“Es difícil liberar a los necios
de las cadenas que veneran.
Romper esas cadenas
es un acto voluntario”
Voltaire
Con mucha tristeza e impotencia escribo esta carta abierta a la villa de Caniles, sus vecinos, que son mis paisanos, en particular; y a toda Granada y su bellísima provincia, en general. El propósito de la misma es dar una explicación pública del porqué este año, después de lo vivido y padecido en los dos últimos; desde hace veinte años, 2002, no ha aparecido una colaboración firmada por mí en el “libro de la feria”, que es como se conoce popularmente a la revista que, con motivo de la feria y fiestas de la villa de Caniles, edita el Ilmo. Ayuntamiento de Caniles.
La feria de Caniles, como muchas de las que se celebran en Andalucía, comenzó originándose por un motivo ganadero consistente éste en la transacción comercial y tratos de ganado. Muchas de ellas, tienen un principal motivo religioso, como es el caso de las ferias de Baza –en honor a la Stma. Virgen de la Piedad, copatrona de la ciudad bastetana− o de Cúllar −en honor a su patrón, San Agustín−; sin embargo, no es el caso canilero. No obstante, originalmente, durante el s. XIX y tres cuartas partes del XX, se realizaba en el último día de septiembre y los primeros de octubre coincidiendo en sus inicios, eso sí, con el epílogo final de la festividad litúrgica de los Arcángeles pero no siendo ésta el motivo de la misma.
Debido a los cambios económicos y las transformaciones sociales producidas a lo largo del s. XX, ya no tenía sentido seguir celebrándola durante las “brumas de octubre” como diría la escritora Lola Gándara. De igual forma, para que pudieran asistir a la feria de Caniles los muchos hijos e hijas de la villa, que tuvieron que emigrar a Cataluña durante el éxodo rural de los años 60, se optó a finales del año 1974 por trasladar su celebración al mes de agosto. Por consiguiente, en el año 1975, fue la primera vez que se celebró durante la segunda semana de agosto:
“Por último, fue aprobada, después de oída la moción presentada por el Sr. Concejal delegado de festejos de que debería ser cambiado para lo sucesivo el calendario de fiestas, ya que el actual estaba basado sobre la feria de ganados que se celebraba los días 30 de septiembre, 1, 2 y 3 de octubre de cada año y el haber desaparecido esta clase de transacciones, se imponía uno nuevo en consecuencia con la época actual.” (AMC. L-458, 16-12-1974, fols. 29rt y 29vt)
Sin embargo, desde hace varias décadas, viene siendo costumbre que la celebración de la feria de Caniles se realice durante la primera semana completa del mes de agosto, eso sí, comenzando siempre en miércoles y concluyendo en domingo con el tradicional castillo de fuego artificiales que, por cierto, este año, por vez primera habiéndose celebrado la misma –no contabilizaremos los dos años de pandemia−, desde que alcanza mi memoria, dicho espectáculo pirotécnico no se va a realizar como símbolo y señal del final de fiestas. Recordemos lo arraigada que está dicha tradición en las fiestas populares.
Desde el año 1971, siendo alcalde de la villa, don Antonio Belmonte Torres (1963-1979) –uno de los mejores alcaldes que ha tenido la misma−, he podido localizar el primer programa de feria y fiestas publicado a modo de hoja volante –no descarto que pueda haber anteriores a esta fecha pero no he podido recopilarlos−. Pues bien, desde esa fecha, ora a modo de hoja volante, de díptico o tríptico; ora a modo de libro, que, desde el año 1979, coincidiendo con las primeras elecciones municipales democráticas, que se celebraban en España desde la época de la II República (1931-1936/39), y que dieron lugar a la constitución de los primeros ayuntamientos democráticos tras la dictadura franquista, que, como de todos es sabido y consabido, fue militar, totalitaria y criminal, se editó.
Por consiguiente, tras la celebración de dichos comicios electorales plenamente democráticos, fue elegido alcalde de la villa de Caniles, don Antonio García Domínguez. Poco a poco, paulatinamente y con el pasar de los años, dicho libro de la feria se ha consolidado como la principal publicación, que realiza el consistorio municipal canilero y, hasta el año 2016, he de decir que era la única. Por supuesto, no me cabe la menor duda que dicha publicación es la más divulgada entre todos los vecinos y vecinas de la villa puesto que, desde 1995, coincidiendo con el primer año de la alcaldía de don Antonio Martínez Caler, dicho libro pasó a ser completamente gratuito para todos los paisanos residentes o ausentes, que en estos días, se convierten en residentes y demás visitantes.
