El cuento tradicional europeo y elementos propios de la cultura oriental animan esta historia de amor y riesgo
Estamos ante una obra que si bien no es original en la historia narrada sí que nos parece todo un éxito en cuanto a la conjunción de elementos dispares. Hablamos de Harfan, adaptación de un cuento de los hermanos Grimm, Jorinde y Joringel.
El guion como los dibujos es obra de la artista francesa Aurore. Lo podemos disfrutar en Fandogamia editorial. Este álbum se dio a conocer, durante dos años, en webcomics a comienzos de 2012. Posteriormente, reelaborada la editorial Delcourt la dio a conocer en formato impreso.
Estamos ante una obra que pone en escena un triángulo tradicional, muchas veces visto: dos enamorados y una bruja. Los ingredientes que envuelven la trama tampoco nos son del todo desconocidos: la magia, la superstición y el encantamiento a través de la brujería.
El joven Bran y la recatada Lynette están profundamente enamorados y cuyo enlace matrimonial tienen que postergar hasta el verano. Justo antes de la fiesta de las linternas, la pareja hace una escapada para disfrutar de la tranquilidad del paisaje. Pero una tormenta les sorprende en pleno idilio y se refugian en la conocida como “la cueva azul”. Sobre ella cae la maldición de quien entra se extravía en su interior. Cuando creen dar con la salida, su angustia es aún mayor pues han quedado atrapados en un paraje que desconocen hasta que llegan a un tétrico castillo en el valle de Geumjhi. Todos saben que en ese territorio ocurren sucesos misteriosos y no tardan en comprobarlo los protagonistas pues ambos quedan inmovilizados.
La despiadada bruja ha dejado caer sobre los jóvenes sus pérfidas fuerzas sobrenaturales y rapta a Lynette convirtiéndola en pájaro. Pero el enamorado no da por perdida a su prometida. Durante un tiempo, lee libros sobre mitos y leyendas de las montañas y para combatir el maleficio de las mismas acude al templo de Jabdalan Ipkup para ver al dragón –poseedor del alma de la bruja– y hacer con él un pacto, con la esperanza de que le ayude en su reto. Bran se servirá de una espada para combatir contra la magia de la bruja. A pesar de liberar a la joven, el héroe tendrá que pagar por ello un alto precio.
Dividida en seis capítulos, y sin apenas transición en la acción, cuando el lector llega al epílogo han transcurrido varios años. El álbum adjunta “extras” en los que la autora expone los motivos que le impulsaron a aventurarse en este proyecto, comparte bocetos de la obra así como el proceso de elaboración de las viñetas que explican y descubren al lector los entresijos del magnífico trabajo, además de incluir un capítulo extra.
Todo el volumen en conjunto es un verdadero lujo para la vista; unas veces por lo rutilante de los vestidos; otras por la serenidad que aportan colores como el verde y el pastel cuando lo que interesa es transmitir la paz del romance de los protagonistas; en ocasiones el predominio del azul o el rojo de acuerdo a las emociones de los personajes. Pero también es estimulante para el tacto porque si la cubierta y contracubierta están en mate, el título se nos presenta en brillo.
Desde una estética próxima al manga, Aurore consigue aunar lo tradicional y legendario, el cuento clásico infantil con la ambientación asiática acompasado con dibujos que aportan todo tipo de detalles tanto en la suntuosidad de vestidos y adornos como en la tenebrosidad de lugares y, en momentos puntuales, la imagen macabra de víctimas de los hechizos.
Aun teniendo a los hermanos Grimm como referencia, Aurore se desmarca de los escritores alemanes en el final de la trama. Como en alguna ocasión ha declarado la autora, para los decorados, la ropa y el vestuario la inspiración le vino de Corea, de Mongolia para las joyas y la localización de los pueblos del norte de China.
En cuanto a la configuración de los personajes, si bien Lynette es ingenua y pudorosa, todo el peso de la trama recae en Bran en cuanto evoluciona conforme se propone rescatar a su novia primero preparándose para ello y posteriormente poniendo en riesgo su vida. Es la imagen del héroe el que representa el valor, el riesgo, el compromiso y la entrega a una causa.
Al final del volumen, se reproduce el cuento de los hermanos Grimm lo cual permite al lector diferenciar los aspectos comunes y los caminos propios que Aurore ha tomado para tan elogiable trabajo.
Para saber más:
http://harfang-bd.blogspot.com/p/pages.html
@AuroreBlackat
https://www.facebook.com/AuroreBlackat/
Ver anteriores artículos de
Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato
