¿Alguna vez has soñado con resolver alguna investigación? ¿Encontrar algo perdido o robado?
Nuestros peques tuvieron la suerte de vivirlo en primera persona resolviendo el caso del robo del cuadro de la Mona Lisa. Si no me crees, no te pierdas este artículo.
Cómo gran defensora del trabajo por proyectos que soy, mi trabajo no es individualista, trabajo en equipo, con mi equipo, en mi descripción siempre lo menciono, muchas actividades se engrandecen gracias a la visión de las tres, de mis compis Elena y Tania, que juntas formamos @lospequesdelvelazquez.
Damos mucha importancia a enseñar a los alumnos/as la importancia del trabajo en equipo, crear hipótesis, buscar información y encontrar soluciones.
Por ello durante nuestra semana cultural nos enfrentamos al misterio del robo del cuadro de la Mona lisa, que literalmente, se nos fue de las manos. Es lo bonito de trabajar con esta metodología, sabes cómo comienzas, pero nunca como terminas.
Al llegar al aula descubrimos una nota de periódico y un sobre con otras más que nos decía que buscásemos amigos para ayudarles a resolver este enigma. Y desde este punto partimos las tres aulas de 5 años, en la búsqueda de pistas que nos llevaban a otras pistas por el colegio que nos animaban a encontrar todas las letras del nombre del cuadro.
Hasta que encontramos el cuadro en el despacho de nuestra directora y con él a nuestra primera sospechosa.
Nos fuimos a nuestras clases, no dábamos crédito a los acontecimientos del día, ¿Nuestra directora una sospechosa de robo? Tras una larga reflexión en común de hipótesis e ideas vimos vídeos sobre el cuadro, su significado, su autor, dónde estaba expuesto… Y no oles quedó muy claro si en sus párpados había o no letras escritas.
Al día siguiente al entrar teníamos esperándonos en nuestra pantalla un mensaje del mismísimo teniente coronel Jean Paul Depardieu de la gendarmería francesa. Nos pedía ayuda para resolver el caso, ya que la mayor sospechosa se encontraba en nuestro centro.
Jean Paul Depardie nos envió una caja con documentación y con el material necesario para encontrar huellas en los cuadros, además enviaría a unos agentes infiltrados al finalizar la semana para cerrar el caso. Podríamos saber que eran ellos si nos guiñaban un ojo.
Así que nos pusimos manos a la obra recabando los datos que habíamos averiguado, haciendo hipótesis, espiando a los sospechosos, ellos estaban seguros de que la habían ayudado, ella sola no habría podido con el cuadro, así entró en escena nuestra conserje.
Con mucho cuidado manipulamos el cuadro en busca de huellas y nos asombramos al ver a nuestro conserje con las manos manchadas de ese polvito especial para captar huellas. Ya no tenían dudas. Nuestra directora con ayuda de nuestro conserje habían robada el cuadro.
Con los culpables encontrados, llegaron los refuerzos al cole. Nos guiñaron el ojo entre puertas para que supiésemos que pertenecían a la Gendarmería, estaban de incógnito. No puedo decir el nivel de emoción que tenían nuestros peques, todo estaba ocurriendo de verdad. Y pudimos detenerlos, convirtiéndonos en auténticos policías por un día y con la satisfacción de haber resuelto el caso.
Esta experiencia no habría sido posible sin la colaboración de todas las personas que han participado en ella. Ha sido tan especial y enriquecedora, como nunca lo habríamos poder imaginado, incluso nos supo a poco. Por ello os animamos a que uséis todos los recursos que estén a vuestro alcance para desarrollar vuestras actividades en el aula. Los recursos humanos son los más satisfactorios. Por ello queremos dar las gracias a nuestra directora Rosario y a nuestro conserje Juanjo del CEIP Diego Velázquez de El Ejido, por estar siempre predispuestos y porque desde entonces los peques no os miran con los mismos ojos. A Víctor Blanco, maestro del CEIP Príncipe Felipe de Motril, por su colaboración e interpretación como Teniente coronel de la Gendarmería de París. Al representante de la Policía Nacional que participó en nuestro centro, porque no dudó un momento en unirse a la actividad guiñando ojos a los peques, pasándose por las puertas, dando órdenes… y por último, pero no menos importantes, a mis compañeras Tania y Elena, por seguir mis locuras siempre sin un pero.
Fátima Rodríguez Martín: «La casa de Yayoi mola mucho»
https://en-clase.ideal.es/2022/08/16/fatima-rodriguez-martin-la-casa-de-yayoi-mola-mucho/
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