Dicha situación de ser el libro de la feria la única publicación realizada por el ayuntamiento canilero cambió con la acertada decisión tomada por el concejal de cultura de aquel momento, don Miguel Román Ortiz, consistente ésta en la realización de una revista específica para los asuntos cofrades y de Semana Santa que se publicara durante la Cuaresma. De esta forma, se ha redimensionado, es decir, se ha vuelto a darle a cada asunto su justa dimensión y espacio, tanto al libro de la feria como a las cuestiones cofrades, que ahora, desde el momento que hemos indicado anteriormente, ocupan su espacio propio, constituyendo en sí mismas una publicación ad-hoc, quedando así éstas plenamente dignificadas, valoradas y no parcialmente diluidas en una publicación que nada tenía que ver con dichos asuntos de religiosidad popular.
Pues bien, se da la circunstancia que un servidor, ha colaborado ininterrumpidamente –salvo un año que por cuestiones médicas graves, que ahora no vienen al caso y carecen de interés para el amable lector, no pude− desde el año 2002 hasta la fecha. Quiero poner de manifiesto que a mí siempre, y cuando digo siempre es siempre, me ha dado igual quien haya estado portando la vara de mando de alcaldía, es decir, me da absolutamente igual por qué partido político se haya presentado dicha persona a la alcaldía como si no se ha presentado por ninguno y lo ha hecho de forma independiente. Y, de igual forma, he de decir que haya sido el alcalde o la alcaldesa quien haya sido, siempre me han invitado a colaborar en el libro de la feria. Podemos decir que, prácticamente, han sido veinte años consecutivos colaborando altruista y generosamente con el libro de la feria de la villa de Caniles –al final de esta carta enumero dichas colaboraciones y el año en que fueron realizadas así como las colaboraciones cofrades−. Como he comenzado esta carta “el propósito de la misma es dar una explicación pública del porqué este año, después de lo vivido y padecido en los dos últimos; desde hace veinte años, 2002, no ha aparecido una colaboración firmada por mí en el libro de la feria.”
Respondiendo a toda lógica y buena praxis todos los años, al comenzar el mes de junio, aproximadamente, la concejalía de cultura y festejos me mandaba a mi casa, mediante el alguacil o la alguacila municipal, una carta de invitación para colaborar en dicho libro de la feria. He de confesar que siempre, año tras año, se dibujaba una sonrisa en mi faz al abrir el buzón de mi casa y encontrarme dicha invitación formal. Esa sonrisa era provocada por la emoción que me producía y embargaba al tener, una vez más, la oportunidad de regalar a mis paisanos y paisanas una pequeña pincelada de nuestra historia, costumbres, tradiciones e incluso, en ciertos años, realizar crónicas sobre eventos destacables, que se hubieran celebrado en mi villa natal, de feliz memoria y bello recuerdo.
Pues bien, he de decir que, durante el mes de junio del corriente, no he recibido dicha invitación a colaborar en el libro de la feria y fiestas de la villa de Caniles, por vez primera, tras casi veinte años recibiéndola, este año ha sido la primera vez que no he sido invitado, ni formal ni informalmente, a regalar unas páginas a mis vecinos. Esta es la razón por la cual, con todo el dolor de mi corazón y la tristeza que embarga su interior, amén del asombro producido, del cual me cuesta trabajo salir, no he podido cumplir con una “obligación”, que yo mismo me autoimponía, y que para mí era todo un privilegio. Lo siento muchísimo pero no puedo aparecer, como escritor que soy, allá donde no se me pida que esté o se me invite a participar.
Lamentablemente, esto mismo sucedió durante la Cuaresma de este año, al no aparecer colaboración mía alguna en la revista de la Semana Santa, que desde el año 2016, como he explicado anteriormente, se realizara en formato propio. Desde la Cuaresma de 2016 hasta la de 2019 sí que las ha habido, por supuesto. Por cierto, mientras que para la revista de la Semana Santa de Caniles, de este año, “se les olvidó” invitarme a escribir o aceptar mis propuestas de colaboración, sí lo hicieron en otras revistas de esta naturaleza cofrade e índole periodística como son las revistas oficiales de la Semana Santa de Granada, “Gólgota”, y la de Baza, “Passio Bastitana”; situación, cuanto menos, harto curiosa y significativa.
Que esta situación ocurra una vez puede ser y debe ser atribuida a un error humano, totalmente comprensible y disculpable: “errare humanum est”. Pero que, en cuestión de unos tres meses, vuelva a suceder… A mi modo de ver, evidencia más un ánimo de censurar mi presencia en dichas publicaciones que un fallo, olvido, despiste o descuido que pudiera haber ocurrido nuevamente.
