Juan José Gallego Tribaldos: «La Historia de España en verso: El monasterio de Silos»
(A la comunidad benedictina del Monasterio de Silos con quienes compartí el desalojo de la abadía en aquella fatídica tarde del domingo 24 de julio de 2022 cuando un voraz incendió asoló la comarca).
Por las vegas del Arlanza,
entre cerezos y olivos,
anclado en la fría tierra
de iglesias y de castillos,
se eleva al azul del cielo
el Monasterio de Silos
custodiado con amor
por monjes benedictinos
que estudian, rezan y cantan
en ascético retiro.
Cual guardián de la abadía,
en titánico obelisco,
una colosal secuoya
marca el final y el principio
de los valores que encierra
el monástico edificio.
Este cenobio silense
no es solo joya en sí mismo
por el románico claustro
insuperable en su estilo
sino paradigma fiel
de enaltecimiento místico
y un pilar de los más firmes
donde el puro cristianismo
se sustenta y se enraíza
por los siglos de los siglos
vivificando el mensaje
que nos diera Jesucristo.
En los pétreos relieves
se narran momentos bíblicos
de la vida de Jesús
y de sus doce discípulos.
Columnas y capiteles
se enredan en juegos líricos
enalteciendo el silencio
que se acuna en el recinto
donde el piadoso embeleso
asperja paz y equilibrio.
En una esquina del claustro,
poderoso y persuasivo,
cual metáfora alegórica
se cimbrea el ciprés de Silos.
Al repicar las campanas
para misa los domingos
se estremece el monasterio
esplendiendo cristianismo
y bandadas de palomas
aletean hasta el río
donde el rebato se aplaca
entre el verdor de los pinos.
Con el canto gregoriano
de los reglados oficios
el mundo se inmoviliza
y un carismático hechizo
todo lo envuelve y lo encalma
en pleamar de regocijo,
siendo aquí donde la fe
del creyente peregrino
se fusiona con la luz
que irradia el catolicismo.
Maravilloso
Muchas gracias, Benito
Genial y emocionante alabanza a tan egregio monasterio. Y que sirva de toque de atención a quién lo lea de que el fuego es una amenaza a los monumentos de España.
Gracias Juan José por este sentido romance. Un abrazo.
Muchas gracias, Juan. Sí, el incendio fue pavoroso y se quedó muy cerca del Monasterio. Una experiencia inolvidable ya que el Monasterio, en sus mil años de historia, solo ha sido evacuado en dos ocasiones: cuando la desamortización de Mendizábal y en esta otra, que yo viví en primera persona pues estaba pasando unos días interno en la hospedería del Monasterio. Un abrazo
Juan tus versos sobre el Monasterio de Silos, Maginifican un poco más a ese gran edificio de la Cristiandad.
Enhorabuena.
Muchas gracias. Para mí es un lugar emblemático que resume gran parte de la Historia de España y uno de los pilares básicos de la Cristiandad.
¡Vaya! A la ejemplar tarea de resaltar con los versos una belleza, se une el episodio autobiográfico del autor. Gracias, Juan. ¡Enhorabuena!
Gracias, Juan. Así es, viví uno de los momentos más inolvidables de mi existencia. El Monasterio, además, proyecta una fuerza y una espiritualidad que sobrecoge. Pasear por su claustro, sin turistas, a primera hora de la mañana o última de la tarde es una experiencia muy intensa.
Amigo Juan. Sea bienenvenido este romance a su publicación rememorando aquellos momentos trágicos que viviste en el Monasterio de Silos, y que tan bien documentaste con fotos.
Muchas gracias, amigo Quijada. Sí. Fue una tarde de vivencias muy intensas e inolvidables. La imagen de los monjes abandonando el monasterio, impactante. La belleza del bellísimo claustro románico amenazado por el incendio encogía el alma. Un abrazo.