El Gobierno andaluz lamenta que no haya atendido las propuestas para garantizar la igualdad de oportunidades del alumnado en todo el país y que insista en un modelo que devalúa el sistema de acceso
La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional no volverá a participar en las mesas de trabajo conformadas por el Ministerio de Educación y FP para abordar el cambio de modelo de la prueba de acceso a la universidad (EVAU), después de que el Gobierno central no haya tenido en cuenta las propuestas que Andalucía ha presentado, junto a otras Comunidades, para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes del país, y de manera específica la puesta en marcha de una prueba única.
Igualmente, la Consejería considera que el modelo de prueba que está impulsando el Ejecutivo central devalúa el acceso, y por tanto camina en dirección contraria a la cultura del esfuerzo que defiende el Gobierno andaluz como valor transversal y fundamental en todo el sistema educativo, por lo que desde las primeras reuniones Andalucía dejó claro que no iba a colaborar en avanzar en un modelo que no comparte.
La ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, plantea una prueba centrada en un ejercicio general de madurez que resulte fácil de aprobar (con una ponderación del 60%), en la que se incluirán todas las materias lingüísticas, Historia de España e Historia de la Filosofía; además de un ejercicio sobre la materia de modalidad elegida por el alumno, que supondrá el 40% restante.
Sigue manteniendo, por tanto, los ejes de una reforma que ha suscitado la reacción en contra de la comunidad educativa y de diversas instituciones, como la RAE, el IEC, la Red Española de Filosofía y los coordinadores del examen de Lengua Castellana y Literatura que, además, solicitan la retirada del borrador elaborado por el Ministerio porque se ha planteado sin ningún diálogo y supone una reducción inasumible de los contenidos y la exigencia.
Andalucía entiende que de implantarse en los términos que pretende el Gobierno de Pedro Sánchez aumentarán las desigualdades en el acceso a la Universidad entre los estudiantes por el simple hecho de residir en una comunidad autónoma u otra, dada la dificultad de una evaluación objetiva y la complejidad de una homologación.
Después de la reunión que ha tenido lugar hoy de manera telemática, la Consejería ha vuelto a constatar que el Ministerio de Educación pretende trasladar la idea de que se está trabajando de manera conjunta con las comunidades autónomas cuando en realidad hace oídos sordos a las propuestas y reivindicaciones planteadas siempre con la mejor voluntad y espíritu constructivo.
Andalucía siempre ha mostrado su total colaboración al Ministerio, pese a la aprobación de una Ley Orgánica(LOMLOE) sin diálogo ni consenso, y que ha supuesto un retroceso a la hora de evaluar los conocimientos y de dotar las competencias necesarias con unos currículos complejos e indeterminados, como han advertido el Consejo Escolar del Estado y el Consejo de Estado, con una complicada ingeniería curricular que implica más burocracia.
Andalucía se suma a las Comunidades que han planteado la necesidad de poner en marcha una prueba única de acceso a la Universidad en toda España, que garantice que el talento y el esfuerzo se vean recompensados para evitar la ruptura del principio de igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios universitarios entre los todos los estudiantes, basada en unos currículos comunes de Bachillerato.