Pero claro, tampoco tengo muchas esperanzas puestas en unas autoridades municipales que mantienen cerrada la biblioteca pública municipal de Caniles desde hace años habiéndola reconvertido, al menos, el curso pasado en el aula del S.E.P. “Casa del Agua”. Por supuesto, dicha circunstancia provocó la pérdida de los servicios que ésta prestaba y de la función propia que ha de tener dicha institución cultural. Recordemos que una Biblioteca es mucho más que un edificio, cuyo contenido son libros; una Biblioteca es un contenedor de Cultura, una institución que contribuye a crear ciudadanos libres, seres humanos inteligentes, puesto que aquella persona que lee y tiene acceso a la cultura es una persona libre. En nuestra comarca de Baza, tenemos claros ejemplos de bibliotecas públicas municipales, que han sido premiadas y en varias ocasiones como son la de Baza o la de Cúllar, mientras que en Caniles permanece cerrada al público.
No entraré a valorar, públicamente, las causas que originan, en mi opinión, dicha situación que podríamos calificar como “censura municipal”; por varios motivos: el primero, es debido a que este relato lo estoy construyendo sobre hechos constatados y fehacientemente probados incluso, cuando lo he visto pertinente, con algún que otro aporte documental; segundo, como nadie me ha dado explicación alguna –y dudo mucho que me la den, tampoco están obligados a ello las autoridades municipales, es decir, no tienen por qué dármelas− la senda trazada, entre conjeturas y especulaciones, podría ser más que sinuosa, peligrosa. Y en tercer lugar, quiero aprovechar este espacio, que tan generosamente me ofrece este medio de comunicación, para anunciar que no volveré a escribir nada más, en ambas publicaciones municipales, sobre la villa de Caniles, su historia, antropología, religiosidad, tradiciones y costumbres hasta que no se me vuelva a invitar formalmente a ello y, por supuesto, habiéndome dado unas explicaciones previas del porqué se ha llegado a esta lamentable situación.
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*Colaboraciones realizadas por un servidor en la revista de la Feria de Caniles: Las Escuelas Municipales (2002). Antropología Cultural de Caniles: Moros y Cristianos de Valcabra (2004). Tradiciones Populares: los cuentos antiguos, “La piedra del molino” (2005). Mi pasión por la caza: el Pájaro (2006). Don José Felip Santaolalla. El Alcalde Felip, 1904-1915, (2007). La Archicofradía del Santísimo Sacramento de Caniles (2008). Ladronas para San Sebastián (2009). Caniles Mozárabe, 711-1170, (2009). En colaboración con Samuel Milán Corral: Historia de la Fábrica Azucarera “Nuestra Señora de las Mercedes” de Caniles a comienzos del siglo XX, I y II parte, (2010 y 2011). Fundación del cuartel de la Guardia Civil de la Villa de Caniles”, (2012). La política hidráulica del Alcalde Felip, 1904-1915, (2012). Una lección de fútbol 7 en Caniles (2012). Crónica de la visita pastoral realizada por Monseñor García Beltrán a la villa de Caniles (2013). La estación de los sueños (2014). Bachilleres de Caniles (2015). El ateneo de los sueños o el Pósito de las ideas (2016). Caniles durante la II República, 1931-1936, (2017). Don Diego Cano Sánchez, veterinario de la villa de Caniles: un hombre bueno (2018). Caniles y el ferrocarril (2018). Duende de Gaia, la poesía que se escribe en el pentagrama (2019). Pulicanca, una vida de puro teatro (2019). La Tuna de Caniles (2019).
*Colaboraciones realizadas por un servidor relacionadas con la religiosidad popular y lo cofrade en la villa de Caniles y publicadas en distintos medios de comunicación: Canileros por la Passio Granatensis (2009). El «robo» de San Sebastián en Caniles: una historia legendaria, una leyenda histórica (2014). Historia de la venerable Hermandad Sacramental de la villa de Caniles (2014). La villa de Caniles y la Virgen de la Piedad de Baza (2018). La Semana Santa de Caniles: derroche de arte, tradición e historia (2016). Nacional-Catolicismo en Baza y Caniles durante la posguerra. La romería de la Virgen de la Piedad de Baza: de la villa a la ciudad, I y II parte, (2020). Historia de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores Coronada de Caniles (2017). Somos rescatados por su Amor (2018). Semana Santa de Caniles, tradición y costumbre (2019). En colaboración con Amalia Vidal Torres: La noche de San Juan en Caniles (2018) y San Antonio de Padua, patrón de la villa de Caniles (2019).
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