En el cuatrocientos nueve,
suevos, vándalos y alanos,
asaltando las fronteras
del gran Imperio Romano,
irrumpieron en Hispania
con ardor desaforado
y sólo en un par de décadas
pueblos de origen germánico
desde el Norte hasta la Bética,
lo fueron todo ocupando.
Al poco, los visigodos,
otra tribu de los bárbaros,
aunque fuesen minoría
respecto a hispanorromanos,
se hicieron con el poder
del vasto solar hispano.
Antes, al sur de las Galias,
ya se habían aposentado
y Alarico saqueó Roma
con ímpetu inusitado.
Otro líder visigodo,
Ataúlfo nominado,
acometió Barcelona
sita en el noreste hispano.
La mayoría visigótica
advino con Teodorico,
mas, la invasión culminó
gobernando el rey Eurico
a excepción de la Gallaecia
que la adjuntó Leovigildo.
Las disputas sucesorias
surgieron desde el principio,
siendo la antigua Toletum,
columpiada sobre el río,
la capital de los godos
y sede de sus caudillos.
La población visigoda
profesaba el Arrianismo
y el pueblo hispanorromano
fiel era al Catolicismo.
En tiempos de Recaredo
se solucionó el conflicto
y por ley se unificó,
para godos y nativos,
imponiendo por decreto
la romana fe de Cristo
rubricándola Toledo
en episcopal Concilio.
Por el levante llegaron
nuevos aires bizantinos
cuando reinaba en Hispania
el monarca Atanagildo.
La unidad legislativa
la consiguió Recesvinto
al fijar el “Fuero juzgo”
su ordenamiento jurídico,
aunque la territorial
se alcanzó con Leovigildo.
Comentarios
2 respuestas a «Juan José Gallego Tribaldos: «La Historia de España en verso: Visigodos, I»»
ENHORABUENA UNA VEZ MÁS.
Y una vez más, gracias, amigo Juan.