticos y por qué ciertos destinos son tan codiciados.

La Academia Militar en el lado asiático

Si puede, intente llegar a las islas de los príncipes de las que cuatro están habitadas y uno parece encontrarse en otro mundo. Se acabó el caos de la gran metrópoli, una vez se llega en el ferry, al estar prohibidos los vehículos, uno sólo tiene dos o tres opciones, calesa, bicicleta o el coche de san Fernando. Por supuesto, las islas albergan iglesias, monasterios, mezquitas o sinagogas que denotan un pasado esplendoroso. Los capitalinos las utilizan para relajarse de su ajetreada vida a apenas veinte kilómetros de la abigarrada urbe y puede ser un buen recurso para recuperarse; si eso es lo que se busca, convendría planificar la estancia y suerte con la elección hotelera.

 

Ver más artículos de

Juan Franco Crespo

Maestro de Primaria, licenciado en Geografía

y estudios de doctorado en Historia de América.

Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas

del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.

Juan Franco Crespo

Ver todos los artículos de

IDEAL En Clase

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4