Una campana tañe en el corazón mismo de la ciudad, el mismo sonido que los habitantes granadinos se han acostumbrado a oír desde 1492, cuando las ordenes religiosas conquistaron Granada para evangelizar al infiel. Voltea majestuosa la campana en un cielo de claridad pulida invernal, cuando el día abre sus ojos en la urbe, la acera soleada se convierte en un refugio inesperado para los universitarios mayores, los tímidos rayos alivian el frio reflejado en los rostros de los estudiantes de la asociación ALUMA, que esperan la hora marcada para la visita cultural.
Como las campanas, los surtidores de las fuentes nazarís se abren sobre el blanco clamor de los mármoles, los pájaros en las ramas desnudas trinan, todos compiten en un concierto improvisado de sonidos, se respira como en un paraíso en los espacios de los Dominicos en pleno barrio del Realejo, antiguo barrio judío de la ciudad.
¡Cuánto queda por revelar en Granada! ¡Cuánto secreto dormido en la inmensidad de la belleza que se derrama por las calles, plazas y barrios de la antigua Granada!
En estos parajes singulares he descubierto como hablan entre si el agua y los campanarios y los árboles y la belleza extasiada del arte Nazarí y el hechizo de la mística religiosa.
La luz del invierno en Granada no hiere, va y viene sin hacer ruido entre las celosías y los espejos del agua que corre por sus albercas, mientras nos adentramos en los tres espacios emblemáticos de Granada y relacionados con propiedades que pertenecen o fueron de la orden religiosa de los Dominicos: El Cuarto Real de Santo Domingo, un hermoso palacio nazarí construido durante el reinado de Muhammad II (1273-1302), desde 1990 el Ayuntamiento de Granada lo compró e inició su restauración, El Colegio Mayor Santa Cruz, donde los Reyes Católicos, tras conquistar Granada, en 1492, fundan el Convento de Santa Cruz La Real de los Dominicos y el Camarín de la Virgen de Rosario, es uno de los secretos mejor guardados de Granada. Obra cumbre del barroco y considerado el mejor camarín, una obra maestra de decoración.
La asociación de estudiantes mayores ALUMA de la Universidad de Granada a veces consigue un pleno y sorprende, en esta ocasión con una visita cultural, con tres monumentos de una belleza única e inexplorada para algunos granadinos y otros foráneos que desconocían de su existencia del valor artístico y cultural.
Granada es una ciudad que despierta el exotismo de los diversos mundos de su pasado entre musulmán y cristiano, consigue atrapar porque es una perla que resplandece con los ojos que la saben mirar y con los que portan un corazón abierto amarla.
Descubrir el lenguaje oculto, simbólico de la grandeza de los palacios nazarís o del pequeño palacio a la Virgen de Rosario de la orden dominica, en una corta crónica de una visita, no es tarea fácil para ser capaz de llegar con las palabras, describir tal acumulo de sensaciones, tal belleza, donde el espacio y el tiempo se abrazan: en un palacio real que conserva en su interior de la torre el salón de recepciones o qubba, una joya declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1919 donde la luz filtrada realza la mística, los valores del arte musulmán universal en su máximo esplendor. La larga sombra de la Alhambra, oculta este tipo de monumentos. Me ayuda a tejer este relato la propia fascinación que he experimentado al ver con mis propios ojos, el pisar con mis pies, estos espacios monumentales, todo reforzado por las sabias explicaciones del guía Rafael Villanueva.
Quizás la pereza, quizás la apatía de estar aún con la resaca del fin del año y comienzo de otro, se reflejó en una disminución del grupo previsto para la visita cultural, una pena y una oportunidad perdida. Al final 22 estudiantes mayores sedientos de aprender visitaron el conjunto monumental de los Dominicos en un 13 de enero.
Es mi intención dejaros abierto el interés y curiosidad de visitar estos monumentos cuando visitéis Granada. Aquí entre sus muros, piedras, fuentes, jardines, ángeles, pinturas … todo descansa donde sueñan las formas y los sonidos.
Cuarto Real de Santo Domingo. La relevancia de este palacio reside en su condición de construcción pre-alhámbrica, un antecedente directo de las soluciones arquitectónicas y decorativas plasmadas en los palacios de la Alhambra. Tras la conquista de Granada, la propiedad del sultanato nazarí paso a manos de los Reyes Católicos. Los monarcas cristianos la cedieron a los monjes dominicos para la fundación del Convento de Santa Cruz la Real, convirtiendo la qubba en la primera iglesia de su convento. El edificio que actualmente ha sido rehabilitado en 2015.
El Colegio Mayor Santa Cruz. Fundado en 1492, Santa Cruz empezó a funcionar como comunidad y como estudio. A lo largo de los años se configura como casa de noviciado, y de estudio. Los Dominicos de Andalucía crean un Colegio Mayor en 1966. Es una aportación a la vida universitaria de esta ciudad. Destaca su claustro, escalera imperial y la iglesia es una de las más impresionantes de Granada, en ella encontramos varios estilos: románico, barroco, gótico tardío y renacentista.
Camarín de la Virgen de Rosario, uno de los monumentos más importantes de Granada. Un pequeño espacio de unos 250 m. cuadrados convertido en “palacio”, con las últimas tendencias de Roma y París del S. XVIII. El camarín se construyó entre 1727 y 1797 adosado a la iglesia de Santo Domingo de Granada, templo que custodiaba la imagen original. Su gran valor es desde luego el diseño interior, el camarín es una obra maestra de decoración. Jaspes, alabastro, mármoles, espejos (un artículo bastante caro en la época), pan de oro, plata… el resultado es tremendamente espectacular. Todo para honrar a la imagen. También nos sorprende una sala dedicada a la Batalla de Lepanto.
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Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la JD de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos
de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.