Como viene siendo habitual, el Ministerio de Consumo liderado por Alberto Garzón informa cada mes de cuáles son las frutas y verduras de temporada para que los ciudadanos las consuman. En el pasado mes de julio, en plena temporada estival, no podían faltar dos frutas típicas del verano, el melón y la sandía. La cuestión viene cuando estos productos han incrementado su precio un 139% y un 50% respecto al año pasado debido a la inflación.
Así, el ministro de Izquierda Unida se dedica, sin sonrojarse, a recomendar a los españoles que compren la fruta más cara del supermercado, algo que ha indignado a muchos por falta de empatía con quienes peor lo están pasando a causa de la subida desorbitada de los precios de productos de alimentación de primera necesidad, como pueden ser estas dos frutas.
Pero esta no es la primera publicación del Ministerio de Consumo que causa indignación entre la población. El pasado mes de mayo, Garzón recomendaba comer acelgas y apio mientras él fue pillado en una caseta de la Feria de Sevilla hinchándose a jamón, después de pedir a los españoles que redujeran el consumo de carne.
Que todavía estemos pagando a este gañán, es lamentable. A este y a otros muchos miembros del gobierno. Estos pseudo pijos rojos están ocupando unos escaños que nos están costando mucho dinerito mientras ellos comiendo lo que no debemos comer, según ellos, o viajando como no tenemos que hacer y ellos hacen. Es una vergüenza de gobierno con el inepto más adonis al frente. Pero aún hay gente que les vota y estos son los más lamentables se meten mucho con la ultra derecha cuando la ultra izquierda y antiguos terroristas están gobernando ¿Estamos locos? ¿Qué lecciones pueden dar? Pues nada todavía hay gente que creen todas sus incongruencias. Así nos va.
Con todo el melón y sandía que se come él y no le sirve de nada. Sigue teniendo la misma cara de cemento que siempre. Eso es porque se pone tibio de jamón en las ferias. Y espera que aún le queda la de Málaga, en estos días. Claro ejemplo que este ministerio no sirve para nada, y ahí seguimos gastando, gastando sin sentido hasta que nos den por las orejas y como siempre, pensión vitalicia y a vivir la vida. ¡Qué país!
Ver artículos anteriores de
