La Escuela de Traductores
en la ciudad de Toledo,
paradigma de cultura
a lo largo del medievo.
Fundada por el Rey Sabio,
nominado Alfonso décimo,
reunió a orillas del Tajo
a los hombres más excelsos
entre eruditos cristianos
más musulmanes y hebreos.
La ciencia y la astronomía,
junto a los avances médicos
fue tarea intelectual
de aquellos sabios eméritos.
Otra labor destacada
de estos hombres tan selectos,
la traducción y el estudio
de los más cuidados textos
entre escritores latinos
y los clásicos helénicos.
La labor más ambiciosa
que la Escuela hubo dispuesto
fue la “General Estoria”
recopilando los hechos
realizados por humanos
desde el albor de los tiempos.
El hacedor de la empresa
que diseñó tal proyecto
fue el monarca Alfonso el Sabio
de esclarecido intelecto;
creó la prosa castellana
y rimó en verso gallego
las Cantigas a la Virgen,
en un poemario muy bello.
Ver capítulos anteriores de
Profesor jubilado y escritor, autor de
‘Ortografía práctica del español’,
‘Ronda para niños’ (inglés),
‘Federico en su centenario’, ‘Las acacias del Macabe’,
‘Cervantes y Don Quijote’, ‘ La boca del infierno’
‘En la noche de San Juan’
y ‘Mencía de Mendoza. La nieta del cardenal’