Mi nombre es Beatriz Fermina Baena Martín, y escribo este artículo ya que fui una becada de la edición XVII de Becas Europa. Presentándola brevemente, esta es ofrecida por la Universidad Francisco de Vitoria, que se halla en Madrid, junto con el Banco Santander. Además, está orientada a alumnos de bachillerato, comenzando en primero y finalizando en segundo. Presentarse a ella es un largo y precioso recorrido que me hizo sacar lo mejor de mí desde el primer momento. Cuatro fases conforman el proceso de selección. Cada una de ellas hace mostrar una faceta de la persona solicitante de la beca, hacen reflexionar y querer desarrollar lo mejor de uno mismo, al menos en mi caso.
Hay un momento durante esta experiencia en el que se comienza a conocer a otros estudiantes que optan a la beca. Estas personas son muy especiales, puesto que hay algo en ellas con lo que coincides y, sin embargo, sois realmente diferentes. Es seguro que todo el mundo tendrá tema de conversación. Se hacen amistades preciosas de toda España aunque algunos se vayan quedando en el camino del proceso, se incluyen en la agenda del teléfono, y se integran en tu vida, siendo una maravillosa aportación.
Esto sucede porque cada uno es tan interesante que se acaba entablando relación mediante la conversación de manera muy fácil y natural, con, al menos una o dos personas, si es que no son más. Una experiencia personal que me sucedió durante este primer encuentro con ellos, fue que coincidió con mi 18º cumpleaños. Fue el primer día del Fin de Semana de Selección, una de las fases, por lo que aún no conocía prácticamente a ninguno de mis compañeros. Fue enorme mi sorpresa y alegría cuando, durante la cena, más de doscientas personas me cantaron “Feliz cumpleaños” con la misma calidez y cariño con el que lo hacen los amigos. Ese momento fue espectacular, y es la situación que respectivamente. ejemplifica el buen ambiente que predominó allí. También lo hacen las más de doscientas felicitaciones, sonrisas y abrazos que recibí ese día. Si me interrogasen sobre qué es lo mejor de ser becada, no podría decidirme. Desde los cincuenta alumnos que llegan al final, (que en mi edición fuimos cuarenta y nueve), junto con el resto de personas que nos acompañaron, hasta el propio viaje, pasando por todos los aprendizajes vitales que se adquieren y los lugares que puedes visitar, de manera exclusiva.
El viaje se conformó de dieciocho días de conferencias, aviones, visitas, clases, conversaciones y situaciones para recordar toda la vida. En nuestro caso, estuvimos en los siguientes lugares; Alcalá de Henares y Madrid, Bolonia, Cambridge, Londres, Heidelberg, un pequeño paso memorable por Frankfurt, Santiago de Compostela, y finalizando, de nuevo en Madrid. Todo este recorrido se hace con el afán de alimentar el entusiasmo por conocer, y, por supuesto, por mejorar el mundo.
En definitiva, las personas, los valores transmitidos y las ganas de ser de utilidad para el desarrollo positivo de la sociedad a través de, próximamente, un paso memorable por la universidad, son tres de los pilares más importantes que me llevo de Becas Europa. Agradezco infinitamente haber sido parte de esta experiencia tan enriquecedora, la cual se alza en ser de las primeras en importancia de mi vida.
Beatriz Fermina Baena Martín
11/09/22
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