Juan Franco: «XX Aniversario de la oficina del comisionado de comunicaciones electrónicas y de regulación postal chipriota»

La OCECPR es el recorte del título de este artículo, digamos que las siglas se abren paso a una velocidad vertiginosa y la mayoría de las veces hasta nos de por intentar saber qué es lo que ellas esconden.

Suerte que hoy día San Google, te trae a tu pantalla, a golpe de clic, todo lo que buscas aunque no siempre te lleve a buen puerto y si no sabes lo que buscas, hasta te puede provocar un desastre porque, digámoslo, estos cacharros de las nuevas tecnologías son tan autónomos, que en cantidad de ocasiones miras el texto, corriges y, finalmente, sale mal escrito porque la máquina así lo ha decidido; con las homófonas, la cosa es seria y los tacos, son otra de las variantes que dan problemas, o cuando escribes Josep en catalán y ella quiere que sea con “ph” final. Más vale andarse con cuidado y cerciorarse en nuestras pesquisas o corremos el riesgo de enfrentarnos a errores de principiante algo que se detecta fácilmente cuando el alumno “se ha molestado lo mínimo” y simplemente ha hecho el clásico recorta y pega de muchos de los titulados de hoy en día que ya ni se molestan en descafeinar el plagio. En definitiva llegamos a situaciones que parecen escenas de humor de nuestro gran e inolvidable GILA.

La OCECPR en esta isla dividida [curiosamente ese hecho no le permitía acceder a la UE y, sin embargo, accedió, rompiendo una de las sacrosantas normas que, ahora, en 2022, con la guerra de UCRANIA, nuestros estólidos se quieren volver a saltar para enojar aún más al monstruo que desde esa ciudad europea han contribuido a poner en la diana de todos nuestros males] tiene como misión promover el interés de consumidores y usuarios para que puedan navegar en el proceloso mundo de las modernas tecnologías en donde abundan los delincuentes y otras especies poco ortodoxas, al tiempo de intentar desarrollar la economía mediante la competencia [otra vez el mismo cuento, vaya, como cuando liberalizaron el mercado del correo en España, nos decían que sería de calidad, efectivo y universal y, además, competitivo; si miramos en retrospectiva veremos que la UE nos la colocó con calzador y el correo español es todo lo contrario de lo prometido] y la prestación de servicios de calidad para satisfacer la demanda de unos servicios mínimos de carácter universal, tanto en el sector de las comunicaciones electrónicas como en el tráfico postal. ¡Cuánta palabrería para habernos colocado el gran invento de la CITA PREVIA en donde, hasta los negocios privados, han sucumbido a la estolidez!

La conmemoración filatélica se hizo en un efecto de 0,64€ tarifa básica nacional [comparen con lo que en estos momentos paga un español por el mismo servicio y no lloren, por favor: somos unos verdaderos quijotes que aguantamos todo], formato vertical, lleva una serie de motivos relacionados directamente con el sector de las comunicaciones, el perfil de la isla dividida entre dos comunidades lingüísticas e históricas; antaño fue una de las bases para la radiodifusión hacia toda la región con emisoras tanto gubernamentales como empresas privadas o incluso una célebre emisora de números o de espionaje que tantas horas de asueto nos proporcionaba aunque no sacaras nada en claro salvo los grupos de números que, al no disponer del libro de códigos, era simplemente un entretenimiento más en el proceloso mundo de la Criptografía.

No sacabas nada en claro, pero la radio jugaba un rol que la estolidez de los “igualadores” de Bruselas se llevó por delante en su afán por reducir partidas que, en la práctica, fue encarecer el producto. Se desmontaron varias estaciones que funcionaban, cumplían su papel y servían a la región: BBC, CyBC. RMC, etc., se largaron y, como pasara en Playa de Pals con Radio Liberty [RL/RFE], abandono y desmonte. Muchas noches unos e quedaba a escuchar la OC que desde Nicosia emitía para los chipriotas expatriados en el Reino Unido, su buena música era todo un sedante para nuestros oídos. Hoy, si quieres algo, tienes que someterte al dictamen de las redes para así ellos poder bombardearte con mensajes y servicios que en nada te sirven por muchos algoritmos que empleen, puesto que una visita a una página no quiere decir que eso sea precisamente lo que tú andas buscando y necesitas.

Tras el perfil geográfico, los logotipos de determinadas plataformas, las cabecitas, los enlaces o la telaraña, pantalla de ordenador, paquete, carta, móvil y la clásica torre o antena de radio con el haz hertziano surcando el éter que nos puede servir para la página dedicada a la Radiodifusión Pública Chipriota que en alguna ocasión incluso captamos en la ONDA MEDIA. Fue diseñado por Panayiota Epifaniou de Nicosia, impreso en litografía offset en hojas de ocho ejemplares o minipliegos por la Imprenta de Alta Seguridad del Báltico [antes la imprenta encargada de ello estaba radicada en Atenas]. El primer día fue el 17 de junio del 2022, tuvo una tirada de 55.000 ejemplares de los que se cancelaron 4.500 sobres de primer día.

Sello susceptible de entrar en varias temáticas relacionadas con el mundo de las comunicaciones, cada uno tiene que tener clara la parcela de su colección para seleccionarlo y cederle el hueco que necesita en un álbum temático ahora precisamente que el sello está quedando prácticamente obsoleto y cada día te encuestas con más gente extraña que se cerca de tu buzón a dejar “sobres” de la más variopinta procedencia. Veremos si en estos días puedo hacerme con algunos ejemplares aprovechando mi estancia en Pafos o Limassol porque, pedir por correo para que MADRID quiera luego aplicarte “su mordida” no es una decisión que nos guste. A propósito el valor del contenido del certificado del Vaticano que MADRID me quería cobrar 6.86€ era simplemente un euro.

El impuesto revolucionario del Correo Español es ya cualquier cosa menos coherente, ya ni las cartas, al parecer, se respetan y pretenden cobrar hasta por el aire que contienen. Pero una cosa que vale un simple euro te quieran clavar casi siete es realmente de locos.

¡Veremos cosas con estos estólidos que tiran del carro porque, además, no se les cae la cara de vergüenza!

 

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Juan Franco Crespo

Maestro de Primaria, licenciado en Geografía

y estudios de doctorado en Historia de América.

Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas

del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.

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