Leandro García Casanova: «Los ancianos no tienen quien los defienda»

El 19 de abril, publiqué esta noticia en Facebook:

A través de un amigo, me he enterado que en una residencia de la tercera edad, de la comarca de Guadix, a los residentes los tienen encerrados en las habitaciones y no les permiten salir a los patios y a las zonas ajardinadas, aunque pueden salir a los pasillos, al comedor y al gimnasio en las horas establecidas. Bien está que hagan controles sanitarios con las personas y familiares que vienen del exterior, para evitar los contagios, pero tener a los ancianos prácticamente encerrados todo el día en sus habitaciones (piensen en los que están en sillas de ruedas o con un andador, con la movilidad reducida) no parece que sea una medida humanitaria y menos aún saludable. Qué menos que los residentes salgan a las zonas comunes y a los patios para que puedan hablar y comunicarse entre ellos, para que tomen el sol o les dé el aire, como hacen en todas las residencias. España tiene una deuda pendiente con la tercera edad (el Gobierno todavía no ha dado las cifras reales de los fallecidos), precisamente la que levantó a España y le dio el progreso y el bienestar que hoy disfrutamos. ¿Hace falta recordar que miles de ancianos fallecieron a causa de la pandemia de la Covid, porque entonces no los admitieron en los hospitales o fueron abandonados a su suerte en muchas residencias? Y ahora, a algunos se les ocurre que lo mejor es tenerlos encerrados.

Hubo cuarenta y cuatro comentarios y destaco los principales, pongo las iniciales del nombre y del apellido, de los que intervinieron:

M. I. Si sabes el nombre de la residencia coméntalo con Carmen Flores, la Defensora del Paciente, no es normal.

P. M. Con los ancianos hacen lo que les da la gana porque si no fuera así no habrían muerto tantos, me pongo enferma cuando leo estas noticias. Un saludo amigo

Leandro. Gracias porque estas siempre ahí, lo saben muchos y callan todos

J. A. F. Una denuncia de este tipo al Defensor del Pueblo

E. V. Mucha culpa de que estas cosas ocurran la tienen los trabajadores, por su silencio al miedo a perder sus puestos de trabajo, denunciar todas las anomalías aunque sea anónimamente

A. M. Si es así creo que no solamente puede ser ilegal tener a los residentes encerrados, sino que si fueran de mi familia denunciaría el caso y me los llevaría a casa o a otro sitio.

Leandro. Una persona no está pagando una residencia, para que la tengan encerrada sin motivos

M. R. Es increíble que puedan hacer esas cosas y los familiares no hagan nada, qué pena, por favor eso no se puede permitir 

P. C. Algunas residencias ya deberían estar cerradas

Carmen Flores, Defensora del Paciente (intervino porque M. I. se lo pidió). Por Dios, un familiar, no les voy a pedir ni datos pero que la fiscalía sepa que hay al menos un familiar… Pues es la sociedad que hemos creado entre todos, el caso es que no nos molesten. Unos padres luchan por sus hijos y hasta la extenuación pero…

Leandro. Conozco algún caso de familiares que se quejan en privado, pero no hacen nada, cuando tienen la obligación moral de velar por la salud física y mental de sus familiares. El artículo 15 de la Constitución española dice: «… sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tratos inhumanos o degradantes».

No hubo nadie que diera la cara, solo tenía que decir que un familiar suyo estaba en la residencia encerrado y padeciendo un rigor innecesario, por lo que la Defensora del Paciente no pudo actuar, yo incluso llegué a pensar en denunciarlo en la prensa pero era arriesgado, no tenía pruebas ni siquiera un familiar que lo acreditara. Hay que destacar que los ancianos llevaban más de dos años sin salir a los jardines y, cuando permitieron las visitas, las encerraban en una habitación con llave. Al terminar, les abrían la puerta. Hace un mes y medio hablé con el presidente de una asociación cultural de Guadix y le expuse la penosa situación de los ancianos. El caso es que hizo algunas gestiones y, el pasado día 15, le escribí al familiar de un residente. Me respondió esto: He hablado con una sobrina y me ha dicho que los residentes ya salen a los jardines. Me dio una alegría inmensa y entonces llamé al presidente de la asociación cultural para darle las gracias. Que centenares de personas supieran lo que estaba pasando en la residencia y que nadie movió un dedo, da idea de lo que les preocupan sus padres y familiares.

Lo que me conmovió fue que un antiguo amigo está en esa residencia, dirigida por mentes obtusas que posiblemente miran más por la ganancia que por los sentimientos. Hay quienes confunden una residencia de la tercera edad con una granja de pollos y habría que decirles en la cara, ¿Es que ustedes no tienen padres, hermanos o familiares? No les da vergüenza. Este trato indigno ha ocurrido en España (en las cárceles salen a los patios y les conceden permisos), pero no sabemos en cuantas residencias está pasando esto por la cobardía y la indiferencia de muchos. Yo he sido tutor de mi hermano incapacitado (falleció en febrero de 2021, porque le pusieron dos vacunas contra la Covid, en cuestión de poco más de un mes, después de haber padecido la enfermedad recientemente) y he visto muchas cosas en las residencias, privadas y públicas, por las que ha pasado, he puesto reclamaciones y también he dado las gracias por el buen trato que le dispensaron. Hubo de todo. Una reflexión final: ¿qué vejez nos espera, de aquí a unos años, en estas tristes residencias, en muchas fallecieron miles de ancianos porque los encerraron y se contagiaron en sus habitaciones, y ahora en otras los encierran para que no salgan a los patios y jardines? Ya lo decía el general Charles de Gaulle: La vejez es un naufragio.

 

 

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