Ha muerto José Ortiz Atenciano, Pepe, para los amigos. Había nacido en Baena, donde su infancia transcurrió en la huerta, aprendiendo y ayudando a su padre y a sus hermanos con las técnicas y los trabajos de la misma.
Como tantos otros cordobeses y jienenses, vino a estudiar a Granada y en el colegio del Ave-María de la Cuesta del Chapiz completó sus estudios de Magisterio. Ya de maestro interino, ejerció la docencia en diversos destinos hasta que fue trasladado a Valencia. Pero tras dos años no tardaría mucho en volver a su querida y adoptiva Granada. Fue a partir de este momento cuando desarrolló todo su potencial e interés por la educación de adultos y las nuevas ideas y metodologías que venían de Sudamérica de la mano del pedagogo brasileño Paulo Freire; participó activamente con el primer grupo de técnicos que comenzó a planificar y preparar para la Junta de Andalucía el primer Programa Andaluz de Educación de Adultos que posteriormente concluiría en la Ley de 6 de abril de 1990. En adelante, pues, toda su vida profesional estaría dedicada a esta especialidad educativa. Posteriormente fue elegido coordinador comarcal de este Programa y volvió a Baena para poner en marcha el Centro Municipal de Formación de Adultos. Allí creo una cooperativa para asociar a todos los ganaderos que hasta aquel momento ejercían el pastoreo de manera individual y sin muchas perspectivas de comercialización.
Desde Córdoba, tierra del dirigente campesino Gómez Díaz del Moral, volvió A Granada impregnado del pensamiento libertario, se afilió a la CNT-CGT donde desarrolló diversos cargos internos durante la Transición Democrática.
Su interés por el flamenco, una de sus pasiones, le condujo a la Peña la Platería donde asumió diferentes responsabilidades como la de secretario y la de vocal de actividades culturales. Sus inquietudes sociales no han cejado nunca. Afiliado a IU, fue concejal en Armilla por esta agrupación y posteriormente diputado provincial durante cuatro años; el ejercicio de esta representación le llevó a animar diversas actividades por la provincia: publicación de libros locales, dinamización de pueblos, desarrollo de producciones agrícolas, etc.
Sus últimos años profesionales los invirtió en los centros de educación de adultos de las Vegas Altas, Gójar, Ogíjares y Dílar. Aunque dada su fogosidad creativa alternó la enseñanza con pequeños proyectos empresariales relacionados con la producción y comercialización de productos ecológicos.
Disfrutaba de su jubilación en el pueblo de Dílar en compañía de su esposa Touria, donde se había comprado una casa y donde disfrutaba diariamente, acompañado por un selecto grupo de amigos, con los sonoros paseos por las acequias de este fresco pueblo serrano, sin olvidar nunca sus incursiones por la ciudad de Granada y su participación en su múltiple oferta cultural.
Este 19 de mayo mientras colaboraba ilusionado y disfrutaba de la huerta del colectivo “Brotes” en Lancha de Cenes, junto a la Acequia Gorda del Genil, un inesperado y traidor coágulo en su cerebro, puso fin a su trayectoria y a su experiencia vital. En la huerta comenzó su vida y en la huerta nos dijo adiós. ¡Pepe bien se merece este recuerdo!
ANTONIO CASTILLO LÓPEZ
y su grupo de amigos.
